Los 'smartwatches', capaces de salvar vidas: "No me dio un infarto porque recibí una alarma sobre mi pulso"

Luis realizándose una electrocardiografía con su reloj inteligente.
Luis realizándose una electrocardiografía con su reloj inteligente.
CEDIDA
Luis realizándose una electrocardiografía con su reloj inteligente.

Cuando escuchamos hablar sobre avances médicos tendemos a visualizar grandes máquinas o tratamientos sofisticados, pero hay herramientas al alcance de nuestra mano capaces de salvarnos la vida. Un gran ejemplo de ello es la tecnología de realización de electrocardiogramas de los relojes inteligentes, una apuesta prometedora de la ciencia para el diagnóstico temprano y la prevención de infartos.

Luis, de 57 años, fue alertado mientras dormía por su reloj de que "algo andaba mal".  "Me saltó una alarma sobre que mi pulso estaba siendo 'inestable' y que me dirigiese con rapidez 'al centro médico más cercano'. Hice caso y puedo decir que, gracias a ello, hoy sigo en este mundo. La arritmia que estaba sufriendo podría haberme provocado un infarto", narra. Gloria, de 59 años, vivió algo parecido al sentir una "sensación de ansiedad repentina" que hizo saltar la notificación de que estaba padeciendo "fibrilación auricular".

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo y, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), provocan 17,9 millones de fallecimientos cada año. En España, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), hubo un total de 120.572 fallecimientos por enfermedades cardiovasculares en 2022, convirtiéndose en la primera causa de muerte en el país. El cardiólogo Miguel Ángel Cobos, que descubrió que con un Apple Watch se puede realizar un electrocardiograma completo, explica a 20minutos que "los relojes se han convertido en una herramienta extraordinaria que facilita el trabajo de los médicos y previene muchos infartos y enfermedades del corazón".

Igual de válidos que un electrocardiógrafo

El doctor Cobos asegura que "las electrografías de estos relojes son igual de válidas que las de un hospital". "Una de mis estudiantes diagnosticó un infarto a una vecina de un pequeño pueblo de Castilla y León donde el electrocardiógrafo de emergencias no funcionaba. Gracias a esto la llevaron al hospital de Salamanca, donde están preparados para tratar infartos. Si no hubiesen contado con el Apple Watch, la habrían trasladado al hospital más cercano, el de Ávila, donde no contaban con las herramientas necesarias y las cosas habrían acabado de forma muy distinta", cuenta el especialista.

Los smartwatches cuentan con una precisión del 93 al 95% para identificar y distinguir los distintos tipos de ataques cardiacos, según un estudio de Harvard publicado en la revista científica JAMA Cardiology. Pero, tal y como aclara el doctor Cobos, las fabricantes "aún no se atreven" a que sus relojes alerten de un infarto porque "son muy conservadoras con los temas médicos". El propio Apple te avisa de que "no detecta infartos de miocardio", pero "igual que no los diagnostica un electrocardiógrafo, sino un médico que interpreta los resultados y decide cómo tratar la afección".

Manuel Anguita, portavoz de la Sociedad Española de Cardiología, asegura que "lo que más avanzado está en este ámbito es la detección de arritmias" porque el electrocardiograma que realiza el reloj es "de una única derivación" cuando "normalmente los electrocardiógrafos tienen 12 derivaciones". "Los dispositivos de muñeca sirven para seguir el pulso y alteraciones del ritmo cardiaco y dar avisos si detecta que algo se sale de lo normal, de momento no detectan un dolor de pecho", aclara el especialista.

No obstante, ambos especialistas coinciden en que, al ritmo al que están avanzando estos dispositivos, en poco tiempo serán capaces de alertar de ataques al corazón y especificar de qué tipo son. Respecto al margen de error de las mediciones de estos relojes, Miguel Ángel Cobos lo considera "mínimo" e igual de grave que el de "cualquier máquina de un centro sanitario". 

Para pacientes diagnosticados y por diagnosticar

Gloria cuenta que le regalaron el reloj inteligente por Navidad porque "iba a retomar el deporte" y quería registrar su actividad física diaria, pero que nunca se habría imaginado que este le fuese a salvar la vida. "Asistí a un centro de salud a raíz de la notificación y finalmente me diagnosticaron una insuficiencia cardiaca que a la larga podría haberme provocado un paro mortal", continúa. Aún así, recomienda "no obsesionarse con las mediciones" porque después de la alerta se tomaba el pulso "constantemente" y esto le provocaba "muchos nervios".

El doctor Anguita destaca la eficacia de estos dispositivos en la detección de la fibrilación auricular, "una arritmia muy peligrosa que provoca coágulos y, con ellos, trombos". "Si ya has sido diagnosticado de fibrilación anteriormente, no hace falta que acudas a urgencias, pero si no, en estos casos es mejor pasarse de precavido que quedarse corto". Sin embargo, Anguita se muestra más preocupado con la "toma obsesiva del pulso" que expone Gloria. "Aquí entra el trato cercano con el paciente y la explicación que le da el médico sobre su diagnóstico. Si ya has ido al médico y estás controlado, hay que intentar no volverse compulsivo", recomienda.

El portavoz concluye asegurando que llevar un smartwatch es muy positivo "para pacientes diagnosticados y por diagnosticar""Para los diagnosticados con algún tipo de arritmia irregular significa una supervisión constante porque, la mayoría de veces, estas arritmias inesperadas no pillan en urgencias. Si cuentan con un reloj, se registran el pulso en ese momento y esta medición se puede convertir en un archivo y remitirlo al cardiólogo. Para los no diagnosticados puede suponer una detección temprana decisiva", asegura.

Utilizados hasta por los más conservadores

Respecto a cómo están integrando los sanitarios estos dispositivos en sus consultas, Miguel Ángel Cobos comenta que, aunque los médicos suelen ser "conservadores" con la tecnología, generalmente aplauden la utilización de los relojes porque "facilitan mucho el trabajo". Luis coincide con el doctor y asegura que los cardiólogos que se ha encontrado le felicitan "por llevarlo puesto". "Cuando detecta que estoy teniendo un pulso irregular me realiza una electro automática. Mi médico está encantado porque lo conecta al ordenador y tiene acceso a mucha más información que si no lo llevase", explica. 

Como avanzaba el cardiólogo Anguita, las mediciones de pulso que llevan a cabo estos dispositivos de forma automática cuando se detecta un ritmo irregular, son convertibles en archivos que pueden ser fácilmente remitidos a los médicos. Esto supone un avance tanto en el diagnóstico como en el descarte de cardiopatías y una descongestión de las urgencias y de las listas de espera para acceder a este tipo de pruebas.

Luis tenía un diagnóstico anterior por hipertensión, pero no se compró el reloj por ese motivo. Ahora, sabiendo la función que es capaz de cumplir, se lo recomienda "a todo el mundo con o sin patologías previamente detectadas". El doctor Anguita y el doctor Cobos se suman a esta recomendación: "Es algo que se debe conocer más porque, aunque aún no avise de un ataque al corazón, puede sacar a la luz una cardiopatía y que la detección de esta evite un infarto y te salve la vida"

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