El PSOE rompe en el último momento su pacto con Podemos para la ley de bienestar animal y pone en jaque su aprobación

  • Los socialistas defienden de nuevo excluir a los perros de caza de la norma después de pactar un confuso texto que abría la puerta a incluirlos.
  • La norma queda en el alambre tras varias horas de desconcierto en el Congreso y de vaivenes del PSOE sobre un acuerdo redactado por ellos mismos.
El portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Patxi López.
El portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Patxi López.
EUROPA PRESS
El portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Patxi López.

La ley de bienestar animal queda al borde del descarrilamiento cuando daba los últimos pasos para ser definitivamente aprobada. La situación en la que quedarán los perros de caza en la nueva norma lleva meses imposibilitando un pacto entre PSOE y Unidas Podemos, ya que los socialistas abogan por que estos canes queden excluidos de las medidas de protección que incluye la ley, mientras los morados rechazan rebajar sus garantías. Este miércoles, tras largas semanas de negociación, ambos grupos habían llegado a un acuerdo e iban a plasmarlo en la ley. Pero, en el último momento, el PSOE se echó atrás y volvió a su postura inicial, lo cual ha puesto en jaque la aprobación de todo el texto legal.

Lo sucedido entre el miércoles en el Congreso en relación a la tramitación de la ley de bienestar animal tuvo momentos dignos de la categoría de sainete parlamentario, aunque el origen del desencuentro tuvo lugar el martes por la noche. Tras semanas de negociación infructuosa, la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, y el titular de la Presidencia, Félix Bolaños, tomaron las riendas para intentar acordar de una vez un régimen para los perros de caza en la ley. Y, a última hora del martes, fuentes conocedoras de estas conversaciones aseguran que los ministros alcanzaron ese punto de encuentro.

PSOE y Unidas Podemos, por tanto, tenían un pacto cerrado, y este miércoles por la mañana los socialistas se lo enviaron por escrito a los morados para que lo ratificaran. Una vez vista la enmienda, Unidas Podemos le dio luz verde: el pacto, por tanto, ya era firme, y solo quedaba llevarlo a la ponencia de la ley de bienestar animal, votarlo e incluirlo en el proyecto, ya que las dos formaciones contaban con apoyos de sobra -los de ERC y EH Bildu, además de sus propios votos- para que su medida saliera adelante.

No obstante, según transcurrían las horas, las cosas comenzaban a estar menos claras. La enmienda pactada -que había redactado el PSOE- era extremadamente confusa y daba pie tanto a interpretar que los perros de caza quedaban excluidos de las medidas de protección de la ley como todo lo contrario: que a los perros de caza se les protegía igual que al resto porque la norma les consideraba animales de compañía con los mismos derechos que todos los demás. Y cuando fuentes de Unidas Podemos contaron a los medios de comunicación que estos canes quedarían incluidos dentro de la ley, el PSOE lo desmintió a los pocos minutos.

Horas de dudas y vaivenes

Entretanto, la ponencia que debía votar y aprobar la enmienda en el Congreso comenzaba su reunión. Pero lo que debía ser un mero trámite que se iba a solventar en unos minutos empezaba a alargarse ante la indecisión del PSOE, que durante varias horas se negó a firmar el acuerdo con Unidas Podemos que los propios socialistas habían redactado apenas unas horas antes. Fuentes del PSOE reconocían a posteriori que ese texto era tan confuso "que, tras diversas lecturas, podía generar una clara inseguridad jurídica". 

El problema, para los socialistas, es que una de esas interpretaciones abría la puerta a proteger a los perros de caza como al resto, una posibilidad ante la que los grupos cinegéticos llevan meses levantando la voz y que ha llevado a ministros como el de Agricultura, Luis Planas, a defender la exclusión de estos canes de las medidas de protección que recoge la ley de bienestar animal. Otro de los grandes defensores de hacer esta diferenciación ha sido el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, uno de los barones del PSOE más críticos con la coalición de los socialistas con Unidas Podemos.

Tras varias horas de indecisión, y pese a las dudas que les generaba, durante la tarde el PSOE finalmente accedió a firmar su propia enmienda junto a Unidas Podemos y ERC. El paso siguiente, según el uso parlamentario habitual, hubiera sido votarla en la misma reunión de la ponencia que estaba teniendo lugar en ese mismo momento. Pero, unos minutos después de suscribir la enmienda, los socialistas cambiaron de idea y decidieron no solo no apoyar su propio texto, sino retirarlo completamente para que ni siquiera pudiera ser votado.

La explicación del PSOE a estos vaivenes es que la enmienda que los propios socialistas redactaron y firmaron carecía de la "seguridad jurídica" suficiente porque daba lugar a dos interpretaciones radicalmente diferentes. Y, además, fuentes del PSOE cargaron contra Unidas Podemos asegurando que los morados se "precipitaron" al anunciar el "acuerdo", lo cual supone admitir que dicho pacto sí existía. Los socialistas aseguran, además, que no van a "dejar de lado al medio rural y a un sector tan relevante para la economía de nuestro país", y cargan sobre las espaldas de los morados "que esta ley salga adelante con un gran consenso que incluya al sector y el medio rural".

La ley, al borde del precipicio

No obstante, que esta ley termine siendo aprobada parece misión imposible, al menos tras lo ocurrido este miércoles. La Comisión de Derechos Sociales se reunirá este jueves en el Congreso para dar luz verde al texto que irá al Pleno de la Cámara Baja para su aprobación definitiva. Y el PSOE, tras romper su acuerdo con Unidas Podemos, ha vuelto a la posición que defendía en septiembre y que los morados rechazan taxativamente: la de excluir a los perros de caza de la ley. 

Los morados, por su parte, reclamaron por boca de la secretaria de Estado de Agenda 2030, Lilith Verstrynge, que el PSOE "reconsidere su decisión", algo que puede hacer reglamentariamente hasta este mismo jueves. De no hacerlo, no obstante, la aprobación de la ley de bienestar animal quedará en el alambre: Unidas Podemos se niega a revelar qué haría si el PSOE consigue imponer su posición sobre los perros de caza -algo que podría hacer con el PP-, pero parece muy complicado que los morados voten a favor de la aprobación final de la norma si incluye esta excepción. Y tampoco parece sencillo que los populares vayan a dar sus votos al Gobierno para sacar adelante la ley, por mucho que apoyen la postura del PSOE sobre los cazadores.

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