En esta semana del 8 de marzo, Día de la Mujer, es justo reconocer que el Gobierno de Pedro Sánchez ha mostrado su firme compromiso por hacer de España un país feminista, con la promoción y protección de los derechos de las mujeres y las niñas, y con igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres.

Mucho hemos avanzado en el ámbito socioeconómico durante esta legislatura. Se han aprobado normas que han tenido un impacto positivo expresamente para las mujeres. La reforma laboral, por ejemplo, ha permitido reducir la temporalidad e impulsar la creación de empleo estable y de calidad entre las mujeres. Los contratos indefinidos de las mujeres han pasado de representar el 9% al 41% del total. Igualmente, las medidas adoptadas para asegurar la igualdad retributiva han permitido rebajar la brecha salarial por debajo del 19%.

La subida del Salario Mínimo Interprofesional beneficia a dos millones de personas, la mayoría jóvenes y mujeres. La revalorización de las pensiones, tanto las contributivas como las no contributivas o las de viudedad, mayoritariamente beneficia a las mujeres pensionistas. Y también hay que destacar la equiparación de los permisos de paternidad y maternidad, que ha permitido cambiar la dinámica de las familias jóvenes consiguiendo una igualdad real a la hora de la contratación por parte de las empresas.

Además, el Ingreso Mínimo Vital protege especialmente a los hogares liderados por mujeres, que representan más del 99% de las familias monoparentales beneficiarias. La recuperación de la cotización a la Seguridad Social de los cuidadores no profesionales o el aumento en 1.800 millones de euros el Sistema Nacional de Dependencia, a quién más beneficia es a las mujeres.

A todas estas medidas se suma esta semana un nuevo avance: el Gobierno de Pedro Sánchez ha impulsado una ley sin precedentes para garantizar la paridad y hacer de España un referente mundial en igualdad.

Ley de paridad implica que la representación femenina de la sociedad ha de estar en todos los lugares y, en especial, en aquellos donde se toman las decisiones económicas y políticas. Tenemos que aprovechar el cien por cien del talento femenino para mejorar la productividad de las empresas y lograr un crecimiento más fuerte y sostenible en el tiempo

Actualmente, en los consejos de administración de las sociedades cotizadas, la presencia de mujeres no llega al 30% y en los puestos de alta dirección el número de mujeres está por debajo del 20%. Pues bien, gracias a esta norma las sociedades deberán asegurar que sus consejos de administración tengan al menos un 40% de consejeras. La nueva regulación se aplicará también a las grandes empresas no cotizadas, que son aquellas con más de 250 trabajadores o una cifra anual de negocios de más de 50 millones de euros.

El principio de representación equilibrada tendrá que cumplirse también en las juntas de gobierno de los colegios profesionales y en los tribunales, jurados de premios o reconocimientos públicos; mientras que, en el plano político, las candidaturas electorales deberán tener una composición paritaria y el Gobierno tendrá que regirse por el principio de presencia equilibrada de mujeres y hombres.

Un paso más, un derecho y orgullo más que lleva la firma socialista: La Paridad va a ser ley, y es de justicia. Si las mujeres somos la mitad de la sociedad, debemos representar la mitad del poder político y económico porque las mujeres no sólo nos tenemos que conformar y luchar por no ser pobres, sino que queremos y debemos estar allí donde se toman las altas decisiones. Ni al lado, ni detrás de ellos. Enfrente. Va por todas vosotras: por las de ayer y por las que vendrán.