El Gobierno teme que la violencia se intensifique: "Es intolerable"

Agentes policiales desplegados en el centro de Logroño ante nuevos incidentes en las protestas contra las restricciones impuestas por la pandemia del coronavirus.
Agentes policiales desplegados en el centro de Logroño ante nuevos incidentes en las protestas contra las restricciones impuestas por la pandemia del coronavirus.
ABEL ALONSO / EFE
Agentes policiales desplegados en el centro de Logroño ante nuevos incidentes en las protestas contra las restricciones impuestas por la pandemia del coronavirus.
El fin de semana deja 60 detenidos en todo el país por los disturbios contra el toque de queda
ATLAS/EFE

Los disturbios que se han cebado durante las últimas noches con varias ciudades españolas preocupan en la Moncloa. Una nueva noche de altercados en Madrid, Logroño, Barcelona, Málaga o Vitoria dejó el sábado más de 60 detenidos, 33 de ellos en la capital, donde se intervino material para fabricar cócteles molotov. La noche del domingo se repitieron los altercados, aunque de menos intensidad.

 En la capital riojana al menos cuatro personas fueron detenidas por participar en los disturbios en los que se quemaron contenedores, mientras que en la capital leonesa varias decenas de jóvenes encapuchados provocaron altercados en el centro de la ciudad con el vuelco de contenedores y causaron daños en vehículos, sin que se haya informado de detenciones.

Fuentes socialistas admiten que temen que la situación vaya a más si no se controla en los próximos días rápidamente, ahora que en las algaradas únicamente participan unas decenas de alborotadores.

El presidente, Pedro Sánchez, reaccionó ayer en Twitter a los disturbios tras una noche, la del sábado, en la que las concentraciones violentas se extendieron a las calles de Madrid, con varias decenas de manifestantes intentando cortar la Gran Vía y lanzando objetos a la Policía, que tuvo que dispersarlos. Sánchez aseguró que "solo desde la responsabilidad, la unidad y el sacrificio lograremos vencer a la pandemia que asola a todos los países", y denunció "la conducta violenta e irracional de grupos minoritarios", que calificó de "intolerable".

"Gracias a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad por garantizar la seguridad", señaló Sánchez, que también agradeció la labor de limpieza que realizaron varios adolescentes en Logroño tras la noche de disturbios. "La juventud de nuestro país es esto: generosidad, responsabilidad, compromiso", afirmó.

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad creen que detrás de las protestas están grupos profesionales de alborotadores –entre ellos radicales extremistas y ultras de equipos de fútbol– y que no hay una organización que las coordine a nivel nacional. Fuentes policiales también consideran que los disturbios no vienen provocados por una reivindicación política concreta. No obstante, la parte del Gobierno de Unidas Podemos no está de acuerdo, y achaca los altercados a la extrema derecha.

"En Italia lo llamaron strategia della tensione", son "disturbios que promueve la ultraderecha tirando la piedra y escondiendo la mano", denunció ayer el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias. Y el portavoz parlamentario de UP, Pablo Echenique, aseguró que los disturbios fueron "provocados por nazis y fascistas y alentados" por Vox, "los socios de PP y Cs en Murcia, Andalucía y Madrid".

Lo cierto es que la formación de Santiago Abascal no ha mostrado su apoyo a los disturbios, pero sí a las manifestaciones contra el Gobierno. El propio Abascal aseguró el sábado que "hay más motivos que nunca para protestar" y achacó los enfrentamientos violentos a "la extrema izquierda, los menas e infiltrados". Asimismo, pidió a la Policía que los "identifique y detenga". No obstante, no explicó por qué la extrema izquierda querría protestar contra un Gobierno que, a su juicio, es de extrema izquierda.

Otros dirigentes del partido, sin embargo, se han mostrado más ambiguos. Es el caso de Ignacio Garriga, candidato a la Presidencia de la Generalitat de Cataluña por Vox, que acusó a supuestos "infiltrados" de desatar los incidentes y acompañó un vídeo en el que varios encapuchados derribaban vallas policiales con las siguientes palabras: "Los llaman negacionistas. Son trabajadores en el paro, padres sin nómina para alimentar a sus hijos, autónomos que no tienen trabajo y que hoy han visto su cuota aumentada. Españoles corrientes de Barcelona, hasta las narices de ser encarcelados y condenados a la miseria".

Esta posición le ha costado a Vox un nuevo enfrentamiento con el PP. La diputada Ana Vázquez criticó el apoyo de Abascal a las protestas y aseguró que el hecho de que el PP no las apoye indica que ambos partidos no son "iguales", lo que fue respondido con sorna por el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros: "Claro que no somos iguales, Ana. Vosotros sois iguales al PSOE. Y escribís el Abc. Vosotros, a lo vuestro, a colaborar con este Gobierno".

Más comedido se mostró el presidente del PP, Pablo Casado, que se limitó a expresar su apoyo a las fuerzas de seguridad y a los vecinos "que sufren estos destrozos". En la misma línea, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, aseguró que "los que siembran el caos en las calles no son los más vulnerables al virus, ni los que luchan por ganarse la vida", sino "grupos organizados que buscan sacar tajada".

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