El caracat, un híbrido experimental de caracal y gato doméstico, prohibido en varios países y con una demanda en alza

  • Su tenencia en España depende de las leyes autonómicas.
A partir de la tercera generación (F3) los caracat pierden el pincel en las orejas y reducen su tamaño.
A partir de la tercera generación (F3) los caracat pierden el pincel en las orejas y reducen su tamaño.
20minutos
A partir de la tercera generación (F3) los caracat pierden el pincel en las orejas y reducen su tamaño.

Desde la década de 1990 se ha tratado de crear felinos híbridos con caracales (Caracal caracal) y gatos domésticos, pero dichos apareamientos no tuvieron éxito. En el año 2005 dos criadoras estadounidenses volvieron a intentarlo, esta vez usando caracales criados en entornos caseros y gatos de la raza abisinios y lograron que sus resultados fueran reconocidos como raza experimental en TICA, pero solo tres años después, con la muerte de una de las fundadoras del proyecto, este cesó.

Hasta 2014 no volvieron a haber avances significativos en el programa de reproducción de los caracat, cuando el proyecto fue retomado en Rusia tras la contribución de los criadores estadounidenses. Irina Nazarova, dueña del criadero Kataleya, ha sido reconocida como la creadora principal del caracat. Para el año 2020, Nazarova tenía un total de 86 ejemplares de ambos sexos, desde las generaciones F1 (50% caracal 50% gato doméstico) hasta F3, donde la combinación genética es aún más diversa y compleja.

En Ucrania, otra criadora de gatos también trabajaba en la reproducción de caracats y añadió otras razas al programa, como maus egipcios, chausies y serengetis. En 2019, Anna Kuzmina tenía más de 40 caracats como resultado de sus hibridaciones. Sus camadas también fueron registradas en el proyecto ‘Experimental Caracat Program’ de La Asociación Internacional de Gatos (TICA).

Pese a los incuestionables éxitos y avances en el programa reproductivo, en la última reunión anual de TICA, celebrada en septiembre del 2023, la junta directiva no aprobó el avance del caracat desde raza experimental al estatus de registro definitivo.

Un felino exótico con necesidades especiales

En términos generales, un F1 es un híbrido de primera generación, lo que significa que es el resultado del cruce de dos especies diferentes. En el caso de los caracats, un F1 es el resultado del cruce de un caracal y un gato doméstico. Los caracats F1 suelen tener un aspecto más salvaje que los de otras generaciones, y también suelen ser más grandes y pesados. En cuanto al comportamiento, los caracats F1 suelen ser más activos, más independientes y difíciles de educar.

Tal como sucede con otras hibridaciones felinas como el savannah o el chausie, los caracats de la generación F1 son los más deseables para los criadores y los potenciales compradores, que buscan un felino de aspecto y comportamiento semisalvaje. Un caracat de la generación F1, donde uno de los progenitores (por lo general, el macho) es un caracal, puede tener un valor en el mercado que ronde los 10.000 euros.

Igualmente, hay que recordar que la alimentación de un caracat que se encuentre entre las generaciones F1-F3 requiere una atención especial y dieta de carne cruda con huesos. Parece que no muestran comportamientos conflictivos en la convivencia con otros gatos domésticos y perros, pero no se recomiendan introducir en hogares con otras especies como roedores, conejos, reptiles ni aves.

Se trata de un felino exótico con necesidades especiales. En la mayor parte de España, es posible poseer un caracat siempre y cuando se cumplan los requisitos de la legislación CITES y las leyes autonómicas. Sin embargo, en algunas comunidades autónomas, como Madrid (Ley 4/2016, de 22 de junio), la tenencia de especies carnívoras que superen los 5 kilogramos de peso está explícitamente prohibida.

Tras la entrada en vigor de la Ley de Bienestar Animal y la posible creación de un listado positivo de especies permitidas como animales de compañía, lograr un consenso general en estas cuestiones se ha convertido en una de las demandas más importantes para los profesionales y expertos del ámbito del mundo animal salvaje y en cautividad.

Desde Animaleros, recomendamos que se valore la adopción responsable y reflexiva de gatos domésticos y no se promueva la adquisición de especies silvestres o híbridas. Hoy presentamos a Ceres, un precioso bicolor redpoint que busca hogar y se encuentra bajo los cuidados del Refugio San Jorge, en Cáceres.

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