En 2023 se cumplen casi tres años desde que la Junta puso en marcha la Unidad Aceleradora de Proyectos (UAP). Fue anunciada en 2019, pero debido al parón del coronavirus no comenzó su andadura hasta finales de 2020. 

Una iniciativa pionera en la Administración para agilizar la gestión de proyectos estratégicos en Andalucía y que se ha convertido en uno de los programas estrella del Gobierno de Juanma Moreno. De hecho, otras regiones ya la han replicado o están en ello, como Madrid o Baleares. 

Un éxito que corroboran las cifras. Desde que inició su andadura, la UAP ha impulsado 126 proyectos, englobados en 75 iniciativas, con una inversión de más de 12.500 millones de euros y la generación, a fecha de hoy, de 47.342 empleos en la región. Unos datos que rápidamente se quedan obsoletos por la celeridad con la que se incorporan nuevos proyectos. 

De ellos "nueve tienen como objetivo la producción de hidrógeno verde en Andalucía y llevan aparejada una inversión que supera los 1.800 millones, así como la generación de más de 6.000 puestos de trabajo", destaca el consejero de Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz, a cuya Consejería está adscrita la UAP.

De hecho, hace tan solo unos días, la Junta dio a conocer uno de los últimos proyectos asignados a la aceleradora, consistente en la producción de hidrógeno verde renovable en la provincia de Huelva, promovida por Iberdrola, proyecto que contempla una inversión de 1.150 millones de euros e implicará la creación de casi 3.350 puestos de trabajo. 

En esta misma provincia, en Palos de la Frontera, Cepsa va a construir un nuevo complejo de producción de biocombustibles de huella de carbono neutra, que contempla una inversión de 1.000 millones y supondrá la creación de 1.600 empleos en la fase de construcción. 

A estos se suman otros macroproyectos, como la ampliación del parque empresarial Consentino, en Almería; el nuevo hospital de Málaga; la construcción de una planta de reciclaje de material eléctrico de Atlántic Cooper; y otros de grandes multinacionales, como Repsol o Airbus. También destaca la nueva planta de heparinas de Rovi, en Granada, que fue el primer proyecto asignado y finalizado de la UAP.

Proyectos públicos y privados

A la unidad llegan tanto proyectos de capital privado como público. En este último caso, son licitados por la administración para que su diseño, ejecución o gestión sean llevados a cabo por empresas. 

En general, la mayoría pertenecen al sector industrial y al de energías renovables, lo que contribuye al cambio en el perfil económico de Andalucía. Pero también destacan otros sectores, como el turístico, el minero, el sanitario y el comercial, entre otros. 

Proyectos por provincias

Por provincias, Cádiz encabeza la lista con 16iniciativas asignadas a la UAP, seguido de Córdoba, con 12, y Sevilla, con 11. Le siguen Málaga y Huelva, con diez cada una; Almería, con seis; Jaén, con cinco; y Granada, con tres. Además de dos iniciativas multiprovinciales, hasta alcanzar las mencionadas 75.

Agilidad y eficacia

La UAP está compuesta por una dirección general, un coordinador de la unidad y funcionarios de alto nivel. Su misión, como destaca el consejero, es "lograr que los proyectos puedan tramitarse ante la administración autonómica con agilidad y eficacia, y al mismo tiempo atraer nuevas inversiones en nuestra comunidad autónoma". Evitando así que las entidades promotoras se fueran a otras regiones desmotivadas por las dificultades que encontraban, según la Junta, en la tramitación administrativa de sus proyectos. 

De hecho, en el año 2019 Andalucía estaba a la cola en inversión nacional y exterior. Actualmente, es uno de los destinos preferentes para la inversión de empresas extranjeras, solo por detrás de Madrid, Cataluña y País Vasco. 

La Aceleradora de Proyectos andaluza suma ya más de 24.000 empleos y una inversión privada de 7.000 millones

Para revertir la situación ha sido necesario "cambiar la imagen de la Administración" a través de valores que promueven la "racionalización, agilización y simplificación en los procedimientos; profesionalidad y especialización; así como transparencia e innovación", destaca el consejero del ramo, Antonio Sanz. Y a una visión que garantiza el "respeto al medio ambiente" y fomenta la "innovación" y el "progreso económico y social de nuestra comunidad", abunda. 

Funcionarios "de élite" para agilizar la administración.

Las empresas pueden acceder a este servicio por dos vías. La primera depende de que se declare el proyecto de interés estratégico a través de la Secretaría General de Economía. Para ello, deben concurrir una serie de factores, como la dinamización de un área despoblada, innovación medioambiental, fomento del turismo en determinadas zonas o generación de empleo en zonas deprimidas. 

La segunda vía es a través de acuerdo de Consejo de Gobierno. Esta implica que la actuación cuente con una inversión mínima de 25 millones y genere al menos 50 puestos de trabajo. En ambas se logra el impulso preferente y urgente de los trámites administrativos de la Junta y la coordinación, seguimiento y tutela de un coordinador de proyectos.

Más de una veintena de altos funcionarios dela Junta trabajan en la UAP, la mayoría a tiempo parcial en cada una de sus consejerías. Pero cinco de ellos lo hacen a tiempo completo. Son los llamados project mánagers, que cuentan con formación universitaria multidisciplinar, idiomas y experiencia profesional en el sector público y privado. Son los enlaces entre la administración y las empresas. 

Esta "unidad de élite", como la denomina el presidente, Juanma Moreno, tiene la misión de acompañar a los empresarios en todo el proceso desde que entran en contacto con la Junta. Si los proyectos son declarados de interés estratégico (vía 1), la primera función, previa a la asignación de proyectos, es la de recabar informes en el plazo de un mes de todas las consejerías involucradas y, en base a ellos, emitir un informe técnico en el plazo de diez días. 

El siguiente paso es agilizar la tramitación de los proyectos, que consiste en la organización de reuniones técnicas e institucionales, la elaboración de un cronograma consensuado por las partes, el estudio de la normativa aplicable, un seguimiento diario de cada proyecto, el apoyo en la resolución de problemas, la visita a las instalaciones de la entidad promotora, la coordinación de todas las consejerías implicadas, las gestiones con otras administraciones públicas o la actualización del estado de los proyectos. 

Además, estos altos funcionarios también mantienen reuniones con entidades promotoras interesadas en que sus proyectos sean asignados a la UAP y, por último, sobre ellos también recae la rendición de cuentas, con la elaboración de informes de cifras de inversión, empleo y estado de tramitación.

Se trata, en palabras de Sanz, de "una nueva forma de trabajar en la Administración pública, cercana al emprendedor y basada en la dirección por objetivos y el trabajo colaborativo, contribuyendo así a la modernización de la función pública andaluza". En definitiva, hacen que parezca fácil lo difícil: desentrañar toda una maraña burocrática para impulsar, coordinar y agilizar la tramitación administrativa de los proyectos que le son asignados. Es la ‘joya de la corona’ de la Junta y ha llegado para quedarse.