El último padrón corrobora que España gana población exclusivamente gracias a la inmigración, dado que mueren más nacionales que nacen, y descubre que están llegando personas nacidas en el extranjero pero con la nacionalidad española por herencia familiar y con el objetivo de encontrar trabajo. Entre julio y octubre de 2023 se empadronaron en total 118.667 personas y con ellas España alcanzó el máximo valor trimestral de habitantes de la serie histórica del padrón del INE, 48.446.594.

La población residente en España lleva creciendo diez trimestres consecutivos y a 1 de octubre había ganado 525.075 personas (1,10%) respecto a un año atrás. Estas son las cifras de la Estadística Continua de Población del Instituto Nacional de Estadística (INE), publicadas este martes, y que confirman que el crecimiento poblacional de España sigue debiéndose casi en su totalidad al incremento de personas nacidas en el extranjero.

"Lo que más destaca del padrón provisional es el dato del país de nacimiento, que no hay nadie nuevo empadronado en el tercer trimestre del año nacido en España", destaca Pau Miret, demógrafo en el CED, de la Universidad Autónoma de Barcelona.

De los 48,4 millones de habitantes, a 1 de octubre de 2023, 6,3 millones tienen nacionalidad extranjera, pero 8,5 millones es población nacida en el extranjero.  Como apunta Miret, "algunos migrantes vienen con la nacionalidad debajo del brazo desde el país de nacimiento, porque cumplen el requisito de tener algún familiar español de primer o segundo orden".

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En el cuadro del INE consta que en el tercer trimestre de este año, de los 118. 667 nuevos empadronados, 77.016 son de nacionalidad extranjera y 41.651 de nacionalidad española. Pero si se mira la variación trimestral por país de nacimiento se ve que en ese trimestre hubo -29 nacidos en España (murieron más que nacieron) y 118.696 nuevas inscripciones de nacidos en el extranjero.

Las principales nacionalidades de origen de los inmigrantes empadronados en el tercer trimestre de 2023 son la colombiana (con 34.000 llegadas a España), la marroquí (24.400) y la venezolana (15.300), mientras que los españoles que entraron a residir al país en este trimestre fueron 23.600, por 9.600 que emigraron.

Por su parte, las nacionalidades de los que se marcharon a vivir fuera en mayor número fueron la española (con 9.600 salidas), la marroquí (5.600) y la rumana (4.500). 

La población crece en todas las Comunidades

Por comunidades y ciudades autónomas, durante el tercer trimestre de 2023 la población creció en todos los territorios, aunque, en términos relativos, aumentó principalmente en Baleares (0,45%), la Comunidad Valenciana (0,45%) y Madrid (0,42%) y menos en Extremadura (0,01%), Andalucía (0,04%) y Castilla y León (0,09%).

Henar de Pedro

En el cómputo anual, los mayores incrementos correspondieron a las mismas comunidades aunque en distinto orden: Comunidad Valenciana (1,98%), Baleares (1,79%) y Madrid (1,72%), en tanto que Extremadura, la única que perdió población, cedió un 0,10%, Asturias solo creció un 0,21% y Galicia un 0,25%.  

Para el demógrafo del CED Pau Miret, la explicación a estos flujos está en que "la migración en España es laboral. Antes había una pequeña proporción que venía a jubilarse a España, pero en esta estadística no se observa su peso. Lo que está llegando ahora son jóvenes que vienen a trabajar porque en sus lugares de origen no encuentran". 

Y lo que España les ofrece es empleo "en el sector servicios, sobre todo relacionado con el turismo, que en las comunidades ganadoras es ya un empleo de todo el año, y me aventuro a decir que también en el sector de la dependencia relacionado con los cuidados", ahonda el experto.

Zamora y Ávila pierden población

Mirando un año hacia atrás y por provincias:  Zamora, León, Córdoba y Jaén son las que más población pierden, según los datos del INE. Las cuatro provincias han perdido el 0,3% de habitantes entre octubre de 2022 y octubre de este año. También pierden vecinos las capitales extremeñas, Cáceres, Badajoz, y Ávila.

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En el lado opuesto se encuentran provincias del arco mediterráneo con aumentos superiores al 2% en el padrón de Valencia o Alicante. Es significativo el incremento en provincias como Guadalajara o Baleares.

Miret ve claro que "coincide que en las provincias que pierden población es menor la inmigración, porque la gente que ya vive ahí copa la oferta laboral de este tipo de empleo en servicios, turismo o cuidados".