El presidente de Vox, Santiago Abascal, plantea la moción de censura contra Pedro Sánchez, que encabezará el economista Ramón Tamames, como un duelo PSOE-Vox para arrinconar al PP y arrebatarle el liderazgo de la oposición o, como mínimo, restarle apoyos para condicionar los pactos tras las elecciones.

Desde Vox, saben antes de presentarla que la tienen perdida, aunque se afanen en repetir que no está todo vendido, pero creen que ganan forzando el debate por ser, según sus palabras, el único partido que planta cara al "ilegítimo" y "autócrata" Sánchez.

"Ahora sólo está el PSOE y Vox", dicen para poner en evidencia a un PP que creen que "le compra todo" a los socialistas, sigue sus políticas sin rechistar y desde el principio quiso quedarse al margen apuntando hacia la abstención de los suyos.

"Ahora sólo está el PSOE y Vox"

Un desmarque que el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, basa en que se trata de un "show político" que solo contribuirá a dar una victoria parlamentaria al Gobierno.

Y aunque respeta la decisión personal de Ramón Tamames de encabezar la moción como candidato independiente a la Presidencia y con el único objetivo de convocar inmediatamente elecciones generales, considera que Vox actúa "con poco respeto".

"España hay que tomársela un poquito más en serio que simplemente ir un par de tardes al Congreso, con alguien que sabe que no va a ser presidente y un partido al que se le ha ocurrido incrementar el show", afirmaba este jueves el presidente del PP.

Moncloa asegura que Sánchez se tomará "en serio" la moción con Tamames y la utilizará para enfrentar sus políticas a las de Vox

Excusas, excusas y más excusas responden desde Vox, que registrará formalmente la moción este próximo lunes a mediodía en la Cámara baja, más de dos meses y medio después de que Abascal anunciara su intención de censurar a Sánchez a raíz de la eliminación del delito de sedición y la reforma de la malversación en el Código Penal.

Lo hará pese a la incredulidad generada en las últimas semanas, porque lo ve como una oportunidad, al igual que cuando presentaron la primera en octubre de 2020, de liderar la agenda política, en la que ha bajado enteros desde la abrupta salida de Macarena Olona del partido.

Persiguen centrar la atención con la meta final de frenar el ascenso de los populares en las encuestas y la apuesta de los electores por el voto útil y amarrar con firmeza la posibilidad de ser determinantes en la formación de futuros gobiernos y no quedarse en la irrelevancia como ocurrió con la candidatura de su exdiputada en las andaluzas.

Para ello tratarán de hacer ver en el debate, cuya fecha de celebración decidirá la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, que solo hay dos opciones: el PSOE o Vox.

Una dualidad que tampoco ven con malos ojos para apartar al PP desde el Gobierno, que ha instado a tomarse en serio la moción al considerar que permitirá contrastar el modelo "progresista" de la coalición y el modelo de "defensa de los poderosos" que a muchos aún les cuesta ver reflejado en el veterano comunista Ramón Tamames evolucionado a sus 89 años a candidato de derechas.

Él se exculpa diciendo que coincide plenamente con Vox en su adhesión a la Constitución, la monarquía parlamentaria y a la unidad de España y en que el Ejecutivo pretende dominar a los poderes judicial y legislativo.

Su determinación de encabezar la que será la sexta moción de censura de la democracia, y la primera que encabeza un candidato fuera de la política activa, permitirá tanto al PSOE como a Vox tratar de poner de manifiesto "quién está con Sánchez y quién no".

Y es que en Vox defienden que en la oposición realmente solo quedan ellos. 

Descubren una predicción de hace 21 años en 'Cuéntame' sobre Ramón Tamames: "Doña Herminia es nuestra Nostradamus"