Lo han alertado los pediatras y lo han hecho también los responsables de las escuelas de Educación Infantil: es muy difícil garantizar en clase que los más pequeños mantengan las distancias y cumplan las medidas para evitar contagios por coronavirus. Con estas advertencias, prácticamente todas las comunidades se muestran reticentes a abrir las aulas para aquellos niños de 0 a 6 años cuyos padres deban trabajar de forma presencial. La posibilidad viene contemplada en la fase 2 de la desescalada, que en las zonas más avanzadas arrancará el 25 de mayo.
Los consejeros le expusieron este jueves sus posturas a la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, durante una nueva Conferencia Sectorial celebrada de forma telemática. En la reunión se escucharon desde voces tajantes, como la de Murcia –que ya ha decidido que sus alumnos no volverán a clase este curso–, a otras algo más indecisas, como la de Castilla-La Mancha –que tiene previsto tomar una decisión este viernes, tras escuchar a las autoridades sanitarias–.
En el primer grupo está también Andalucía, cuyo titular de Educación, Javier Imbroda, ya anunció en el Parlamento autonómico que no recuperarán la enseñanza presencial al menos hasta septiembre. O la Comunidad Valenciana, que apuesta por que en su territorio tampoco se abran las aulas de este tramo educativo hasta el próximo curso. En el caso de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio recordó la imposibilidad de cumplir las normas de distancia social e higiene y pidió conocer los informes que respalden la reapertura de los centros infantiles.
Los consejeros sí respaldaron mayoritariamente, según el ministerio, la decisión del Gobierno de dar prioridad para volver a clase a los alumnos de finales de etapa, dada la importancia académica de estos cursos que suponen titulación y cambio de ciclo. "Esta vuelta se hará respetando las normas de seguridad dictadas por Sanidad y la presencia del alumnado será voluntaria, aunque las actividades se tendrán que planificar para evitar aglomeraciones innecesarias", señalaron desde la cartera de Celaá.
La tercera Conferencia Sectorial de Educación desde que se decretó el estado de alarma sirvió también para hablar sobre la celebración de la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU). Después de decidirse en encuentros anteriores que estos exámenes se harán de forma presencial entre el 22 de junio y el 10 de julio, el ministerio va a remitir a las comunidades una serie de recomendaciones sanitarias, consensuadas con Sanidad, para su organización y logística. Cada autonomía será responsable de desarrollar la anteriormente conocida como Selectividad "en las mejores condiciones para el alumnado y el profesorado presente".
2020/2021
La ministra y los consejeros acordaron además crear un grupo de trabajo que aborde el próximo año académico. Este elaborará un "documento de orientaciones" que, "respetando las competencias de cada comunidad y la autonomía docente de los centros educativos", les ayude a diseñar "sus planes de contingencia". Esos planes deberán estar listos antes de las vacaciones de verano.
El equipo en cuestión trabajará sobre tres escenarios posibles en función de la evolución de la pandemia provocada por la Covid-19.El ministerio apunta que en todos los supuestos será necesario adaptar los currículos y los programas para recuperar lo perdido durante este último trimestre por la brusca suspensión de las clases presenciales.
Las posibilidades que se barajan son que la actividad educativa pueda llevarse a cabo de manera presencial sin la obligación de mantener la distancia interpersonal, que continúe siendo obligatorio mantener esa distancia en todos los centros como medida de prevención para evitar contagios, y que sea imposible ir a clase en algún momento del curso por un rebrote de la enfermedad que obligue de nuevo al confinamiento.
Segundo escenario
En caso de que la pandemia siga obligando a mantener la distancia interpersonal, Educación reitera que será necesario adoptar medidas como la combinación de la actividad presencial con la online. Celaá ya apuntó en una entrevista con 20minutos que, sin vacuna, los colegios deberían arrancar el próximo curso con la mitad del alumnado en las aulas, una propuesta que no fue bien recibida por la comunidad educativa.
Tras la Conferencia Sectorial, se ponen sobre la mesa también cuestiones como optimizar todos los espacios de las instalaciones o adecuar los horarios. Asimismo los centros deberán dotarse con medidas de protección; implantar medidas de higiene y control sanitario; elaborar protocolos de movilidad y dar formación al profesorado y alumnado sobre los requisitos higiénico-sanitarios establecidos.
Los centros deberán igualmente estar preparados para la enseñanza a distancia en caso necesario, para lo que habrá que dotarlos tanto de equipamiento tecnológico como de formación intensiva a los docentes. En la misma línea, serán necesarios planes de preparación del alumnado para la utilización de herramientas y plataformas digitales.
Educación asegura que Celaá trabaja con el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital para diseñar un programa de cooperación territorial que permita incrementar los recursos para avanzar en la digitalización. "Se trata de reforzar los recursos y competencias digitales, tanto a través de plataformas como de dispositivos de uso personal y formación del profesorado", agrega.
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