Cuando hablamos de perros, es común observar un comportamiento curioso: comer hierba. Aunque el pasto verde no ofrece ningún valor nutricional para ellos, el motivo detrás de esta conducta sigue siendo una incógnita, y la investigación al respecto es limitada.
Sin embargo, es importante tener en cuenta algunos factores relacionados con la seguridad y la salud de nuestros perros cuando practican este hábito. Debemos mantenerlos alejados de céspedes o superficies de hierba verde que puedan estar expuestas a altos niveles de contaminantes, como en orillas cercanas al tráfico rodado o en parques urbanos donde se realizan tratamientos químicos con herbicidas, pesticidas y fertilizantes.
Además, en áreas donde hay una gran concentración de perros, la hierba puede contener residuos fecales y parásitos intestinales de otros animales, tanto de perros, gatos callejeros, roedores o el peligroso gusano del corazón que transmiten gasterópodos como caracoles o babosas. Por lo tanto, es esencial ser conscientes de estos posibles riesgos para proteger la salud de nuestros animales y de nosotros mismos, ya que hay parásitos con potencial de transmisión a personas. Insistimos, en consecuencia, en la importancia de respetar el calendario de desparasitaciones internas.
Uno de los mitos más extendidos es que los perros comen hierba para provocar el vómito como una especie de automedicación. No obstante, esta hipótesis no es concluyente a la luz de las evidencias, que indican que menos del 25% vomitan después de comer hierba.
En general, la conducta de comer hierba no debe ser vista como un problema ni como indicativo de enfermedad. De hecho, según una encuesta realizada en 2008 que incluyó a casi 2000 hogares con perros, se concluyó que alrededor del 70% de los convivientes informaron que sus perros comían hierba diariamente o al menos una vez a la semana.
¿Qué razones puede haber detrás?
Aunque el comportamiento de comer hierba en perros es ampliamente conocido y observado, como ya hemos mencionado la literatura científica al respecto es escasa, lo que ha generado un debate entre los profesionales veterinarios. Algunos defienden que este comportamiento es generalmente inocuo, mientras que otros sostienen que es preferible evitar que los perros desarrollen el hábito. Entre las posibles razones detrás de este comportamiento, la ciencia actual contempla las siguientes hipótesis.
- Hambre
Uno de los pocos estudios (S. J. Bjone y colaboradores) realizados sobre este comportamiento sugiere que el acto de comer hierba puede estar relacionado con la satisfacción del hambre. En dicho estudio, se observó que los perros mostraron menos interés en comer hierba a medida que avanzaba el día. Además, los perros no mostraron preferencia por un tipo específico de pasto verde. Esto sugiere que los perros pueden ver la hierba como una fuente de alimento y es más probable que la consuman si tienen hambre, es decir, antes de ingerir su dieta regular.
En caso de que observemos que nuestro perro come hierba antes de recibir su alimentación regular, es recomendable consultar con un veterinario. El profesional de salud animal podrá evaluar la dieta actual y confirmarnos si es balanceada, equilibrada y adecuada para sus necesidades específicas, como la edad, peso y hábitos de vida. De esta manera, se podrán realizar ajustes dietéticos adaptados a las características individuales del perro y eso reducirá el consumo excesivo de hierba.
- Carencia de fibra
Comer hierba también puede ser la forma en la que un perro obtiene más fibra, que les ayuda a digerir la comida, facilita la eliminación de heces y hace que el sistema gastrointestinal funcione de manera regular.
Además, la ingesta de hierba puede satisfacer otra necesidad digestiva, y es cubrir la carencia de fibra en su dieta habitual. Si bien comer hierba puede proporcionar fibra adicional y mejorar la función intestinal de los perros, existen mejores y más seguras formas de complementar la fibra en sus dietas que no conllevan los mismos riesgos que masticar pasto, por lo que nuevamente es recomendable consultar con un veterinario y valorar si la composición de su pienso cubre la dosis de fibra necesaria.
- Instinto
Otros motivos detrás de este comportamiento podrían estar relacionados con un instinto arraigado. Se ha encontrado material vegetal en cantidades que van desde el 11% hasta el 47% en las heces de lobos y coyotes.
En un estudio realizado por el veterinario Benjamin L. Hart se indica que “Nuestra hipótesis actual es que comer hierba es un comportamiento común que generalmente ocurre en perros sanos. Por lo general, no está asociado con enfermedades o deficiencias dietéticas, pero refleja una predisposición innata heredada de los ancestros salvajes. Se necesitan más estudios, pero es probable que comer pasto cumpla un propósito biológico”.
Esta práctica puede ser, por tanto, un remanente en los perros domésticos que sigue presente debido a su herencia genética.
- Malestar de estómago
Si observamos que el perro vomita bilis (una espuma amarilla que indica que su estómago está vacío) tras comer hierba de forma ansiosa, puede ser una señal de acidez estomacal. La bilis puede ser irritante y provocar malestar en el animal, y mientras que los seres humanos tomamos antiácidos para aliviar este problema, los perros pueden recurrir a comer hierba como una forma de librarse de la bilis y sentirse mejor.
Pero es importante tomar precauciones si nuestro perro vomita de forma habitual tras la ingesta de hierba. Los vómitos frecuentes o persistentes son un síntoma de que hay un problema de salud de base, como pueden ser el reflujo gástrico, la enfermedad inflamatoria intestinal o la pancreatitis. En estos casos, es imprescindible consultar a un veterinario para recibir el tratamiento adecuado.
Además, para abordar el malestar estomacal canino de manera general, se puede considerar reorganizar el horario de alimentación del perro, como darle la primera dosis de pienso recién levantados, antes de salir a la calle. Esto puede ayudar a regularizar la digestión y reducir los episodios de consumo de hierba para aliviar la acidez estomacal.
- Buen sabor
A pesar de las numerosas explicaciones bien fundamentadas sobre por qué los perros comen hierba, no podemos pasar por alto la explicación más simple de todas: que les gusta.
Puede que los perros disfruten del sabor y de la textura de la hierba, especialmente cuando el pasto está brotando durante la primavera, o cuando tienen sed. El consumo de hierba parece ser más común entre abril y agosto, y es posible que el clima y la estación del año cambien su sabor, la textura o el aroma. Debido a la falta de evidencias científicas sólidas, este motivo puede ser tan válido como los demás.
- Aburrimiento
El aburrimiento también puede ser una de las causas que los expertos sugieren para explicar por qué los perros comen hierba. Los perros domésticos necesitan atención, ejercicio y estimulación ambiental adecuada para mantenerse felices y sanos. Cuando un perro no encuentra suficiente entretenimiento en su entorno, puede recurrir a comer hierba como una forma de aliviar el aburrimiento.
Si pasa muchas horas solo o muestra otras conductas ansiosas, es necesario asegurarse de proporcionarle suficiente atención y dedicar tiempo diario a actividades físicas y estimulantes.
En este caso, reduciremos el consumo de hierba y pasto verde aumentando el tiempo que dedicamos a jugar con él, dar más paseos, ofrecer juguetes interactivos o realizar algún tipo de actividad canina como la obediencia básica, para que mantenga su mente más activa.
¿Cómo hacer que dejen de comer hierba?
Si un perro tiene el hábito de comer hierba y deseamos que deje de hacerlo, hay algunos consejos prácticos que nos ayudarán en el proceso:
Consultar con el veterinario: Antes de tomar cualquier otra medida, hay que asegurarse de que no haya problemas de salud subyacentes que estén causando este comportamiento.
Proporcionar distracciones y recompensas: Cuando el perro se incline para comer hierba, podemos distraer su atención redirigiéndola hacia otra actividad. Una vez que obedezca y se aleje de la hierba, es importante dar una recompensa en forma de golosina o refuerzo verbal y físico positivo para que comience a asociar el concepto.
Cambiar la rutina de alimentación: Puede ser útil dividir las comidas del perro en porciones más pequeñas y frecuentes. Especialmente por la mañana, cuando su apetito puede ser más alto, de manera que ayudará a reducir el deseo de buscar hierba como fuente adicional de alimento.
Aumentar el ejercicio y la estimulación: Un perro que está bien ejercitado y mentalmente estimulado tiene menos probabilidades de buscar hierba como una forma de entretenimiento o alivio del aburrimiento.
En definitiva, comer hierba es un comportamiento común y natural en los perros, aunque no se considera el mejor snack para ellos. Si bien es normal que los perros coman hierba de forma ocasional, es importante estar atentos a ciertos signos que podrían indicar problemas de salud.
Si un perro consume hierba pero muestra falta de apetito por su comida, come cantidades excesivas de pasto, come hierba y posteriormente vomita de forma frecuente o presenta síntomas como cansancio, diarrea o estreñimiento, es imperativo consultar con un veterinario.
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