Irene Montero acusa al PSOE de "tocar el corazón de la ley trans" y promete que se "dejará la piel" en dejar el texto como está

La ministra de Igualdad, Irene Montero, interviene durante una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 2 de noviembre de 2022, en Madrid (España).
La ministra de Igualdad, Irene Montero, interviene durante una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 2 de noviembre de 2022, en Madrid (España).
Eduardo Parra / Europa Press
La ministra de Igualdad, Irene Montero, interviene durante una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 2 de noviembre de 2022, en Madrid (España).

"Nos vamos a dejar la piel para mantener la ley trans como está y que esas niñas y niños trans, esas infancias trans, puedan ver reconocidos sus derechos, tal y como nos mandata también el Tribunal Constitucional". Es el rotundo mensaje que la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha querido lanzar al PSOE ante las enmiendas registradas este lunes a uno de sus proyectos estrella. Tras admitir sentirse "preocupada" por las cerca de 50 modificaciones que sugieren los socialistas, Montero ha acusado a sus socios de Gobierno de haber "incumplido el compromiso de no tocar el corazón de la ley", es decir, la libre autodeterminación de género. 

En su extensa lista de propuestas de cambio del proyecto, los socialistas finalmente sí han decidido meter mano a algunos de los pilares del texto. Pese a que -en medio de toda la polémica que surgió cuando decidieron prorrogar hasta cinco veces el periodo de enmiendas en el Congreso-, prometieron no tocar la autodeterminación de género, sí lo han hecho en cierta parte, sugiriendo que, para el cambio registral de sexo de los menores de 16 años se requiera de una autorización judicial (requisito que en el articulado inicial está solo para los menores de 14 años). 

Así, una vez más, la ley trans vuelve a ser motor de reproches entre el PSOE y Unidas Podemos, al considerar los morados que están modificadas algunas de las claves de la norma que ya habían sido previamente pactadas y que consideran inamovibles. "Estoy enormemente preocupada por esas enmiendas del Partido Socialista. Así se lo he hecho saber, porque además han incumplido su compromiso de no tocar el corazón de la ley trans, que yo pacté con Carmen Calvo (en ese momento, la vicepresidenta del Gobierno), referido a la libre determinación de la autoidentidad de género para personas mayores de 18 años y también para los niños y para las niñas trans", ha lamentado este martes la titular de Igualdad en declaraciones a los medios desde la Cámara Baja. 

Así, y tras pedir a los socialistas que reculen y "retiren las enmiendas", la ministra Irene Montero ha prometido "dejarse la piel" para que la ley trans salga adelante. En esa línea, ha instado al PSOE a "no cometer una crueldad" poniendo en el centro del debate de la ley a las "infancias trans", que, aseguran, "sufren discriminación, violencia, incomprensión en sus entornos escolares y  muchas veces también en sus familias y en sus entornos más directos". 

"Vamos a trabajar con la mayoría feminista del Congreso para intentar que la ley salga antes de que acabe el año y sin un solo recorte en derechos, tampoco en infancias", ha concluido.  

El PSOE quiere autorización judicial para los menores de 16

Una de las modificaciones del PSOE se centra en las disposiciones relativas a los menores de edad. El texto actual contempla que los adolescentes de 14 a 16 años puedan hacer una rectificación registral únicamente con autorización parental o, de haber conflicto, mediante un mediador judicial. Para los de 12 y 14 años sí que exige una autorización judicial, aunque en todos los casos se eliminan los requisitos vigentes en la legislación actual que obligan a haber sido diagnosticado con "disforia de género" y haberse sometido a, por lo menos, dos años de hormonación.

Pues bien, la propuesta del PSOE endurece los pasos para los menores y eleva a los 16 años la condición de que, para que puedan cambiarse de sexo en el DNI o el pasaporte, requieran de un aval judicial. Los socialistas justifican este cambio amparándose en el informe del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que consideró que no era adecuado legitimar a los menores de entre 14 y 16 años para solicitar la rectificación de la mención registral del sexo con solo la autorización de los padres. El órgano consultivo sostuvo en su duro informe que, a esa edad, los menores carecen del "suficiente grado de madurez" y que se corre el riesgo de que su "situación de transexualidad no esté estabilizada".

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