Las iniciativas legislativas relacionadas con la igualdad entre hombres y mujeres siguen generando roces en el Gobierno a las puertas del 8-M, y el proyecto de ley de paridad anunciado el pasado fin de semana por el presidente Pedro Sánchez no es una excepción. El Consejo de Ministros aprobará este martes el anteproyecto de esa norma, que a partir de esta semana comenzará a recibir informes y entrará en fase de consulta pública. Y lo hará porque el presidente Sánchez la llevará en mano al órgano, ya que el texto no ha pasado previamente por la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios, el conocido como Consejillo, ni su contenido ha sido consensuado con el Ministerio de Igualdad.

Este Consejillo es un órgano que se reúne todos los jueves con la presencia de los secretarios y subsecretarios de Estado de todos los ministerios, sus números dos y tres. Su misión principal es preparar el orden del día que verá el Consejo de Ministros el martes siguiente, cuando se reúne de forma ordinaria y, para ello, cada departamento lleva al Consejillo sus borradores de ley una vez están completos. Si estos textos reciben luz verde del órgano, que preside de forma ordinaria el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, son incluidos en el paquete de temas que se analiza en la reunión entre Sánchez y sus ministros.

Ese es el procedimiento estándar a través del cual los textos legales del Gobierno comienzan a tramitarse. Pero existe una segunda opción para que un asunto llegue al Consejo de Ministros: que el presidente lo lleve en mano ahorrándose el trámite de hacerlo pasar por el Consejillo. Y así es como se introducirá en el orden del día el borrador de anteproyecto de ley de paridad este martes, según confirman fuentes del Ministerio de Igualdad, que explican que el departamento que lidera Irene Montero no recibió el texto completo de la norma -impulsada por el propio departamento de Bolaños- hasta este lunes.

El PSOE apura los tiempos para convencer a los socios de investidura mientras se agrava el choque con Podemos por el 'solo sí es sí'

Eso significa que la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, no pudo acceder el jueves pasado al borrador de la ley de paridad. El texto, de hecho, fue anunciado el sábado por Sánchez únicamente habiéndoselo comunicado unos minutos antes a Igualdad, y el inicio de su tramitación se aprobará a escasas 24 horas de las movilizaciones por el Día Internacional de la Mujer y el mismo día que el Congreso dará -previsiblemente- luz verde a empezar a trabajar la reforma unilateral de la ley del solo sí es sí promovida por el PSOE, que se aliará con el PP para iniciar la tramitación de un texto que Unidas Podemos rechaza.

El Ministerio que lidera Irene Montero, no obstante, insiste en que no está en contra de la ley de paridad promovida por el PSOE, si bien las fuentes consultadas señalan que considera más prioritario centrarse en resolver los problemas que provoca la desigualdad de género en las clases más bajas. 

"Feminismo no es que Ana Patricia Botín y Marta Ortega dirijan una gran empresa; es topar las hipotecas de tipo variable para que Ana Patricia Botín deje de hacerse indecentemente rica a costa de que las familias de este país tengan que pagar 100, 200 ó 300 euros más al mes por unas hipotecas desbocadas", señaló a este respecto el domingo la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra.

Listas electorales y grandes empresas

Y es que la norma, según ha detallado el ala socialista del Gobierno, se centra en romper el llamado techo de cristal y facilitar que las mujeres alcancen los puestos más altos en grandes empresas o centros de poder. El borrador establece, por ejemplo, que cualquier empresa cotizada o entidad de interés público con más de 250 trabajadores y 50 millones de volumen de negocio anual debería tener el 40% de mujeres en la dirección, así como que ninguna junta de gobierno en estos órganos tendría permitido funcionar sin al menos un 40% de mujeres al frente.

El borrador, además, plantea poner en marcha el sistema de listas cremallera para las elecciones, lo cual supondría que todas las candidaturas deberían estar compuestas por hombres y mujeres en puestos alternos. Ahora mismo, la ley únicamente obliga a introducir dos candidatas por cada cinco puestos en las listas electorales, pero no pone ninguna condición sobre el puesto que deben ocupar, con lo cual es perfectamente legal que los tres primeros puestos de una lista estén ocupados por hombres.