Podemos, ERC, Bildu y el PDeCAT salvan la ley de bienestar animal pese a la exclusión de los perros de caza impuesta por el PSOE

  • El PDeCAT suma sus votos a los aliados del Gobierno para sacar adelante la reforma penal que acompaña la norma.
  • Unidas Podemos y los socios cargan duramente contra el PSOE por excluir, junto a PP y Vox, a los perros de caza de las medidas de protección.
La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, interviene en el pleno del Congreso.
La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, interviene en el pleno del Congreso.
EFE
La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, interviene en el pleno del Congreso.
La ley de Bienestar Animal saldrá adelante en el Congreso finalmente sin incluir en la norma a los perros de caza.
Atlas

La ley de bienestar animal, que ha estado en el alambre hasta el último minuto, salió finalmente adelante en el Congreso. Y lo hizo gracias a que Unidas Podemos, ERC y EH Bildu han renunciado a derribarla pese a que la norma no protegerá a los perros de caza por decisión del PSOE, que este jueves volvió a votar junto a PP y Vox en contra de incluir a estos animales como beneficiarios de las medidas de protección que recoge la norma. El texto contó con el apoyo de 174 diputados y el rechazo de 167 (PP, Vox, PNV o Más País), y la parte penal de la ley, la que recoge los nuevos delitos de maltrato animal, salió adelante gracias al apoyo imprescindible del PDeCAT, además de los de los habituales aliados del Gobierno.

Pese a que han cedido para no torpedear la ley y evitar que cayera, tanto Unidas Podemos como ERC y EH Bildu se mostraron muy críticos con la decisión del PSOE tanto de excluir a los perros de caza del ámbito de aplicación de la ley como de sustituir por multas las penas de cárcel inicialmente previstas para los delitos más graves contra los animales. Precisamente esta segunda enmienda fue la que puso en jaque que la segunda parte de la ley animal, la reforma del Código Penal para incluir estos delitos, saliera adelante, ya que los habituales socios parlamentarios del Gobierno se oponen frontalmente a esta rebaja de las penas.

No obstante, tras unas últimas horas de negociación frenéticas, este jueves por la mañana ERC y EH Bildu confirmaron que evitarían que la ley cayese, pese a que en los últimos días habían asegurado tajantemente que no aceptarían un texto en el que se excluyera a los perros de caza de las medidas de protección. Por su parte, el desbloqueo de la reforma penal que acompaña a la norma se confirmó durante el debate, ya que el PDeCAT anunció por boca de su diputado Genís Boadella que votaría en contra de la ley de bienestar animal, pero a favor de incluir en el Código Penal los nuevos castigos para los maltratos más graves.

Finalmente, esa segunda parte de la ley, la reforma penal, salió adelante de manera algo más holgada de lo esperado: al Gobierno le sobraron tres votos, cuando pensaba que iba a tener apenas los 175 escaños justos para aprobar los cambios en el Código Penal. Ahora ambos proyectos, tanto la ley de bienestar animal como la reforma penal que la acompaña, pasarán al Senado, donde se prevé una nueva batalla parlamentaria, dado que fuentes de uno de los grupos que prestaron un apoyo crítico a la ley este jueves aseguran que intentarán que el PSOE ceda y elimine la posibilidad de sustituir las penas de cárcel por multas en algunos delitos relativos al maltrato animal.

Con su paso a la Cámara Alta, la ley de bienestar animal encara la recta final de su tramitación, aunque es posible que tenga que volver al Congreso una última vez si el Senado introduce cambios en el articulado. Pero, pese a haber salido este jueves adelante, la agónica negociación de la ley ha dejado heridas en el seno del Gobierno: fuentes de Unidas Podemos denunciaban este jueves apenas unos minutos antes de la votación que la culpa de que los apoyos estuviera tan ajustados era de los cambios introducidos por el PSOE junto a PP y Vox en cuestiones como la exclusión de los perros de caza de las medidas de protección.

Críticas generalizadas al PSOE

De hecho, los reproches a los socialistas fueron la tónica general de los discursos de los grupos que terminaron apoyando la ley. La propia ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, aseguró lamentar "profundamente que se haya roto el consenso generado en el Gobierno para proteger los derechos de todos los animales, también a los perros de caza", y afirmó que la ley no llega "tan lejos" como le hubiera "gustado", aunque también defendió que "empezará a poner fin a la sensación de impunidad de la que han gozado los maltratadores de animales".

También fueron muy duras las palabras del diputado de ERC Joan Capdevila, que calificó de "vergüenza" y "caos" una tramitación que ha estado trufada de episodios de tintes berlanguianos. "¿Cómo puede ser que le hayan puesto ustedes impuestos a las petroleras y a los bancos y no hayan podido ustedes con el lobby de la caza?", se preguntó Capdevila —veterinario de profesión— mirando directamente a la bancada del PSOE, a la que espetó que "los animales ahora están menos protegidos porque el maltratador se irá de rositas pagando una multita".

"Hoy el PSOE tenía una oportunidad para rectificar y no lo ha hecho", criticó por su parte Iñaki Ruiz de Pinedo, de EH Bildu, que denunció que su grupo sigue "sin entender ni compartir la exclusión de los perros de caza" de la ley. "Si la mayoría de ellos son tratados bien, ¿qué problema hay en incluirlos?", se preguntó el parlamentario, que sin embargo justificó el apoyo de los abertzale a la ley asegurando que "proteger a los animales y darles un trato digno es una necesidad" y sosteniendo que la norma es "un paso en ese sentido, aunque se quede corto y quede mucho recorrido por delante".

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