Los atragantamientos o atracones, entre los mayores peligros de la Nochevieja: "Las uvas, mejor tomarlas sin pepitas"

Envases originales para las doce uvas de Nochevieja.
Envases con las tradicionales doce uvas de Nochevieja, imagen de archivo.
Ana Benavides
Envases originales para las doce uvas de Nochevieja.

Las fiestas navideñas pueden ser la excusa perfecta para juntarnos con familiares y amigos, pero también pueden ser el momento en el que la comida en torno a la mesa nos pueda jugar una mala pasada. Según datos del INE, la asfixia por atragantamiento es la tercera causa de muerte no natural en nuestro país. Por ello, conocer cómo evitarlo es algo que puede jugar un papel muy importante esta Nochevieja, cuando las uvas y otros alimentos entran en juego. 

Tal y como explica a 20minutos, Mónica López, jefa de sección de medicina interna del hospital Ramón y Cajal de Madrid, los atragantamientos suponen así uno de los principales problemas a los que se enfrentan los servicios médicos de urgencias durante la Navidad: "Quienes más lo sufren pueden ser los niños pequeños o los ancianos". 

En el caso de los primeros, los menores de 2 años son los que más riesgo tienen de ahogarse, ya que "el reflejo de la deglución no lo tienen todavía maduro". En el caso de los segundos, los mayores tienen mayores probabilidades de sufrir problemas con la comida porque, como detalla López, están acostumbrados a tomar dietas más blandas que las que ingieren en estas fechas: "Su deglución ya no es tan perfecta como la nuestra y cuando les damos alimentos más densos, como polvorones o trozos de carne, se pueden atragantar".

Por todo ello, esta médica internista señala que, aunque parezca obvio, es primordial tomar los alimentos de forma adecuada y masticar bien, sobre todo las uvas. "Siempre es mejor prepararlas antes y tomarlas sin pepitas", añade. Y, en caso de que nos ahoguemos, será necesario recurrir a la conocida maniobra de Heimlich: "Hay que presionar hacia abajo y hacia arriba para conseguir sacar el contenido del organismo". 

Atracones o intoxicaciones etílicas, entre otros peligros

Junto a los atragantamientos, López indica que hay otros dos problemas que también suelen atender en numerosas ocasiones durante las fiestas: los atracones por comida y las intoxicaciones por la ingesta de alcohol. 

"Con los atracones lo que hay que hacer es hidratar bien a los pacientes. Es mejor tomar infusiones que bebidas carbonatadas. De comer ya van sobrados, así que no pasa nada porque al día siguiente al atracón se haga dieta blanda sin un alto contenido calórico, de hecho, eso es lo que buscamos en nuestro cuerpo", asegura esta facultativa del hospital Ramón y Cajal. 

Además, cuenta también que hay que tener especial cuidado con las dietas muy saladas y con "los excesos", que son parte del día a día durante las Navidades: "Nosotros siempre decimos que si sabemos que vamos a tomar una comida muy contundente, es aconsejable tomar un desayuno más liviano". 

Y otro problema común, las intoxicaciones por el consumo exagerado de alcohol, no solo son cosa de los más jóvenes, como detalla López, sino que también "ocurren mucho en casa". "El problema no es tanto por el consumo continuado, sino por el consumo exagerado en pocas horas; luego vemos muchos accidentes de tráfico derivados de estos problemas", afirma esta doctora, quien, entre sus recomendaciones, señala que debemos tomar agua a la vez que ingerimos alcohol para evitar así la deshidratación que provoca este componente en nuestro organismo: "Eso ayuda a que la resaca al menos sea menor al día siguiente"

Pacientes que se olvidan de su medicación

Por último, esta especialista en medicina interna detalla que también son frecuentes los casos en los que un paciente que tiene que tomar una medicación de forma frecuente, se olvida de ello por las cenas y comidas navideñas. 

"Muchas veces nos pasa sobre todo con los diabéticos o hipertensos. No es fácil seguir un tratamiento y es verdad que, aunque vayan con el pastillero, en estas fechas van a otras cosas. Pero nosotros insistimos en que deben hacer una medicación absoluta y reglada. Los problemas en Navidad ocurren sobre todo en los diabéticos, que llevan una dieta muy irregular estos días. Es algo que cuesta, pero se añade que además muchos no llevan su medicación", explica esta doctora. 

En cualquier caso, López señala que todos estos problemas no se notan tanto la noche en sí de Nochevieja, sino el 1 de enero: "El problema empieza a partir de las 5 o 6 de la madrugada y la mañana de Año Nuevo ya es un poco más crítica". 

Además, cuenta que con sus años de experiencia ha vivido multitud de anécdotas en estas noches, protagonizadas sobre todo por jóvenes: "Lo viven con mucho más humor, vienen de fiesta, alguna vez se quedan dormidos en la camilla y luego no recuerdan qué hacían aquí". Pero no son las únicas peculiaridades que se dan en esta noche que, entre uvas y disfraces, estos terminan a veces llegando incluso hasta los servicios de urgencias: "Hemos llegado a atender a gente con el cotillón todavía en la cabeza". 

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