Consejos y precauciones para disfrutar de un día de playa junto a tu perro

  • Tras el día en la playa, es aconsejable darles un baño para retirar la arena y la sal de su piel y pelaje.
Ante el calor ambiental, revolcarse en la arena húmeda resulta muy refrescante y les ayuda a enfriarse.
Ante el calor ambiental, revolcarse en la arena húmeda resulta muy refrescante y les ayuda a enfriarse.
Getty Images
Ante el calor ambiental, revolcarse en la arena húmeda resulta muy refrescante y les ayuda a enfriarse.

Afortunadamente, en los últimos años ha habido un aumento en el número de playas que permiten la presencia de perros. Esto brinda la oportunidad a los titulares y cuidadores de disfrutar de la playa junto a sus compañeros caninos. Sin embargo, también puede generar algunos problemas si no se toman las precauciones adecuadas para asegurarse de que todo salga bien.

La visita a la playa puede proporcionar a un perro nuevas vistas, sonidos y olores para experimentar, así como la oportunidad para practicar juegos estimulantes. No obstante, también existen peligros para los perros en este entorno.

Es importante, además, tener en cuenta que la playa no es la mejor opción para todos los perros. Hay perros que pueden sentirse abrumados por el ruido o la presencia masiva de personas y no resulta aconsejable someterlos a dicho entorno de forma brusca. Si estamos realizando un proceso de sociabilización, es mejor reajustar la visita a horas donde haya menos personas y por espacios cortos de tiempo. En caso de que un perro tenga heridas, enfermedades de la piel o esté recientemente intervenido, es recomendable consultar con un veterinario la conveniencia de que acuda o no a la playa.

Por otro lado, las altas temperaturas y la exposición prolongada al sol pueden ser perjudiciales para las razas con pelaje oscuro o espeso, así como para aquellos perros con problemas respiratorios o cardíacos.

También es importante tener en consideración el comportamiento y la sociabilidad del animal. La playa puede resultar en una sobreexcitación y es fundamental que evaluemos si nuestro perro está adecuadamente entrenado para disfrutar de manera segura de este tipo de actividades.

Es aconsejable preparar una mochila o una bolsa con el material y la documentación para el perro.
Es aconsejable preparar una mochila o una bolsa con el material y la documentación para el perro.
Freepik

Antes de salir de casa

Puede resultar muy útil preparar una mochila o una bolsa con los elementos necesarios para garantizar que cubrimos todas las necesidades que puedan surgir durante el día de playa con nuestro perro. Su mochila debe incluir:

  • Crema protectora para el sol

Al igual que nosotros, los perros también pueden quemarse con el sol. Hay que aplicar una crema apta para perros en las zonas más sensibles, como son la trufa, las orejas o la tripa. Se debe consultar con un veterinario para que recomiende el tipo de cosmético apropiado para nuestro perro.

  • Documentación importante

No debemos olvidar incluir la cartilla o el pasaporte veterinario actualizado, que incluya los datos de vacunación y desparasitación. Si hay contratado un seguro de responsabilidad civil, también debemos incluirlo entre la documentación que portemos a la playa.

  • Botella de agua fresca y bebedero

Debemos mantener al perro hidratado en todo momento. Un recipiente plegable como bebedero y una botella de agua fresca son necesarios para poder darle agua potable.

  • Bolsas para recoger los excrementos

No recoger los excrementos del perro en la playa puede acarrear costosas sanciones, por lo que es fundamental mantener el espacio limpio. Por ello, es buena idea introducir suficientes bolsas biodegradables para recoger y desechar adecuadamente sus heces.

  • Protectores para almohadillas

El calor de la arena puede ser abrasivo para las almohadillas de los perros, especialmente durante las horas centrales del día. Unos protectores o botines para almohadillas pueden ser muy útiles y una buena inversión.

  • Juguetes

Los juguetes son una excelente manera de mantener al perro entretenido en la playa. Pero no valen todos, debemos seleccionar juguetes seguros y apropiados para el agua, como pelotas flotantes o juguetes masticables resistentes al agua y mejor de colores brillantes, que los perros puedan detectar sin dificultad.

  • Toalla limpia

Después de un chapuzón refrescante en el mar o de jugar en la arena con el pelaje mojado, es aconsejable secar y limpiar ojos, nariz y orejas para evitar irritaciones por el agua salada y las partículas de arena. Además, es probable que deseemos secarlo un poco si nos hemos desplazado en vehículo, público o privado, antes de iniciar el regreso a casa, por lo que añadir una toalla limpia de uso exclusivo para el animal será de agradecer.

En la playa: ¿y ahora qué?

Una vez en la playa, es importante respetar y preservar el entorno natural. Hay que evitar adentrarse en áreas designadas como espacios protegidos o aquellas que cuenten con señales de anidación de aves o presencia de especies endémicas. Estas zonas son fundamentales para la conservación de la fauna y la flora local, por lo que debemos ser responsables y no interferir con su hábitat. El primer consejo es que sigamos las indicaciones y restricciones establecidas por las autoridades locales.

Ya establecidos en un área adecuada, debemos buscar un lugar con sombra o donde poder instalar una sombrilla. Es el momento de aplicar la crema de protección solar y retirarle el collar antiparasitario externo si vamos a dejar que se introduzca en el mar para conservar las propiedades del producto insecticida y evitar la contaminación hacia el medio acuático.

No debemos perder de vista al perro en ningún momento, no importa si estamos en el agua o en la arena, así como asegurarnos de que no molesta a otros usuarios de la zona.

Excavar en la arena es un juego apto y saludable que da rienda libre a sus instintos, pero es importante que no moleste a otros usuarios y que cubramos los agujeros al finalizar.
Excavar en la arena es un juego apto y saludable que da rienda libre a sus instintos, pero es importante que no moleste a otros usuarios y que cubramos los agujeros al finalizar.
Getty Images

Actividades apropiadas

Existen numerosas actividades apropiadas para disfrutar junto al perro de un día de playa, pero también es necesario prestar atención a los detalles. 

  • Exploración por la orilla

Se puede optar por dar un tranquilo paseo junto al perro a lo largo de la orilla, permitiéndole disfrutar de la estimulación olfativa proporcionada por el entorno marino y que tenga una experiencia sensorial enriquecedora.

  • Juegos de lanzamiento

Para mantener al perro entretenido y fomentar su actividad física, se puede buscar un área adecuada donde sea posible jugar a lanzar objetos. Debemos asegurarnos de que el entusiasmo, los ladridos o las salpicaduras no perturben a los bañistas que se encuentren en la zona.

  • Búsqueda y excavación

Si estamos en la arena, se puede realizar un juego escondiendo juguetes bajo la superficie para que el perro los encuentre y escarbe. No obstante, se recomienda tapar adecuadamente los agujeros después del juego para evitar posibles accidentes de otros usuarios en la playa.

  • Introducción a la natación

Si el perro aún no sabe nadar, la playa puede ser un entorno propicio para introducirlo en esta actividad. Es importante recalcar que nunca se debe forzar al perro a entrar al agua ni introducirlo en brazos. Debemos respetar su ritmo y utilizar refuerzos positivos, como juguetes o premios, para motivarlo a acompañarnos en el agua. Si el perro muestra resistencia, es crucial no presionarlo y asegurarse de que asocie la experiencia con algo positivo y divertido.

En el caso de tener perros braquicéfalos o cuya anatomía les dificulta la natación y aumenta el riesgo de ahogamiento, como es el caso de carlinos, bulldogs o razas como los téckel, es aconsejable adquirir un chaleco salvavidas, de fácil acceso en la actualidad y con gran variedad de diseños y tallas, para asegurarnos de que el perro pueda disfrutar de forma segura de la experiencia.

Riesgos y precauciones

Cuando disfrutamos de un día de playa junto a nuestro perro, también es necesario tener en cuenta ciertos riesgos y precauciones para garantizar su seguridad y bienestar. Algunos puntos clave a considerar son:

Evitar que el perro coma arena o algas, ya que pueden provocarle problemas digestivos e incluso obstrucciones intestinales.

No permitir que beba agua del mar, ya que el contenido de sal puede ser muy perjudicial.

— Que no se introduzca en aguas profundas. Debemos evaluar sus habilidades natatorias y limitar su acceso.

Prestar atención a las corrientes marinas. Hay que evitar que el perro nade en áreas donde haya corrientes fuertes, que puede arrastrarlo mar adentro y dificultar su regreso a la orilla.

Controlar el nivel de ejercicio. Es necesario evitar la práctica de actividades físicas intensas, especialmente en las horas más calurosas del día, para prevenir el agotamiento y los golpes de calor. Si el perro no busca refrescarse por sí mismo, es adecuado mojarlo para ayudar a que se mantenga fresco.

Ofrecerle agua fresca con regularidad para evitar la deshidratación y los golpes de calor.

— Evitar que el perro corra sin control en zonas desconocidas. En playas que no nos son familiares, puede haber zonas con rocas, riscos y otras características geográficas peligrosas donde un perro puede darnos un buen susto. Debemos mantenerlo cerca y bajo control para evitar posibles accidentes o pérdidas.

— Siempre es recomendable consultar con un socorrista local las condiciones del agua antes de permitir que el perro se bañe. Ellos pueden brindarnos información sobre mareas, corrientes y cualquier peligro específico que debamos tener en cuenta.

La arena puede quemar y abrasar las almohadillas, por lo que debemos prestarles atención al regresar a casa y observar que no muestran heridas.
La arena puede quemar y abrasar las almohadillas, por lo que debemos prestarles atención al regresar a casa y observar que no muestran heridas.
Getty Images

De regreso a casa

Tras un día de playa con el perro, y de vuelta a casa, es importante tomar otras medidas para que la experiencia sea saludable y garantizar su cuidado.

La arena puede causar irritación y molestias y la sal reseca la piel y causa picazón, por lo que es recomendable darlos un buen baño para eliminar la arena y la sal acumuladas en su pelaje y su piel.

Aunque hayamos utilizado una crema protectora para almohadillas, después de un día de playa veraniego es posible que la nariz y las almohadillas muestren señales de haber estado expuestas a las condiciones abrasivas del sol y la brisa características de un entorno marino. Tras el baño, aplicar una crema hidratante apta para perros en las zonas más susceptibles los mantendrá protegidos.

Además de estos dos puntos, se ha de revisar cuidadosamente al animal en busca de posibles heridas, quemaduras solares o algún signo de incomodidad. Si observamos cualquier anomalía, se debe consultar con el veterinario.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento