Este viernes era la primera noche en la que el toque de queda volvía a estar implantado en varias comunidades autónomas, tras la petición de los gobiernos municipales. Entre ellas, se encontraban algunas localidades de Barcelona y de la Comunidad Valenciana.

La Guardia Urbana de Barcelona y los Mossos han desplegado este viernes un dispositivo conjunto para velar por el cumplimiento del toque de queda. En la playa de la Barceloneta, uno de los puntos de aglomeraciones los últimos días, había menos aglomeraciones que otras noches de fin de semana pero aun así había cientos de personas. 

A la hora de inicio del toque de queda, a las 01.00 horas, la mayoría de los concentrados han seguido haciendo botellón o conversando en la arena y se han ido levantando y marchando a medida que se acercaba el dispositivo. Hacia las 01.30 horas, la playa estaba prácticamente vacía.

La Guardia Urbana de Barcelona ha desalojado este viernes por la noche a un total de 4.357 personas que no respetaban el toque de queda en la capital catalana.

Acto seguido ha sido el turno de los equipos de limpieza, que han iniciado la recogida de basura y han rociado con agua la plaza del Mar y otros puntos peatonales.

Entre los grupos de personas que estaban de fiesta o bebiendo en la arena este viernes por la noche, sobre todo predominaban los extranjeros. Algunos de ellos aseguraban desconocer que se había reinstaurado un confinamiento nocturno.

Decenas de furgones de los Mossos y de la Guardia Urbana han participado en el dispositivo y también han actuado a pie de arena para desalojar a los grupos.

El operativo de la playa de la Barcelona se ha hecho sin incidentes destacables y agentes de la Policía Local han procurado que los concentrados no fueran atravesando el barrio de la Barceloneta por medio para evitar molestias a los vecinos.

La técnica principal por el desalojo ha sido la presencia de vehículos policiales, tanto en la calle como en la propia arena de la playa. Ante los furgones, los agentes en hilera iban barriendo el personal e indicando a los concentrados que se fueran a casa.

ACN

El toque de queda, reclamado por parte del mundo municipal para hacer frente a la ola de contagios por la Covid-19, ha entrado en vigor este viernes por la noche en 161 municipios, entre ellos Barcelona, y estará vigente al menos una semana. 

La población tendrá que permanecer en sus casas de 01.00 a 06.00 horas en los municipios de más de 5.000 habitantes y con una incidencia acumulada de la pandemia superior a 400 contagios por cada 100.000 habitantes.

La noche de este viernes en la Comunidad Valenciana

Las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado han desalojado esta noche varios botellones en la Comunidad Valenciana, uno de ellos de unas 1.000 personas en Torrevieja (Alicante), y han impuesto 61 sanciones en la provincia de Valencia por incumplimiento de las restricciones de movilidad nocturna.

Los agentes despejaron las zonas de afluencia de personas sin incidencias destacables en el primer viernes con toque de queda en 32 municipios de la Comunidad Valenciana, según ha informado la delegada del Gobierno, Gloria Calero.

En la provincia de Alicante, la actuación más destacada se produjo en Torrevieja, en la comarca de la Vega Baja, donde en torno a las 02.00 de la madrugada, en la zona de las piscinas naturales, la Policía local informó de un macro botellón de unas 1.000 personas. Al lugar acudieron varias patrullas de la Guardia Civil y desalojaron la zona.

También en diferentes localidades alicantinas se organizaron botellones, pero con un reducido número de personas, que fueron desalojadas o dispersadas por las patrullas, mientras que en Castellón la noche se ha desarrollado con normalidad y sin incidencia de botellones.

En Valencia, en la zona de la Plaza de Honduras, donde habitualmente se reúnen multitud de jóvenes, no se detectó afluencia masiva de personas. La Policía Nacional envió varias patrullas para realizar una presencia activa y, a la hora del toque de queda, la zona quedó desalojada sin incidentes.

La Policía Nacional ha interpuesto 61 sanciones por incumplimiento de las restricciones de movilidad nocturna en la provincia de Valencia, de ellas 18 en Valencia ciudad, ocho en Gandía, siete en Mislata, seis en Paterna, 14 en Burjassot, tres en Quart de Poblet y cinco en Xirivella.

La Delegación del Gobierno recuerda que la Generalitat Valenciana ha decretado el toque de queda en 32 localidades.

Este es el primer fin de semana en el que está prohibida la movilidad nocturna en estos municipios después de que el Tribunal Superior Justicia de la Comunidad Valenciana diera su visto bueno a la medida para reducir los contagios.

Tal y como acordó la delegada del Gobierno con el president Ximo Puig tras una reunión en el Palau de la Generalitat, la Delegación ha reforzado los turnos de noche de la Policía Nacional y Guardia Civil para incrementar la vigilancia y garantizar el cumplimiento de las medidas.

Gloria Calero ha agradecido el trabajo de las agentes y su compromiso con la ciudadanía para evitar la propagación del virus.