Un mes de contagios disparados entre jóvenes: de no 'estigmatizar' al cierre de discotecas y toque de queda para ellos

Un grupo de personas que hacía botellón en la playa de la Barceloneta se levata ante la presencia de agentes de la Guardia Urbana, en una imagen del 29 de julio de 2020.
Un grupo de personas que hacía botellón en la playa de la Barceloneta se levata ante la presencia de agentes de la Guardia Urbana, en una imagen del 29 de julio de 2020.
ACN
Un grupo de personas que hacía botellón en la playa de la Barceloneta se levata ante la presencia de agentes de la Guardia Urbana, en una imagen del 29 de julio de 2020.

Hace justo un mes, los españoles estrenábamos por segunda vez la vida postpandemia sin tener que ir con mascarilla en espacios exteriores poco concurridos. Hacía casi dos meses que se había levantado el estado de alarma y, gracias a la vacunación, la situación parecía más o menos controlada. España había abierto sus puertas al turismo internacional con una incidencia de 100 casos por cada 100.000 habitantes y con poco más del 2% de las camas de los hospitales ocupadas por enfermos de Covid y el 6,92% de las UCIs, lejos del crítico 25%.

Pero llegó el fin de los exámenes y el fin de curso y los viajes correspondientes, los dos puntos de partida de la pronunciada escalada que desde entonces emprendió la curva de contagios que ha provocado una inesperada quinta ola a las puertas de un verano que debía servir para recuperar el sector turístico. En esta ocasión, es la población joven la que más se contagia y lo hace principalmente en circunstancias vinculadas al ocio. En menos de un mes, los contagios se han multiplicado por 7,5% entre la población de 20 a 29 años y un 6,6% entre quienes tienen 12 y 19, casi en la misma proporción que lo ha hecho la incidencia general del coronavirus -un 6,3%- impulsada por la población joven.

Evolución de la incidencia general, entre los más jóvenes y entre los más mayores en el último mes.
Evolución de la incidencia general, entre los más jóvenes y entre los más mayores en el último mes.
Carlos Gámez

El 29 de junio fue el día en el que el Ministerio de Sanidad empezó a publicar los datos de contagios diferenciados por franjas de edad, días después de que el director del CCAES, Fernando Simón, pusiera el foco en el peligro que representaban viajes de estudios y fiestas de final de exámenes. Quizá para incidir en ello, ese día los datos desagregados mostraron que la media nacional de casos de coronavirus era de 106 por cada 100.000 habitantes y que la incidencia acumulada (IA) era prácticamente marginal entre la población ya vacunada. Por ejemplo, la mayores de 80 años, el 100% con la pauta completa, era de 22 casos por cada 100.000 habitantes.

Incidencias hasta de 4.000

Las alarmas empezaron a sonar -o se se echó luz sobre ellas- entre los más jóvenes. El grupo de 12 a 19 años registraba una IA de 243 y el de 20 a 29 años, de 251. Casi 30 días después, la IA se ha disparado a los 1.883 casos por cada 100.000 jóvenes de 20 a 29 años y a 1.623 de 12 a 19, y hemos vuelto a ver IA de 2.000, 3.000 y hasta 4.000 en estas edades. En este tiempo, España ha dejado atrás el 4% de positivos en todas la PCR y pruebas de antígenos realizadas -el umbral que marca la UE para los territorios en 'verde'- y el viernes se situaba en un 15% de las pruebas realizadas con un resultado de infección por Covid.

Sanidad dejó en evidencia que el contagio de Covid se expandía particularmente entre los más jóvenes durante los días en el que el 'macrobrote' de Mallorca por la confluencia de viajes de estudios procedentes de una decena de comunidades hizo que los dedos apuntaran a la irresponsabilidad de los jóvenes. Gobierno y comunidades autónomas intentaron evitar las acusaciones contra una franja de la población que para ser justos, todavía no estaba vacunada porque había cedido el paso a otras mas mayores y más vulnerables al virus. "Estamos convencidos de que no es justo estigmatizar a este grupo de población porque han tenido un comportamiento ejemplar durante toda la pandemia", templó hace un mes la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón. "Sé que ellos también han puesto de su parte para que hoy estemos mejor, pero tienen que seguir siendo generosos, por ellos, por sus familias y por toda la sociedad", terciaba a principios de julio el presidente de Andalucía, Juanma Moreno.

Con el paso de los días, sin embargo, las llamadas a la "responsabilidad" de los más jóvenes han dado paso a medidas que han ido tomando los gobiernos autonómicos -con el aplauso del Ministerio y con permiso de los juecesenfocadas sin muchos miramientos a restringir el ocio de los jóvenes. Pocas semanas después de que acordarse la reapertura del ocio nocturno, muchas comunidades han dado marcha atrás. Cataluña, Comunitat Valenciana, Castila y León y Cantabria han cerrado o reducido el horario de pubs y discotecas, mientras vuelven a extenderse los toque de queda nocturnos para evitar que pueda seguirse la fiesta cuando cierran los bares.

La Comunitat Valenciana y Cataluña han obtenido luz verde de sus respectivos tribunales superiores de Justicia. Otros no -como Canarias o Navarra- y Andalucía espera en estos momentos autoridad judicial para prohibir estar por la cale de 2 a 7 de la mañana.  La prohibición de concentrarse en la playa por la noche y la 'persecución' de los botellones -prohibidos desde hace años- y otras fiestas se han extendido también por comunidades como País Vasco o Cataluña. Galicia ha sido la primera comunidad en aplicar la controvertida decisión de exigir el 'pasaporte Covid' o una PCR negativa para entrar en bares y discotecas.

Aumento de los ingresos

Con excepciones como la Comunidad de Madrid -que no se plantea de momento hacer restricciones adicionales- o Castilla-La Mancha -sin cifras de contagios tan alarmantes-, la tónica general es un repliegue de medidas que hace poco buscaban ir normalizando la vida. Cataluña, Castilla y León, Cantabria o Navarra han sido las comunidades más afectadas de una quinta ola, que con el paso de los días ha ido traduciéndose en lo que más temían las autoridades, que el aumento de los contagios provocara un aumento de los ingresos hasta llevar a la saturación de los servicios sanitarios de olas anteriores.

Así, cuando el 29 de junio la opinión pública tuvo datos oficiales de cómo estaban los contagios por edades, había 2.389 personas ingresadas por Covid en toda España, un 1,96% de las camas hospitalarias. En UCI, 620, lo que representa un 6,73%. El viernes pasado, eran 7.955 los ingresados (en el 6,64% de las camas disponibles) y había 1.292 personas en cuidados intensivos, un 14,1%. 

Con todo, el índice de letalidad de la pandemia ha descendido del 2,1%  sostenido de los últimos tiempos al 1,9% actual, a pesar de que también hay un evidente aumento de los casos de coronavirus entre las personas más mayores y ya vacunadas en su inmensa mayoría. Se debe a que las vacunas no son 100% efectivas y a que la pauta completa deja entre un 5 y un 10% de posibilidades de contagio. Hace unos días, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, confirmaba que solo el 5,5% de las personas que están ingresando en esta quinta ola tienen pauta completa, corroborando la tasa de efectividad.

Vacunación, doble rasero

Junto al contagio entre los jóvenes, la vacunación es el segundo gran factor de esta quinta ola. Por una parte, porque las cifras indican claramente que las vacunas están protegiendo a las personas que ya están inmunizadas. Con una IA general por encima de 600 arrastrada por los contagios de 12 a 29 años, la de los más mayores también ha subido, pero sigue claramente por debajo de la medida entre personas que por su edad serían especialmente vulnerables al virus. El viernes con una IA de 677 en toda España, entre los mayores de 80 era de 201; de 147 entre 70 y 79 y en torno a los 290 entre los de 60 a 69 y 50 a 59. La frontera la marcan los treinta y cuarentañeros, entre quienes va progresando la vacunación según el ritmo de cada comunidad.

Precisamente, el éxito de la vacunación ha aportado un elemento de competición por edades en el último mes. Sanidad advierte de que hay una doble curva, por encima y por debajo de los 40 años, y los responsables sanitarios empiezan ya a hablar de población inmunizada frente a no inmunizada. Lejos de las reticencias antivacunas que se dan en otros países, en España todos quieren vacunarse -el 95,3% lo ha hecho ya o lo hará en cuanto les toque, según el CIS- y esta diferenciación se ha convertido en el último mes en un agravio comparativo con el que muchos jóvenes responden a las acusaciones que reciben de no estar siendo responsables. Así, las comunidades han acelerado los pinchazos en la veintena e incluso en edades anteriores.

Golpe al turismo

Mientras España surfea su quinta ola -que también se deja sentir ya en otros lugares en Europa- importantes países emisores de turistas observan con atención y ya han empezando a tomar medidas que contribuyen a nublar la recuperación este verano del sector del turismo. 

Casi al mismo tiempo que el Reino Unido permitía volar a España a los vacunados sin obligarles a hacer una cuarentena a la vuelta, Bélgica y Francia recomendaban a sus ciudadanos buscar otros destinos. La semana pasada, Alemania puso a toda España en su lista de zonas de alto riesgo por Covid, de manera que a la vuelta es obligatorio hacer cuarentena de 10 días -de cinco, si se presenta PCR negativa-.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento