El carlino, una antigua raza de compañía que que ha sufrido uno de los cambios estéticos más drásticos

  • Noruega y Países Bajos han prohibido la cría de algunas razas en sus territorios debido a sus problemas de salud.
El estándar del carlino admite 4 colores: plata, albaricoque, leonado claro o negro.
El estándar del carlino admite 4 colores: plata, albaricoque, leonado claro o negro.
20minutos
El estándar del carlino admite 4 colores: plata, albaricoque, leonado claro o negro.

El carlino, conocido como pug o mop en inglés, y que en español la Federación Cinológica Internacional bautiza como doguillo, es una de las razas caninas de compañía más antiguas de las que disponemos de datos. Llegaron a Europa en el siglo XVI de la mano de los comerciantes de la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales tras sus transacciones con China.

Los perros de hocicos cortos eran populares en las cortes imperiales, tal como también sucedió con el pequinés o el shih tzu. Los carlinos (llamados originalmente Lo-Chiang-Sze o, simplemente foo), eran posesiones muy valiosas para las familias gobernantes y la nobleza china, hasta el punto de que tenían a sus propios soldados custodios, cuya labor era garantizar el buen estado de estos animales y protegerlos de cualquier amenaza.

A su llegada a Europa, su exótico aspecto y sus escasos requisitos de ejercicio hicieron que también se convirtiera en favorito entre la clase alta y la realeza. Fue imagen del perro oficial en la Casa de Orange, Países Bajos, en la década de 1570, y un siglo después también era el perro de compañía favorito para el matrimonio regente María II de Inglaterra y Guillermo III. Es en Inglaterra, de hecho, donde se cruzan con perros locales y comienza a alterarse el aspecto original de los carlinos, que eran más esbeltos y su rostro menos plano.

La popularidad del carlino no decreció, sino que se extendió gradualmente a más países, hasta ser tan habituales que forman parte de la historia de figuras como Josefina Bonaparte o presentes en la biografía de Goya y su obra Retrato de la marquesa de Pontejos. También hubo una sociedad masónica en 1740 llamada La Orden del Carlino cuyo símbolo era un ejemplar de dicha raza.

Cuadro de Henry Bernard Chalon titulado "Un carlino favorito", en 1802, donde además de apreciar que la anatomía era muy diferente a la actual, se muestra que los amputaban las orejas en Reino Unido hasta su prohibición en 1895.
Cuadro de Henry Bernard Chalon titulado "Un carlino favorito", en 1802, donde además de apreciar que la anatomía era muy diferente a la actual, se muestra que les amputaban las orejas en Reino Unido hasta su prohibición en 1895.
Dominio público

El origen genético de la cara chata

En 2017, se publicó un estudio en Current Biology que identificó el gen responsable de la cara plana y el cráneo braquicéfalo en los carlinos. La investigación, que incluyó a 374 perros sometidos a tomografías, destacó una variación genética significativa: la ausencia o supresión del gen SMOC2.

El gen SMOC2 codifica una proteína crucial para el desarrollo facial. En perros con cara plana, como bulldogs, shih tzus y carlinos, la ausencia de este gen produce la apariencia característica de sus caras.

Aunque el equipo de investigación no descarta la participación de otros genes, el descubrimiento del papel del gen SMOC2 representa el primer paso para abordar la salud de los perros braquicéfalos y poner fin al maltrato genético por motivos estéticos que han sufrido durante décadas.

En la actualidad, y debido a que diversos países comienzan a imponer restricciones a la cría y/o tenencia de razas braquicéfalas extremas como el carlino, existe un nuevo y prometedor movimiento iniciado en 2006 donde se cruzan jack russell terriers y beagles con carlinos, para recuperar parte de su vieja apariencia, con hocicos más largos, patas rectas, ojos menos saltones y reducir las arrugas corporales. Al resultado de estos cruces los llaman retro carlinos.

Cariñosos y alegres, pero delicados

Se puede entender la enorme popularidad del carlino allá por donde pasa debido a sus rasgos y características sociales y de personalidad. Se dice que viven para amar y ser amados, y en Estados Unidos utilizan la frase en latín multum in parvo (mucho en poco espacio), para describir esta raza.

Son perros enormemente afectuosos, tanto con su núcleo familiar como con los extraños, alegres, adaptables a cualquier ambiente, tolerantes con niños pequeños y otros animales y con una energía moderada. Su pelo corto hace que requieran pocos cuidados y cepillados puntuales, será suficiente un repaso una vez al mes, pero hay que advertir que tienen un nivel de desprendimiento muy alto.

En términos generales, podríamos hablar de que los carlinos son el perro de compañía ideal que dan mucho y exigen poco si no entrara en conflicto el necesario debate sobre su salud.

Un estudio de la Universidad Imperial de Londres detectó que la endogamia entre carlinos en Reino Unido era tan profunda, que pese a haber más de 10.000 ejemplares en el territorio, su variedad genética equivale a solo 50 individuos. También es conocido que en la cría de carlinos modernos con frecuencia se debe realizar una cesárea para garantizar un parto seguro. Los carlinos, debido a su braquicefalia y anatomía extrema, son vulnerables a padecer:

  • Lesiones oculares
  • Meningoencefalitis necrotizante (NME)
  • Mielopatía degenerativa
  • Hemivértebra
  • Colapso traqueal
  • Estenosis en las ventanas nasales
  • Dermatitis
  • Sarna demodécica
  • Displasia de cadera

Si se desea ampliar información sobre el carlino y localizar a criadores comprometidos y legales que cumplan los estándares de bienestar animal y garantías de salud, se recomienda contactar con el Club Español del Carlino, entidad colaboradora de la Real Sociedad Canina de España.

En caso de valorar la adopción o convertirse en casa de acogida, se puede acudir a asociaciones como SOS Carlinos Pugs, que difunde casos de perros carlinos y sus cruces que necesitan una nueva oportunidad.

Referencias: 

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