La incertidumbre meteorológica que día a día está marcando el ritmo de la Semana Santa de Sevilla, no solo afecta a los pasos, poniendo en riesgo todo un patrimonio artístico, desde imágenes a andas, pasando por túnicas y mantos. Este pronóstico desfavorable que desde el Domingo de Ramos atenaza a la capital hispalense, también merma notablemente las previsiones de la hostelería sevillana, para quienes estas fechas suponen un importante revulsivo. Al contrario que a los hoteles que, a pesar del pronóstico de lluvia para los próximos días, mantienen una alta ocupación hotelera para la segunda mitad de esta fiesta mayor.
Desde la Asociación de Hosteleros de Sevilla y provincia, han afirmado que las previsiones que tenían en un principio eran "más optimistas". De hecho, la semana pasada apuntaban a un 10% por encima del pasado año, aunque también señalaron que la incertidumbre climatológica estaba haciendo que durante los primeros días el número de reservas podría verse "significativamente afectado".
"El clima no nos favorece y esas previsiones se han ido al garete", ha lamentado este martes su presidente, Alfonso Maceda, al tiempo que ha destacado que tanto el Domingo de Ramos como el Lunes Santo "nos defendimos", al ser un día de "mucho público y de mucha gente en nuestros establecimientos". Pero el resto de la semana "difícilmente salgan procesiones", lo que "influye enormemente en nuestras ventas" ha incidido en referencia al pronóstico de precipitaciones que se espera en la ciudad a partir del Miércoles Santo.
Otro factor que también afecta a la caja de bares y restaurantes son las medidas impuestas por el Ayuntamiento por motivos de seguridad que deben cumplir los establecimientos del entorno de la carrera oficial, como es son la ampliación del horario de apertura hasta las 2.00 horas en la Madrugada, o la llamada 'Ley Seca', impuesta por el gobierno socialista en 2018 y que, aunque se ha flexibilizado este año, prohíbe vender alcohol a partir de las 2.00 horas.
A este respecto, el presidente de los hosteleros ha destacado que la ampliación en media hora del horario para la venta de alcohol durante la Madrugada "nos va a dar un poco de margen para que no tengamos que echar a nuestros clientes deprisa y corriendo". No obstante, ha recordado que en el resto de establecimientos de Sevilla "se cumplen los horarios que normalmente tengan a lo largo del año".
"Lo que quiere decir esto es que a las dos de la mañana no es que esté abierto el local, sino que tenemos esos tres cuartos de hora para ir recogiendo y cerrando", ha matizado Maceda, que ha aprovechado esta cuestión para criticar que "se siga culpando al sector de los incidentes de 2017", porque, según ha defendido, "nosotros fuimos refugio para el público que estaba en ese momento en la calle desorientado y que no sabían qué hacer con el miedo", como esgrimió la semana pasada.
"Queremos que en los próximos años desaparezca y tengamos los horarios normales que hemos tenido siempre", ha reivindicado Maceda al tiempo que ha recordado que normalmente los ayuntamientos pueden aumentar en dos horas el horario en las fiestas de la localidad, por tanto, "aquí en Andalucía si un bar sin música tiene un horario normal hasta las tres de la mañana, podría cerrar a las cinco", ha asegurado.
Por último, sobre la ampliación del número de calles adyacentes a la carrera oficial donde los bares pueden abrir a partir de las 2.00 pero sin vender alcohol durante la madruga del Jueves al Viernes Santo, los hosteleros consideran que "es complicado y difícilmente hay una apertura de bares mayoritaria" porque, según alegan, "realmente en muchos casos no es rentable".
Cabe recordar que esa noche se puede vender comida, bebidas, café, refrescos, pero que no bebidas alcohólicas, "un servicio más de cafetería que de bar", considera el presidente de los hosteleros sevillanos. A ello se une, según Maceda, que el día siguiente, el Viernes Santo, "es un día fuerte", y se necesita personal para ese día y agotarlo en esa madrugada tampoco nos conviene", ha concluido.
Los hoteles prevén un 90% de ocupación
Pese al pronóstico de precitaciones que rondan el 100% a partir del Miércoles Santo para el resto de la semana, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), los hoteleros sevillanos prevén casi un 90% de ocupación desde el Jueves Santo hasta el Sábado Santo.
Se trata de una "muy buena cifra" han abundado desde el sector, sobre todo, "teniendo en cuenta la meteorología", que desde el pasado domingo viene marcada por la inestabilidad. En cuanto al conjunto de la Semana Santa, desde el Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección, el sector estima que el porcentaje de ocupación "roce" el 85%.
Así lo ha asegurado este martes el presidente de la Asociación de Hoteles de Sevilla (AHS), Manuel Cornax. Estas cifras son "muy similares" a las registradas en años anteriores, "teniendo en cuenta que nunca hay dos seguidos iguales" y que en este 2024, "al venir adelantada la Semana Santa", las ocupaciones suelen ser "ligeramente inferiores", ha añadido el presidente de la patronal hotelera.
En opinión de Cornax, "es muy difícil que a última hora se produzcan cancelaciones de reservas", teniendo en cuenta, además, que en Semana Santa los españoles que se desplazan "lo hacen mucho por carretera" y que las estaciones de esquí "no van a estar, lógicamente, muy practicables a pesar de la nieve". Asimismo, por el tema de la lluvia, "la costa tampoco va a salir muy favorecida. Hay destinos de interior que van a salir beneficiados, pero aun con todo no esperamos una reserva de última hora importante", ha afirmado.
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