El Ministerio de Sanidad no ha logrado un acuerdo en cuanto a la obligatoriedad de las mascarillas en centros sanitarios y sociosanitarios. La ministra de Sanidad, Mónica García, convocó para este lunes el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) para plantear que el uso de la mascarilla vuelva a ser obligatorio en hospitales, centros de salud, residencias y farmacias, ante el pico de contagios de gripe, que en la última semana del año crecieron un 75%. Sin embargo, no ha habido consenso y algunas comunidades abogan más por dejar la medida como una recomendación para la ciudadanía, aunque hay otras que ya han impuesto las mascarillas obligatorias.
La consejera madrileña de Sanidad, Fátima Matute, ha recalcado que "todos los consejeros, excepto Cataluña" han defendido recomendar el uso de las mascarillas "en los supuestos que ya están indicados desde que finalizara la pandemia en julio de 2023". Rechazan, por tanto, exigir su utilización en centros sanitarios para atajar el repunte de contagios; y pese a que tres comunidades —Región de Murcia, Comunidad Valenciana y Cataluña— ya recuperaron su obligatoriedad la semana pasada, y Canarias y Asturias lo ha hecho esta misma tarde. También en Aragón han acudido a esta medida, que, sin embargo, limitan solo a los profesionales sanitarios y para los pacientes que se encuentren en las salas de espera de los centros sanitarios.
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Según ha explicado García al terminar la reunión, su departamento ha propuesto un documento con varias medidas (entre ellas, la obligatoriedad de las mascarillas) y ha dado a las comunidades autónomas un plazo de 48 horas para que envíen "todas sus aportaciones". "Hemos planteado la necesidad de dar un soporte jurídico a través de una declaración de actuación coordinada a todas aquellas comunidades autónomas de diferentes colores políticos que ya han introducido la mascarilla en sus sistemas sanitarios", ha detallado en declaraciones a los medios.
Reticencias de las comunidades autónomas
El documento ha recibido críticas de varias comunidades autónomas, que reprochan a la titular de Sanidad que lo haya repartido a los consejeros en la reunión y no unos días antes para que pudieran analizarlo con calma. Recriminan, también, que las medidas no hayan estado respaldadas por la evidencia científica, en contra de lo que viene defendiendo Mónica. Así lo ha señalado el portavoz del Gobierno andaluz, Ramón Fernández-Pacheco, quien ha insistido en que una decisión sobre la obligatoriedad de mascarillas se tiene que adoptar en base a "criterios técnicos y objetivos, que no existen" en este momento.
También en Galicia han reclamado que cualquier medida al respecto se base en "criterios técnicos". Como Madrid y País Vasco, el conselleiro gallego Julio García Comesaño, ha afeado que García anunciase las medidas antes del Consejo Interterritorial y sin convocar primero la Comisión de Salud Pública, que es donde los técnicos avalan las medidas.
Aragón, por su parte, es partidario de imponer la mascarilla, pero solo en determinados supuestos. Fuentes de la consejería de Sanidad detallan que la propuesta del gobierno aragonés plantea aplicar una serie de medidas a medida que vaya subiendo la incidencia. Defienden el uso obligatorio del cubrebocas, por ejemplo, pero solo cuando se triplique el umbral de 59 casos por 100.000 habitantes —como es el caso actual— y para los profesionales que atiendan directamente a la ciudadanía en centros sanitarios y sociosanitarios, así como para los pacientes en las salas de espera.
Posición parecida a la de La Rioja, cuya consejera, María Martín, ha defendido que la obligación de llevar mascarilla en espacios "vulnerables", debe depender de la incidencia de las enfermedades respiratorias. Baleares tampoco descarta imponer la obligatoriedad de la mascarilla en hospitales y centros sanitarios si la incidencia crece en los próximos días, aunque por ahora se mantiene en la recomendación.
Con todo, la ministra de Sanidad sigue defendiendo su propuesta. A su juicio, se trata de una medida "efectiva, de sentido común, avalada por la evidencia científica y que es bien recibida por la población". "Después de la pandemia sufrida, hemos aprendido y no nos resignamos a las cifras prepandemia. Desde este Ministerio, vamos a seguir trabajando para minimizar los riesgos y homogenizar la protección de la salud", ha insistido en un vídeo remitido a los medios.
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