Debate de investidura

Sánchez se erige en "muro contra la extrema derecha" y Feijóo le acusa de no tener límites

Sánchez y Feijóo, en la sesión de investidura
Sánchez y Feijóo, en la sesión de investidura
AGENCIAS
Sánchez y Feijóo, en la sesión de investidura

Si alguien consiguiera obviar el elefante en la habitación que es la ley de amnistía que han pactado PSOE y Junts, lo que hubiera visto y, sobre todo, oído en la intervención del líder socialista Pedro Sánchez en la primera jornada de la sesión de investidura le hubiera recordado enormemente a la campaña electoral del pasado 23-J. El candidato defendió sin ambages el perdón a los líderes independentistas catalanes asegurando que será la vía para lograr "un futuro de reconciliación y concordia". Pero también dedicó buena parte de su discurso a equiparar al PP con la "ultraderecha" de Vox y a presentar a su nuevo Gobierno y a él mismo como el dique de contención de esa alianza extremista.

La primera jornada del Pleno de investidura que, salvo sorpresa mayúscula, terminará con Sánchez reelegido como presidente del Gobierno fue tan bronca como se esperaba, especialmente cuando llegó el turno en el que Sánchez confrontó dialécticamente con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. No hubo cuartel: la tensión acumulada durante semanas por las negociaciones y el pacto de la amnistía y, a raíz de eso, por las manifestaciones auspiciadas por PP y Vox, estalló con un durísimo cruce de reproches entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición.

Sánchez, como ya hiciera en campaña, afeó a Feijóo sus pactos con la "ultraderecha" repitiendo machaconamente una idea: "Nadie ha hecho más por Vox que usted al frente del PP". El Gobierno, dijo, será un "muro" frente a la "agenda reaccionaria" que, a su juicio, representan las "derechas retrógradas". Feijóo, aseguró, ha iniciado un "camino de perdición" uniendo el "destino" del PP "al de la ultraderecha". Y, con esa decisión, se ha unido "al club reaccionario de Trump, Le Pen, Orbán y Santiago Abascal".

"Si algo ha dejado claro la derecha reaccionaria es que no se va a detener", y "por eso en este debate señorías estamos eligiendo algo muy importante: o bien alzamos un muro ante estos ataques recurrentes a los valores de la España democrática y constitucional, o bien le damos salvoconducto", resumió Sánchez. Y no se limitó a hablar de España, sino que dibujó un escenario en el que el país sería tan solo un teatro de operaciones más de la batalla de los demócratas contra esa ola "reaccionaria" que, dijo, también está asolando países como Argentina o EEUU.

Tanto se centró Sánchez en esa primera parte del discurso que no entró a fondo a defender la ley de amnistía que ha pactado con Junts hasta pasada más de una hora de intervención. Una vez lo hizo, no obstante, insistió en que la norma es "perfectamente legal" y afirmó que se aprobará "con luz y taquígrafos", frente a las acusaciones —algunas proferidas a gritos desde las bancadas de PP y Vox— de que la amnistía no solo es inconstitucional, sino también la puerta de entrada a una "dictadura", como lleva días espetando el líder de Vox, Santiago Abascal.

El líder del PSOE, no obstante, no ocultó que la ley de amnistía se aprobará porque "las circunstancias son las que son". O dicho de otro modo: que su cambio de opinión tras las elecciones del 23 de julio con respecto a la medida de gracia va de hacer "de la necesidad virtud" y de mantener el Gobierno con el reparto de fuerzas que arrojaron las urnas. De hecho, entre los motivos de "interés general" que mencionó Sánchez estuvieron los de "consolidar los avances logrados" durante la pasada legislatura y "seguir avanzando por la convivencia".

Feijóo acusa a Sánchez de dividir España "en dos"

"Esta investidura nace de un fraude porque lo que se trae hoy a la Cámara no se votó en las urnas y propiciará una corrupción política por tomar decisiones en contra del interés general a cambio de beneficios personales y termina en humillación", ha dicho por su parte el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que ha sacado toda su artillería contra Sánchez y ha acusado al socialista de dividir España "en dos" con sus pactos con los independentistas y ha dado lectura de todas las declaraciones que hizo el socialista en contra de la amnistía.

"No tiene límites éticos porque no tiene reparos en recurrir a la mentira si cree que le beneficia; ni límites políticos porque el fin justifica cualquier medio; ni legales porque porque si la ley entorpece sus propósitos, se adecúa a los intereses personales de sí mismo o de sus socios. ¿Qué será lo siguiente?", ha preguntado Feijóo.

El líder del PP ha tomado aire antes de subir a la tribuna. Dos horas antes salía del Congreso enfadado y "preocupado", tras escuchar al candidato a la investidura. A las 15.30 horas ha arrancado su intervención relatando las citas del candidato en contra de la que ahora es su ley estrella para ser investido y otras promesas incumplidas. Y por eso, ha dicho que el PP "enciende todas las alertas democráticas" porque Sánchez no tiene "límites" y de él se puede esperar "cualquier cosa".

A continuación, el presidente popular se ha empleado en desmontar los argumentos con los que Sánchez defiende ahora la amnistía. Frente a la reconciliación que Sánchez dice que habrá con la sociedad catalana, Feijóo recuerda que solo puede darse "si hay respeto a la ley". También le cuestiona la "paz social" que dice que dará lugar la amnistía. "¿Qué convivencia se puede lograr sin la conformidad de media España? Divide al país en dos porque está liquidando en principio de igualdad". Además le ha preguntado que si fuese tan buena la ley, "¿por qué no se les ocurrió antes y por qué no la aprobaron hace tiempo?".

Asimismo, le ha urgido a responder cómo evitar un nuevo procés. "¿Qué dirán a los independentistas cuando repitan el golpe? ¿Les eliminarán todos sus delitos del Código Penal?". Por todo ello, Feijóo le ha exigido a Sánchez a que cese en repetir que aplica la ley en beneficio de los españoles. "¿En nombre de quién dice que habla? En nombre de los constitucionalistas catalanes, no. En nombre de los policías y guardias civiles que se jugaron la vida, no. En nombre de los fiscales y jueces, no. En nombre de los 11 millones de españoles que apoyaron la alternativa a todo esto, no".

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Por su parte, ha prometido que cuando llegue a la Moncloa aprobará una nueva ley de la Lealtad Constitucional cuya exposición de motivos "aludirá expresamente a la impunidad generada por la ley de amnistía y cuyo contenido perfilará un reencuentro con el Derecho de todas las conductas vinculadas con el Golpe de Estado de 2017".

El popular ha querido devolver el golpe hurgando en la herida interna de Sumar con Unidas Podemos y su crisis con la ministra de Igualdad, Irene Montero. "¿Qué hacemos con Podemos? ¿Le damos un ministerio? ¿Qué opina, señora Montero? Con lo bien que lo han hecho ustedes en Igualdad y resulta que la señora Montero es una pésima ministra. ¿Tiene usted el Gobierno más feminista de la historia y va a cesar a la ministra de Igualdad? Coherencia y responsabilidad; les deseo suerte en la puja. No se rindan ya. Aún quedan unas horas. Aprieten por un ministerio o dos. Sí, se puede".

El presidente en funciones ha buscado el cuerpo a cuerpo con el popular, a quien le ha dicho, entre risas, que no es presidente porque no obtuvo los apoyos suficientes. "A él lo que le gusta es el cuerpo a cuerpo", decía un colaborador del presidente a las afueras del hemiciclo. No le faltaba razón vista la réplica que el jefe del Ejecutivo ha dado a Feijóo tras la intervención del presidente del PP, que mañana será oficialmente el nuevo líder de la oposición. Eso es, a grandes rasgos, lo que le ha venido a recordar Sánchez, que ha sido especialmente duro con el popular.

"No es presidente no porque no quiera, sino porque no le deja Vox", ha lanzado Sánchez, que ha utilizado parte de su intervención en repetir la idea con la que se presenta a la investidura: o un gobierno del PSOE con Sumar y nacionalistas o uno del PP con Vox. Y esto lo ha utilizado de nuevo para atacar a Feijóo, que tuvo su propia investidura en septiembre que resultó fallida. "Nadie quiere sumar con Vox, salvo el PP. Es usted un falso moderado abrazado a la derecha, un falso experto que gestiona mal, un falso ganador y un real perdedor", ha sentenciado.

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