Los gusanos de seda, una especie doméstica común en colegios y hogares pero sin ningún control ni amparo legislativo

  • Su ciclo vital es corto, de 45 a 60 días desde que eclosionan los huevos y salen las larvas hasta la muerte de la polilla. 
Los gusanos de seda se alimentan principalmente de hojas de morera.
Los gusanos de seda se alimentan principalmente de hojas de morera.
Ivabalk. Pixabay.
Los gusanos de seda se alimentan principalmente de hojas de morera.

Si hablamos de animales domésticos, es inevitable que nos vengan a la mente perros, gatos, conejos, caballos o incluso vacas, pero es improbable que asociemos ese concepto a unos gusanos.

Sin embargo, en el caso de los gusanos de seda de la especie Bombyx mori, también estaríamos ante una especie animal sobre la que hemos ejercido esta presión reproductiva, y generado una especie única que no existe en el medio natural.

Hace más de 5.000 años que se desarrolló la práctica de la sericultura en China, esto es, la producción de seda cruda. Inicialmente, se utilizaba la polilla de seda Bombyx mandarina que, ante las condiciones de su crianza, alteró tanto su apariencia como su comportamiento en cautividad, dando lugar a la Bombyx mori. Especie de gusano de seda doméstico hay una, pero existen numerosas variedades y centenares de líneas genéticas, con más de cuatrocientas mutaciones, así como todos los perros son Canis lupus familiaris pero luego tenemos las razas.

Los gusanos de seda domésticos, en comparación con los de su pariente salvaje, aumentaron de tamaño, aceleraron su fase de crecimiento y la eficiencia alimentaria. Conductualmente, se hicieron tolerantes y perdieron el miedo a la manipulación y la presencia humana además de a sus depredadores naturales, entre otros cambios de comportamiento. En cuanto a su fenotipo o aspecto, debido al hacinamiento oscuro de las granjas, perdieron los pigmentos de color tanto en la fase larvaria como en forma de polillas, y los gusanos y las polillas de seda de la especie Bombyx mori son leucísticos, es decir, totalmente blancos, dado que en cautividad no necesitan camuflaje para protegerse de los depredadores. También han perdido la capacidad de volar y son ciegos.

¿Qué sabemos de los gusanos de seda?

Además de ser el principal productor de seda en todo el mundo, los gusanos de Bombyx mori se usan en investigaciones científicas, aplicaciones médicas y también en productos de cosmética, en concreto la sericina, una proteína que se obtiene de los capullos del gusano de seda. Se consideran insectos comestibles y forman parte del menú de algunas culturas, esencialmente asiáticas. Desde 2021, la Comisión Europea incluyó al gusano de seda en la lista de insectos aptos para la elaboración de piensos de animales de granja.

Como es sabido, su principal alimento es la hoja de morera (Morus spp.), que detectan mediante el olfato y el tacto, sus principales sentidos. De hecho, el olfato es el factor principal en la reproducción de los gusanos de seda, ya que las hembras desprenden una molécula orgánica volátil, o feromona sexual, llamada bombicol, que atrae a todos los machos de su entorno de forma irremediable.

Los gusanos de seda solo realizan un ciclo vital al año. El ciclo de vida de la Bombyx mori consta de cuatro etapas: huevo, larva (o gusano), crisálida (o capullo) y adulto (o polilla). El ciclo total tiene una duración de 45 a 60 días desde que la larva abandona el huevo. Durante este tiempo de crecimiento, mudarán la piel hasta cuatro veces e irán aumentando su tamaño de forma muy acentuada hasta alcanzar la forma de polilla tras abandonar la crisálida.

En la parte de este ciclo vital, la única función será la de procrear y realizar las puestas de huevos, durante los 5 a 15 días que permanecen vivas, sin alimentarse. Una vez efectuadas las puestas de huevos, que pueden ir desde los 100 hasta los 300, las polillas mueren y estos huevos se mantienen en letargo durante un año hasta la próxima temporada, que coincide con la llegada de la primavera y la subida de temperatura. 

Este proceso, en el caso de las granjas de sericultura, es más constante debido a los ambientes controlados, donde pueden alterar la temperatura para aumentar la frecuencia de las puestas de huevos y que el ciclo no se detenga en ningún momento del año. 

Las polillas de la seda domésticas han perdido la capacidad de volar y son ciegas.
Las polillas de la seda domésticas han perdido la capacidad de volar y son ciegas.
Zivya. Wikimedia Commons. CC BY-SA 3.0.

El bienestar animal tras la producción de seda

Aunque las protestas por la fabricación de seda no son tan notorias ni populares como en el caso de la industria peletera de mamíferos o de otras actividades donde hay uso de animales para la alimentación o la experimentación, existe un debate ético en torno a la producción de la seda.

Ya hemos mencionado las cuatro etapas del ciclo vital de la Bombyx mori, pero en la sericultura, solo alcanzan hasta el tercer estadio, el de crisálida o capullo. Es en esta fase donde, mediante un proceso llamado "sofocamiento", evitan que se conviertan en polillas, cociendo los capullos al vapor, con el gusano vivo en su interior, para no dañar la seda. Según datos de PETA, para hacer un kilo de seda se necesitan 6.600 gusanos hervidos vivos.

Los gusanos de seda son seres con sistema nervioso central, cerebro y tienen la capacidad de experimentar respuestas de rechazo y estrés ante estímulos dolorosos o nocivos, que conocemos como nocicepción.

Más allá de esto, la posesión e intercambio de gusanos de seda entre particulares y su uso, cada año escolar, para que los alumnos aprendan sobre su ciclo vital y su producción de seda, no está regulado ni controlado por ningún organismo en concreto. Esto significa que las cifras reales de gusanos de seda Bombyx mori, fuera de la industria de la sericultura o de otros usos profesionales, se desconocen por completo. Tampoco existe ningún tipo de normativa que garantice su bienestar y protección durante su cuidado y cría en este tipo de entornos educativos y caseros.

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