La odisea de hacerse con una piscina en la quinta ola de coronavirus: "Si quieres una, tendría que ser para noviembre"

Como es lógico, la residencia Baros también cuenta con una piscina privada en la que poder disfrutar de la paz y la tranquilidad del complejo. El precio oscila entre los 1.540 y los 2.745 dólares por noche.
Piscina privada
Baros Resort
Como es lógico, la residencia Baros también cuenta con una piscina privada en la que poder disfrutar de la paz y la tranquilidad del complejo. El precio oscila entre los 1.540 y los 2.745 dólares por noche.

El mejor aliado para esos días tórridos de verano es, y será siempre, un buen baño. Pero este año, en medio de la quinta ola del coronavirus con los contagios rozando los 20.000 casos diarios y la incidencia acumulada disparada, muchos ven la playa demasiado lejos . Así que, la mayoría, los afortunados que tienen jardín, han optado por la segunda mejor opción: una piscina privada. 

O lo han intentado. Porque si el año pasado la demanda de construcción de piscinas privadas se disparó un 300%, este año parece seguir el mismo camino. "Si alguien nos pide una piscina ahora mismo tendría que ser ya para algún día suelto de noviembre o diciembre", cuenta a 20 Minutos Alex González, CEO de Pool Fabrique Piscinas

"Antes del Covid, por estas fechas estábamos cerrando agosto. Este año, en enero ya había cerrado el verano, y ahora mismo, ya tengo encargos casi para  2022" añade el directivo de esta empresa de piscinas cuyo trabajo comercial se ha multiplicado por cuatro.

La lucha por conseguir un baño en un verano Covid

Lo mismo les sucede en Piscinas Iguazú: "La demanda se ha incrementado un 50% más. Hay mucha lista de espera y hemos tenido que contratar a gente de nuevo", cuenta Lourdes Jimenez. Pero es normal, el Covid ha hecho estragos en nuestras costumbres y también en nuestros hogares. "Al quedarse en casa y no poder viajar, la gente busca mejorar su hogar", añade.

Dos personas chapotean con los pies en una piscina, en una imagen de archivo.
Dos personas chapotean con los pies en una piscina, en una imagen de archivo.
PIXABAY

"Aunque sigue habiendo algo de miedo" declara a 20 Minutos Noemí Bravo, directora facultativa y psicóloga del Centro Médico Bravo, "hay muchas ganas de viajar, salir, reencontrarse". Tantas, que algunos están desesperados por conseguir una piscina, la que sea: "Hubo un cliente al que le daba igual  el modelo, si era un spa, una piscina o una piscina desmontable. Cualquier cosa, porque en el verano del 2020 no había stock", cuenta Jimenez. 

De hecho, las piscinas han dejado de ser un artículo de lujo y se han convertido en un producto muy demandado entre todo tipo de gente. "Hay piscinas para todos los bolsillos", aclara Jimenez. "No es un producto para rentas altas, es para viviendas unifamiliares", Añade Álex González.

La influencia positiva de una piscina en nuestra salud mental

Al final, si algo nos ha dado el coronavirus, es tiempo para estar en casa. Y eso ha hecho que muchos vean ese cuadro torcido o ese enchufe mal puesto y que  haya surgido el deseo hacer algunas reformas covid-friendly como poner una terraza o una piscina. "Psicológicamente estas reformas tienen que ver con la llamada zona de comfort y nos aportan esa satisfacción de lo nuevo, de lo bello...algo similar a lo que ocurre cuando viajamos", explica Bravo.

De hecho, una piscina puede mejorar mucho la salud mental, sobre todo, después de haber sido tan castigada durante la pandemia. "Es un espacio alrededor del cual reunirse, nos da la excusa para invitar a amigos, e incluso psicológicamente nos posiciona a nivel de status social", cuenta la directora del Centro Médico Bravo. "Y, por supuesto, nos ofrece la posibilidad de mantener un cuerpo sano y, por lo tanto, una mente sana", añade la psicóloga.

La opción para los que no tienen piscina: alquilar la de otro

El boom de las piscinas en estos veranos Covid ha sido tan fuerte que incluso han surgido nuevas formas de tener una. Por ejemplo, alquilar la piscina privada de otro. "Es una forma de que los privilegiados que tienen piscina puedan rentabilizarla y compartirla con los que no la tienen", explica Carmen García-Loygorri una de las responsables de Comunicación de Swimmy. una empresa francesa que aterrizó el año pasado en España y que se dedica a alquilar piscinas de particulares.

Piscina privada con jardín​ en Caldes de Montbui (Barcelona)
Piscina privada con jardín​ en Caldes de Montbui (Barcelona)
Cedida por Swimmy

"La piscina es un plan al aire libre, seguro, con los tuyos, así que con el tema Covid hemos notado un crecimiento de la demanda. Por ejemplo, en julio se han duplicado las reservas", añade García-Loygorri. "Este año era muy escéptico, no sabía si era algo del 2020" cuenta Juanjo, un propietario que alquila su piscina en Madrid, "pero hay bastante demanda, un poco más que el año pasado" cuenta. 

¿Cuánto cuesta alquilar una piscina privada? Pues entre 10 y 25 euros de media por persona. "El propietario no está en casa mientras los inquilinos usan la piscina. Solo se ven en la entrega de llaves y ahí es obligatorio el uso de la mascarilla", cuenta Swimmy. "La piscina tiene todas las medidas de seguridad, gel hidroalcohólico, lejía para desinfectar las superficies...", asegura Juanjo a 20 Minutos.

Estas son las nuevas formas que los españoles han buscado para mojarse en verano. Porque aunque el coronavirus nos tira a la piscina, no esta siendo nada fácil encontrar una en la que darse el primer chapuzón.

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