La raza del perro hokkaido, también llamado Ainu-ken y Seta, es una de las seis razas nativas de Japón que pertenece al grupo de los spitz. Original de la prefectura que le da nombre, es un perro de tamaño mediano y constitución fuerte que no suele superar los 20 kilogramos de peso.
Se cree que los hokkaido tienen sus orígenes en los perros japoneses de tamaño mediano que acompañaron a los emigrantes de Honshu, la isla principal de Japón, a Hokkaido alrededor del año 1140, durante la era Kamakura. El apodo de Ainu-ken surge en honor a los habitantes originales de Hokkaido, los Ainu, quienes criaban a estos perros para la caza de osos, ciervos y otros animales de caza mayor.
En 1902, la raza obtuvo un amplio reconocimiento en su país debido a un evento trágico, cuando demostró su utilidad al participar en la búsqueda de supervivientes de un regimiento del Ejército Imperial Japonés atrapado en una fuerte nevada al cruzar las montañas Hakkōda de la prefectura de Aomori.
En 1937, los hokkaido fue declarados Monumento Natural Vivo de Japón y designada como "especie rara protegida por la ley" por el Ministerio de Educación. Fue en este momento cuando se les otorgó el nombre con el que son conocidos en la actualidad. Originalmente, la raza hokkaido estaba compuesta por varias líneas de sangre, nombradas en honor a los pueblos Ainu donde se originaron, siendo las más famosas las líneas Chitose, Biratori, Azuma y Yuwamizawa. En la actualidad, la única línea original que se conserva es la línea Chitose, ya que el resto de la raza es una mezcla de todas las líneas originales.
Pese a los esfuerzos, y contar con dos registros nacionales que procuran la conservación de la raza, el Hokkaido Ken Hozonkai y el Hokkaido Ken Kyokai, no son buenos tiempos para el hokkaido. Además de estar sufriendo un importante declive en su país por la falta de demanda, que lo expone a la extinción, es una raza que no se encuentra reconocida por todas las asociaciones caninas.
Perros leales, guardianes y de un solo dueño
Las seis razas tipo spitz oriundas de Japón reciben el nombre en su idioma original de ‘nihon-ken’ y, dentro de estas, que incluye al akita y al shiba, por poner a las dos más conocidas, el hokkaido se describe como la más dócil. Sin embargo, debido a la particularidad de su carácter, se desaconseja para personas sin ninguna experiencia en perros o que no estén previamente informados y asesorados de las necesidades y exigencias de los Ainu-ken.
Los hokkaido son perros territoriales y tienden a mostrar agresión hacia perros del mismo sexo (agresividad intrasexual). Mientras que con las personas no deben ser agresivos, son excelentes perros guardianes que desconfían de los extraños, especialmente en su hogar.
Gracias a la preservación de sus características naturales, mantienen un fuerte instinto de presa, lo que subraya la importancia de la socialización temprana con educadores caninos para aprender a convivir con niños y otros animales en el hogar.
Físicamente, son perros notablemente resistentes, adaptados a las duras condiciones climáticas de su región de origen. Tienen una capa doble y gruesa, de longitud media, que debe cepillarse cada quincena aproximadamente. Muestran una enorme disposición para el entrenamiento y la práctica de actividades caninas, lo que resulta muy beneficioso ya que es una raza a la que se le debe proporcionar un ejercicio diario de moderado a alto para quemar su energía.
Encontrar un ejemplar de hokkaido fuera de su país de origen resulta muy difícil, con apenas dos o tres criadores repartidos por Europa. No obstante, para ampliar información, se puede contactar con la Asociación de Nihon Ken en Reino Unido, con la Federación Cinológica Internacional y con NIPPO, la Sociedad de Preservación del Perro Japonés (Nihon Ken Hozonkai), que podrán asesorar e informar de la presencia de criadores legales y que cumplen con todas las normativas en materia de bienestar animal.
En Animaleros proponemos que también se valore la adopción o la acogida temporal para introducir un nuevo miembro familiar canino, y hoy presentamos al precioso Leiva, que se encuentra bajo la tutela de la Asociación de Ayuda a Perros Abandonados Madrid-Guadalajara (APAMaG)
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