Gemma Del Pueyo, veterinaria experta en rehabilitación con hidroterapia: "Los perros artrósicos son los más beneficiados"

Un perro en rehabilitación con hidroterapia en el AniCura Vetsia Hospital Veterinario.
Luca en rehabilitación con hidroterapia en el AniCura Vetsia Hospital Veterinario.
ANICURA VETSIA HOSPITAL VETERINARIO
Un perro en rehabilitación con hidroterapia en el AniCura Vetsia Hospital Veterinario.

En España hay más de 29 millones de animales de compañía, una cifra que demuestra el interés que tiene nuestra sociedad en convivir con perros, gatos, hurones y otras especies. De hecho, cada vez es mayor la concienciación sobre los cuidados y necesidades de cada una de las especies con las que compartimos hogar y, por eso, también son más los métodos que se utilizan para abordar sus diferentes cuidados.

En este sentido, podemos hablar de la importancia que tienen los centros veterinarios especializados en las distintas áreas de la salud de nuestros compañeros de cuatro patas y la labor que realizan los expertos y profesionales a la hora de tratar patologías y enfermedades concretas.

El AniCura Vetsia Hospital Veterinario es un ejemplo de los muchos centros especializados que hay alrededor de toda España, donde se realizan terapias concretas específicas. Un ejemplo de éxito de este tipo de tratamientos es el presentado por Luca, un Golden Retriever de seis años que acudió a urgencias porque comenzó con debilidad de miembros pélvicos.

"En el estudio neurológico preliminar, presentó tetraparesia (debilidad muscular en las cuatro extremidades) con disminución de reflejos espinales, retraso de reacciones posturales en los cuatro miembros y sensibilidad mantenida", relatan desde el centro especializado. "Se observó que sufría una afección muscular: polirradiculoneuritis canina aguda, una enfermedad inflamatoria de carácter inmunomediado que afecta a las raíces nerviosas ventrales de la médula espinal".

Tras el diagnóstico, Luca fue derivado al departamento de rehabilitación donde fijaron como objetivos "la disminución de las raíces nerviosas, la recuperación del control motor (postura y movimiento), incremento del tono muscular, reeducación de la marcha, disminución del riesgo de contracturas y soporte de las funciones vitales", agregan.

"Las acciones y terapias llevadas a cabo fueron magnetoterapia, electroestimulación muscular, terapias manuales, estimulación de receptores sensitivos y ejercicios de reeducación neuromuscular (cambios posturales, balanceos, hidroterapia en piscina y cinta subacuática, ejercicios sobre step, entre otros)", detallan desde el hospital veterinario. 

De esta forma, con el tiempo, Luca fue recuperando de forma progresiva los reflejos de los miembros y el control motor de los mismos, adquiriendo mayor movilidad. "A los dos meses de la terapia ya había una recuperación total, retomando sus hábitos de vida normales, aunque sigue acudiendo de forma regular al departamento de rehabilitación con un programa enfocado a recuperar su masa muscular", concluyen.

Cómo es la hidroterapia en perros

La hidroterapia fue uno de los pilares más importantes en la rehabilitación de Luca, sin embargo, pocos tutores conocen en qué consiste. "La hidroterapia ofrece múltiples beneficios, ya que permite la posibilidad de realizar ejercicio activo con carga cero en el caso de la piscina o una carga mínima en el caso de la cinta subacuática, al mismo tiempo que ofrece ejercitar de forma resistida gracias a la fuerza de cohesión de las moléculas del agua", detalla Gemma del Pueyo, responsable veterinaria del departamento de rehabilitación y medicina deportiva de AniCura Vetsia Hospital Veterinario.

"La biomecánica canina y felina es diferente en la piscina y en la cinta subacuática", aclara. "Hay patologías que recuperan mejor en una que en otra por ejemplo, los pacientes con patologías de hombro son grandes candidatos a la natación en piscina porque el arco de movilidad del hombro es mayor y la fuerza ejercida en la brazada favorece el desarrollo muscular".

En el caso de la cinta subacuática, los pacientes caminan sobre un tapete rodante dentro del agua. "Este tipo de ejercicio es útil para reeducar la marcha en caso de lesiones medulares que causen paresia (debilidad de las extremidades, que llega a provocar incapacidad para caminar) o para lograr arco de extensión de cadera en el caso de patologías como la displasia o la artrosis", agrega Del Pueyo.

"Además, la cinta subacuática ofrece la ventaja de un ejercicio totalmente adaptable a la lesión, edad y estado del paciente, puesto que el nivel del agua y la velocidad de la cinta pueden regularse", comenta la experta.

El plan de ejercicios debe estar siempre adaptado a la situación basal del paciente (su punto de partida) e ir progresando en dificultad según vaya avanzando el mismo

Como nos explica Del Pueyo, la hidroterapia se basa en ejercicios de reeducación neuromusculares, que son "aquellos destinados a ganar coordinación, equilibrio, propiocepción y a incrementar el todo muscular".

"Para que el movimiento se realice correctamente, el sistema musculoesquelético y el sistema nervioso tienen que estar en armonía", añade. "El tono muscular es fundamental para el mantenimiento de una postura correcta tanto en estación como en dinámico". 

En este sentido, la experta en estas terapias explica la importancia que tienen el equilibrio y la propiocepción del animal. "Son funciones complejas regidas por el sistema nervioso y que son necesarias para un movimiento armónico y sincrónico", detalla.

Por ello, algunos de los ejercicios utilizados par ala consecución de estos objetivos son los de reeducación postural, de equilibrio en estación, de propiocepción y de reeducación de la marcha. "El plan de ejercicios debe estar siempre adaptado a la situación basal del paciente (su punto de partida) e ir progresando en dificultad según vaya avanzando el mismo, de la misma forma que los ejercicios deben ser seguros para el paciente".

Un perro haciendo hidroterapia.
Un perro haciendo hidroterapia.
ANICURA VETSIA HOSPITAL VETERINARIO

No obstante, muchos tutores se plantean la capacidad que tiene la hidroterapia en la rehabilitación de los perros, ya que se trata de algo menos convencional. "El límite de recuperación funcional lo marca el propio paciente y la lesión o la patología en sí misma", aclara Del Pueyo.

"No obstante, siempre va a haber un cierto margen de mejora que será mayor o menor en función de la gravedad y el tiempo que lleve parado el paciente", añade. "En el caso de los pacientes con lesiones de columna que han ocasionado parálisis o paresia, la recuperación depende del tipo de lesión y sus consecuencias, pero hay una parte importante de constancia en el trabajo de rehabilitación".

Además, Del Pueyo menciona que los pacientes artrósicos son los que más se ven beneficiados de la rehabilitación con hidroterapia ya que "les mejora el arco articular afectado y, también, trata sus contracturas musculares y dolores miofasciales secundarios a la lesión".

Existen algunas precauciones que se deben tomar antes de comenzar la rehabilitación. La primera y más importante es tener un diagnóstico de lo que le sucede a la mascota

"La recuperación de las lesiones es especialmente importante en los perros deportivos, ya que la mayoría tiene como objetivo volver a la competición, por lo que dedicamos gran parte del tiempo a estudiar bien el problema que presenta y elaborar un plan de rehabilitación a su medida", reconoce.

Por último, la experta en estas terapias explica que cualquier paciente es susceptible de hacer rehabilitación con hidroterapia "siempre y cuando no presente fracturas, inestabilidades articulares patológicas o roturas musculares".

"Existen algunas precauciones que se deben tomar antes de comenzar la rehabilitación", agrega. "La primera y más importante es tener un diagnóstico de lo que le sucede a la mascota. Esto hará que podamos ser más específicos en el plan de rehabilitación y tengamos más probabilidades de éxito y, además, minimizará los riesgos para el paciente".

En segundo lugar, Del Pueyo apunta a la importancia que tiene conocer el estado de salud del paciente, es decir, si tiene alguna otra patología que le pueda limitar la rehabilitación (como las cardiacas u oncológicas, por ejemplo). "La tercera precaución, aunque no menos importante, es tener siempre una buena comunicación con el veterinario que lo refiere o el especialista (como un traumatólogo o neurólogo)", concluye.

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