El Gobierno ha aprobado este martes la creación de un Centro Nacional de Salud Pública, una institución que finalmente tendrá naturaleza de agencia pública. Según dijo el presidente Pedro Sánchez la semana pasada cuando lo anunció, el nuevo organismo permitirá al país estar "más preparado y protegido" ante futuras emergencias sanitarias como pandemias y nuevos patógenos.
Pese a lo repentino del anuncio, que se ha producido a mediados de agosto durante una visita del jefe del Ejecutivo a La Palma, el Gobierno se comprometió hace dos años a la puesta en marcha de este organismo, que llega casi una década después de que fuera prevista su creación por ley. "Este Centro es absolutamente necesario, lo era antes y ahora más, después de la pandemia", subraya a 20minutos Manuel Franco, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), que añade que "proteger y promover la salud de nuestro país es un bien común".
La Ley 33/2011, de 4 de octubre, General de Salud Pública, ya recogía en su artículo 47 la creación de un "Centro Estatal de Salud Pública" que realice "el seguimiento y la evaluación de la Estrategia de Salud Pública". Sin embargo, hubo que esperar a la irrupción de la pandemia de la covid-19 para que empezaran a darse los primeros pasos hacia la materialización de esta previsión legal. "Con diferentes cambios de Gobierno se aparcó y nunca se llevó a cabo", señala Franco.
El compromiso llegó en agosto de 2020, con la remodelación del Ministerio de Sanidad, encabezado en aquel momento por Salvador Illa, para reforzarlo "de cara al control de posibles rebrotes de la enfermedad". El real decreto que desarrollaba la nueva estructura ministerial mencionaba que el Gobierno debía remitir a las Cortes Generales "en el plazo de un año" un proyecto de ley que regulara el Centro Estatal de Salud Pública, "clave para identificar, evaluar y comunicar las amenazas y riesgos, tanto presentes como emergentes, para la salud pública". En los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021 se reservó incluso una partida de 5 millones de euros a tal efecto.
El anteproyecto de ley vio la luz finalmente en septiembre de 2021, momento en el que el Ejecutivo lo abrió a consulta pública y la ministra de Sanidad, Carolina Darias, expresó su voluntad de que la norma se aprobara antes del segundo semestre de 2022, un compromiso que posteriormente Sánchez pospuso al mes de julio durante el Debate sobre el estado de la nación. "Les anuncio que vamos a crear el Centro Estatal de Salud Pública para mejorar la gestión de las emergencias sanitarias”, afirmó, subrayando la intención de “no olvidar las lecciones de la pandemia” y “reforzar la salud pública en nuestro país”. El propio Plan Anual Normativo para 2022 del Gobierno incluye la aprobación de esta ley. "Es el momento de hacerlo, sin duda alguna, y ojalá haya mucho consenso entre los Gobiernos autonómicos y entre las diferentes ideologías para llevarlo a cabo", sostiene el portavoz de SESPAS, que recuerda que "el fin último es proteger la salud de la población española y promover la salud en nuestro país".
Mejorar la coordinación
El anteproyecto de la Ley de Creación del Centro Estatal de Salud Pública que entró en consulta pública en septiembre de 2021, antesala de la norma que el Consejo de Ministros aprobará este martes, preveía una dotación de 9,45 millones de euros en los PGE de 2022 para la creación de "un nuevo centro de salud pública con autonomía funcional, que ejerza las competencias de análisis y estudio, evaluación de políticas e intervenciones públicas, asesoramiento técnico, propuesta de medidas a las autoridades sanitarias y preparación y coordinación de respuesta ante situaciones de emergencia sanitaria”.
El texto añadía que se tratará de un "centro de excelencia que aglutine las competencias hasta ahora dispersas en esta materia", puesto que actualmente ya trabajan en este ámbito organismos como el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, el Instituto de Salud Carlos III y las comunidades autónomas, además de los centros universitarios. Previsiblemente la nueva institución facilitará la comunicación entre todos ellos e incluso con entidades internacionales como la Organización Mundial de la Salud o el Centro Europeo de Control de Enfermedades.
La dispersión de la información y la falta de armonización de los datos provocaron dificultades a la hora de contabilizar el número de positivos, hospitalizaciones y muertes al inicio de la pandemia. En ese sentido, el Ministerio de Sanidad pretende que la futura Agencia Estatal de Salud Pública permita el desarrollo de la Red de Vigilancia de la Salud Pública, "una red integrada de sistemas de información que mejore la detección de eventos de salud pública y contribuya a la toma de decisiones en tiempo real". "Una de las principales enseñanzas a extraer de la pandemia de la covid-19 es la necesidad de disponer de capacidades e instrumentos para que el sistema sanitario esté preparado y pueda responder ante los peligros para la salud humana", añade el anteproyecto.
Independiente y descentralizado
En el marco de la consulta pública del anteproyecto de ley, la SESPAS hizo llegar al Ministerio de Sanidad un informe con sus propuestas para el diseño y funcionamiento del anunciado Centro Nacional de Salud Pública. Entre ellas, para SESPAS es prioritario que el nuevo organismo sea "independiente" y tenga una "alta capacidad técnica". "Lo principal de este centro es que sea independiente, que esté bien dotado y que sea capaz de recoger los datos, analizarlos y ofrecer una información necesaria para llevar a cabo las mejores políticas en salud pública y que estas políticas sean evaluables y se puedan llevar a cabo de manera rápida y solvente", explica Franco.
Por ello, consideran que debería constituirse como una "Agencia Estatal de Salud Pública (AESP) adscrita al Ministerio de Sanidad, con una estructura organizada en red, que requeriría para su funcionamiento de un nodo coordinador, 17 nodos autonómicos y una serie de nodos temáticos y técnicos". "Debería ser una agencia independiente que sea capaz de recoger datos, de analizar datos y de dar al Gobierno que toque una información sobre cuál e la realidad de salud en nuestro país", expresa el portavoz de SESPAS, que añade que "debe llevarse a cabo en colaboración muy cercana con las comunidades autónomas". "No es una agencia del Gobierno central, sino que es una agencia de todas las comunidades autónomas y debería crearse en red", continúa.
"No se trata únicamente de reunir centros ahora dispersos para evitar dispersión y duplicidades", matiza el informe, sino que "se trata de configurar una Agencia capaz de contribuir a la Estrategia Nacional de Largo Plazo maximizando la eficiencia y la orientación innovadora y común en el desempeño de la actuaciones de salud pública estatal". Desde SESPAS ven con buenos ojos la creación de la nueva Agencia Estatal de Salud Pública, que confían que refuerce "la inteligencia colectiva de la salud pública en España", y toman como ejemplo instituciones de referencia como la inglesa UK Health Security Agency (UKHSA), el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estadounidenses, pero también la Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB), creada en 2003.
Además, SESPAS también aboga por que la nueva institución se ubique fuera de Madrid, siguiendo el procedimiento iniciado por el Gobierno de Sánchez para descentralizar las entidades públicas de nueva creación. "Debemos aspirar al mejor centro posible, que nos dé la información y las claves para poder seguir protegiendo la salud de los ciudadanos", concluye Franco, que recuerda que "proteger la salud de los ciudadanos tiene que ver no solo con enfermedades infecciosas, como las que nos han ocupado durante la pandemia, y estar preparados para las siguientes, sino también para prevenir las enfermedades crónicas o no transmisibles que son las que nos ocupan principalmente en todos los países del mundo hoy en día".
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