Así llegan los candidatos electorales a los debates: puntos fuertes y débiles

Pablo Casado (PP), Pedro Sánchez (PSOE), Albert Rivera (Cs) y Pablo Iglesias (Unidas Podemos), en el debate de RTVE.
Pablo Casado (PP), Pedro Sánchez (PSOE), Albert Rivera (Cs) y Pablo Iglesias (Unidas Podemos), en el debate de RTVE.
JuanJo Martín / EFE
Pablo Casado (PP), Pedro Sánchez (PSOE), Albert Rivera (Cs) y Pablo Iglesias (Unidas Podemos), en el debate de RTVE.

Pocos días para las elecciones generales y mucho en juego para los cuatro principales líderes políticos, que se verán las caras por primera vez en España en dos debates televisados en apenas 24 horas. Pedro Sánchez, Pablo Casado, Pablo Iglesias y Albert Rivera tendrán que convencer en los 100 minutos que durará el encuentro del lunes en RTVE y otros tantos el martes en Atresmedia al más del 30% de indecisos y buscar un cambio en el mapa político que evite un bloqueo tras el próximo domingo.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es el que acude con una clara posición de ventaja. Todas las encuestas le sitúan como claro vencedor de las elecciones generales del próximo día 28 y la última, realizada por Metroscopia para Henneo, le otorga un 29,1% de los apoyos, 10 puntos más que a su inmediato competidor, el PP, y con más de 40 escaños de diferencia.

Es precisamente esta posición la que intentará conservar en ambos debates el candidato socialista, a sabiendas de que cualquier error se puede pagar caro en las urnas. Es por ello que en lugar de pasar al ataque, intentará encajar los golpes de la oposición, que pueden llegar por varias vías, empezando por los vaivenes de las últimas semanas para acudir a los debates y el uso de la televisión pública en este sentido.

A ello, los tres líderes presentes en plató pueden incluir lo que consideran un uso partidista de otras instituciones públicas como el Centro de Investigaciones Sociológicas, que desde la llegada del socialista José Félix Tezanos cambió la metodología utilizada para calcular la intención de voto. Pero también tendrá que defender su actuación al frente del Gobierno durante nueve meses tras la moción de censura. Meses que ha ocupado la Moncloa con el apoyo de Podemos y de las formaciones independentistas, ha hecho un uso, en ocasiones polémico, del Falcon, y en los que ha destacado una postura indefinida en la cuestión catalana.

Para defenderse de estos ataques, su estrategia pasa por aprovechar precisamente ese "todos contra Sánchez" y en explicar las propuestas de cara a un nuevo gobierno socialista que auguran las encuestas. Cuenta a su favor con las medidas sociales aprobadas durante sus meses en el Ejecutivo, como la subida del salario mínimo y el aumento del permiso de paternidad, entre otros.

Pablo Casado, la "única alternativa" a Pedro Sánchez

Pablo Casado acude por primera vez a un debate entre candidatos tras coger el testigo de Mariano Rajoy al frente del Partido Popular. El líder del nuevo PP acude a los debates con un partido en horas bajas y hundido en las encuestas, que con el 19,6% de los apoyos, le sitúan como principal partido de la oposición con casi la mitad de escaños que hace tres años, en una horquilla de entre 76 y 88 diputados (en las generales de 2015 obtuvo 137) según Metroscopia.

No obstante, Casado acude "a pasarlo bien" y a preparar datos y cifras que usar contra Pedro Sánchez. Será en el presidente del Gobierno en el que centre sus ataques dejando al resto de candidatos en un segundo plano, ya que se presentará como la "única alternativa" que puede desalojar a Sánchez de la Moncloa. Tendrá que defenderse de los ataques por liderar un partido político condenado por corrupción, motivo que propició la primera moción de censura próspera en España, y su postura con respecto a temas delicados como el aborto.

Pablo Iglesias, contra todos

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, llega a los debates semanas depués de su regreso tras su baja de patenidad. Con un partido mermado por las crisis internas, sobre todo, y bajando una posición con respecto a las últimas elecciones, que le dieron la tercera posición en 2016, acude a estos encuentros con la tarea de levantar los datos de las últimas encuestas. Éstas le sitúan ahora como cuarta fuerza con el 14,3% de los apoyos, empatando en porcentaje con Ciudadanos pero con cerca de una decena de escaños menos. Esta pérdida de apoyo puede hacer, según los últimos sondeos, inviable un gobierno de PSOE y Podemos en solitario.

Iglesias, que ha basado su campaña en el espionaje de las "cloacas del Estado", abanderará la causa feminista y sacará pecho de las medidas sociales aprobadas durante el gobierno de Pedro Sánchez con el apoyo de Podemos. En su caso, pasará al ataque contra todos los partidos con reproches a las derechas e intentando presionar al candidato socialista, al que preguntará directamente con quién pretende pactar tras el 28-A y si en sus alianzas incluye a Ciudadanos.

La polémica compra del chalet de Galapagar será uno de los asuntos de los que deba defenderse el líder de Podemos, así como sus intentos de negociación con los líderes separatistas encarcelados y las trifulcas internas que han vuelto a resquebrajar al partido.

Albert Rivera, la "veleta naranja"

Albert Rivera acude al debate con las pilas cargadas por superar el 14% del apoyo de los españoles, al menos en las encuestas, que le otorgan más de 15 escaños más que en las elecciones de 2016, en las que obtuvo 32 diputados frente a los 44-53 que le dan los sondeos. El líder de Ciudadanos centrará sus ataques en Pedro Sánchez al que ha vetado como posible socio tras el 28 de abril, y al que reprochará sus alianzas para llegar al gobierno tras la moción de censura.

Entre sus puntos fuertes, abanderar la lucha contra el separatismo liderando el primer partido nacional de origen catalán, su apuesta por la regeneración de las institucionesy el "talento" recién aterrizado a Ciudadanos proveniente de la sociedad civil y del ámbito público.

Pero este "talento" también puede suponer un arma de doble filo. Sus fichajes con origen socialista y popular han puesto en duda incluso en sus propias filas la regeneración de la que siempre ha presumido Ciudadanos, y el reciente 'pucherazo' vivido en las primarias de Castilla y León puede suponer un punto muy débil para Rivera.

Además, tendrá que defenderse del ya habitual calificativo de "veleta naranja" por sus pactos con PP y PSOE, sobre todo tras las elecciones andaluzas, tras las que formó gobierno con el 'popular' Juanma Moreno con el apoyo de Vox después de permitir tras las anteriores elecciones el gobierno socialista de Susana Díaz.

Con un panorama tan abierto y a tan poco tiempo de las elecciones, no hay margen de error para ninguno de los candidatos.

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