Los partidos se reconfiguran y asoma el 'bibloquismo': así ven las encuestas el 28-M

  • Los sondeos ven un auge de la derecha, aunque el PSOE conservaría territorios junto a Podemos y los regionalistas.
  • El PP mantendría Madrid y Murcia con el apoyo de Vox y podría hacerse con Comunidad Valenciana o Canarias.
Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, en sus respectivos mítines de Sevilla y Zaragoza.
Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, en dos de sus mítines.
EFE
Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, en sus respectivos mítines de Sevilla y Zaragoza.

El próximo domingo 28 de mayo, los españoles de cada región y municipio decidirán su voto en las urnas. El PSOE se juega la permanencia en 9 de las 12 Comunidades Autónomas en las que se celebran elecciones -sobre todo en territorios clave como los archipiélagos, Castilla-La Mancha, La Rioja, Aragón o la Comunidad Valenciana-. El PP gobierna en la Comunidad de Madrid y en la Región de Murcia y aspira a reeditarlos y a recuperar el poder en esas regiones clave. En la recta final de la campaña, las encuestas publicadas en el plazo indicado por la ley indican tres factores de cambio fundamentales con respecto a las elecciones de 2019.

En primer lugar, la reconfiguración del sistema de partidos. Si en 2015 se produjo la ruptura del bipartidismo con la irrupción de Podemos y Ciudadanos y en 2019 se transitó hacia un sistema de pluralismo polarizado con el surgimiento de Vox, ahora se está consolidando la política de bloques. Es decir, el votante -que busca la estabilidad a largo plazo- vuelve a establecer sus preferencias políticas en torno al tradicional eje izquierda-derecha, como en el bipartidismo, pero con una oferta política mucho mayor dentro de un sistema ‘bi-bloque’.

En segundo lugar, estas elecciones pueden traer cambios en el reparto de mayorías absolutas y la necesidad de articular pactos en ambos bloques en varios territorios. En el de la derecha, el derrumbe electoral de Ciudadanos -motivado por los vaivenes de sus decisiones políticas y el desgaste y renuncia de sus líderes- permite al PP recuperar el voto perdido y deja el espacio libre a Vox como socio obligado de Gobierno del partido de Feijóo. En el de la izquierda, la tensión interna entre los miembros de la coalición y la controvertida gestión de leyes como la del 'solo sí es sí’ afectan al Ejecutivo y sobre todo a Podemos, cuyo nivel de desgaste o subsistencia se medirá en todo el territorio. Esto hace que el PSOE deba contar más que nunca con el apoyo de los partidos regionalistas o nacionalistas en la mayoría de las autonomías para mantener el poder. Por tanto, no es tan importante quién gana las elecciones sino quién puede formar Gobierno.

En tercer lugar, y como consecuencia de lo anterior, los datos demoscópicos señalan que la derecha está recuperando terreno a nivel autonómico. Se espera que el PSOE mantenga Asturias, con el apoyo de Podemos e IU, y Extremadura, donde el barón Guillermo Fernández Vara sería el más votado, aunque podría perder su mayoría absoluta. En el resto de territorios tendrá que pactar con los regionalistas para sostener el Gobierno. En Navarra, debería reeditar el acuerdo de investidura con el apoyo de EH Bildu mientras que en Cantabria el final de ciclo del regionalista Revilla abre el escenario.

No hay suspense en las comunidades de Madrid y de Murcia, donde el PP roza la mayoría absoluta y contaría con el apoyo de Vox para formar gobierno.

Otros territorios clave están más disputados. La derecha tiene opciones en los feudos de Castilla-La Mancha donde, según los sondeos, el más votado será el barón Emiliano García Page, que podría tener que ceder el gobierno a favor de una posible mayoría PP y Vox; en La Rioja, donde el PP se quedaría cerca de la mayoría absoluta con Vox, y en la Comunidad Valenciana y la ciudad de Valencia. Recuperar o mantener los Ejecutivos de izquierdas liderados por Ximo Puig (PSOE) y Joan Ribó (Compromís), afectados por los problemas internos de Mónica Oltra, será la gran prueba de fuerza o debilidad para Sánchez y Feijóo. Algo parecido ocurriría en Canarias con la corrupción del 'caso Mediador ', que perjudicará al PSOE, dejando en manos de Coalición Canaria -empatada con el PP- la llave de un gobierno de derechas en el que entrase el partido de Abascal. 

Muy abierta está la situación en Aragón, donde el antisanchista Javier Lambán tendría que reeditar su pacto de investidura con Podemos y los regionalistas -como el partido de la España Vaciada Aragón Existe que será la llave de Gobierno- o dejar el gobierno si se produce la mayoría

absoluta PP-Vox que asoma en los últimos sondeos. En Baleares, otro territorio de la antigua Corona de Aragón, el PSOE tendría al alcance un acuerdo con los regionalistas de Mès y El Pi, aunque el bloque de derechas se quedaría a sólo un escaño.

Además de en Valencia, el 28-M será también un test de fuerza para los grandes partidos a nivel municipal. En Sevilla, el alcalde socialista Antonio Muñoz Martínez podría llegar a la mayoría absoluta con Podemos, pero el PP le pisa los talones. En Barcelona, el PSC se beneficia de la caída de ERC y está en cabeza de las opciones para conseguir el Ayuntamiento, con el apoyo de ERC y el partido de Ada Colau, aunque la alcaldesa sigue siendo una candidata con opciones de gobernar.

A menos de seis meses para las elecciones generales, el resultado de estos comicios tendrá un efecto contagio para las generales. En esta campaña, la derecha juega a atacar para recuperar el poder –con el lema "derogar el sanchismo"- y la izquierda, a defender para mantenerlo, con la fuerza que dan las medidas del Consejo de Ministros. Por tanto, si el giro a la derecha se produce a nivel autonómico, el relato del vencedor puede operar como crónica de una victoria anunciada para Feijóo, mientras que, en caso contrario, la izquierda tendría argumentos para contener su caída. El 28-M se comprobará el alcance del ‘efecto Feijóo ' -la percepción de una gran parte de los votantes como líder moderado y con capacidad de gestión-. Y cómo afecta la división en la izquierda tras la irrupción de Sumar -que relevaría a Unidas Podemos como cuarta fuerza si ambas fuerzas no concurren unidas-. Como señalan las últimas encuestas –y entre ellas la realizada por DYM en abril para 20minutos-, la posibilidad de que se consume un ciclo de cambio liderado por Alberto Núñez Feijóo con el apoyo de Vox -y, en todo caso, de algún partido regionalista- es una hipótesis cuya fortaleza real se verá el 28-M.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento