Cada 17 de enero, miles de personas acuden con sus animales no humanos a las iglesias de sus localidades para recibir la bendición de San Antonio Abad, el santo patrón de los animales.
Antonio Abad nació en Egipto en el siglo III y se dedicó a la vida eremítica, es decir, a vivir en soledad y austeridad en el desierto como monje cristiano católico. Allí, según cuenta la tradición, tuvo que enfrentarse a las tentaciones del demonio, que se le aparecían en forma de animales feroces y de mujeres. Sin embargo, el relato sostiene que Antonio Abad no se dejó engañar y resistió a base de oraciones y de fe.
San Antonio Abad, o San Antón, murió un 17 de enero a los 105 años y fue enterrado en un lugar secreto por sus discípulos. Su iconografía lo representa como un hombre anciano, con un hábito marrón, un bastón y un cerdo a su lado o a sus pies. En ocasiones el cerdo representado es la especie domesticada y en otras ocasiones se trata de un cerdo salvaje.
Su origen como patrón de los animales
La leyenda alrededor de San Antonio Abad recoge varios encuentros con animales que sirvieron para darle su patronato. Entre ellas, se cuenta que un cuervo que alimentaba a un famoso ermitaño con una hogaza de pan, dio la bienvenida a Antonio Abad con dos hogazas.
A la muerte de este ermitaño en el sur de Egipto, la leyenda también cuenta que San Antón contó con la ayuda de leones y otros animales para enterrar a su amigo. Hay otra narrativa que relata que una jabalina (hembra del jabalí) se acercó a San Antonio con sus jabatos, todos ciegos. Este los curó y la madre, en gratitud, se convirtió en su animal protector y le defendía de cualquier peligro.
Durante la Edad Media, la orden de los Antonianos, fundada en su honor, adquirieron el hábito de criar cerdos en las ciudades y de que estos anduvieran sueltos por las calles, donde los alimentaban los vecinos. Posteriormente, estos animales se utilizaban como alimento en hospitales y hospicios o se subastaban para financiar los gastos de la congregación.
Tras estas y otras historias ligadas a sus experiencias con animales, la fábula acerca de la vida de Antonio Abad afirma que su gran sabiduría procedía de observar a los animales y del amor que sentía por la naturaleza.
La tradición en España
El día de San Antonio Abad es una tradición muy arraigada en España desde el siglo XVII y probablemente procede de una celebración anterior conocida como ‘rey de los cochinos’, una festividad de origen madrileño pero que se extendió por toda la península ibérica.
Durante la celebración litúrgica de San Antón el momento más esperado es la bendición de los animales, que se realiza en las puertas de las iglesias o en lugares habilitados para ello. Los dueños llevan a sus mascotas, desde perros y gatos hasta caballos, conejos y gallinas, para que el sacerdote les desee salud y bienestar. Se trata de un gesto de agradecimiento y de reconocimiento de la dignidad de los animales y donde los creyentes consideran que esta bendición protege a sus animales de enfermedades y de otros peligros.
Es especialmente relevante la concentración de cuidadores y animales en la Iglesia de San Antón en Madrid, donde cada 17 de enero los vecinos de la capital forman enormes colas para que los sacerdotes otorguen la famosa bendición a los animales. También en Madrid se celebran las llamadas Vueltas de San Antón, donde cuidadores y animales desfilan alrededor del templo religioso.
Para conocer el programa de la celebración de San Antón 2024 en Madrid, se puede visitar la página oficial de Turismo haciendo clic aquí.
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