El PP andaluz huye de triunfalismos pero ya sueña con la 'vía Ciudadanos': "O no sacan ninguno o sacan tres o cuatro"

  • Los buenos augurios electorales llevan al PP a pensar en la posibilidad de un escenario muy positivo.
  • Feijóo dejó claro el peligro del triunfalismo este viernes: "No os fieis, no tenemos más que una expectativa".
El presidente de la Junta, Juanma Moreno, (d) junto al vicepresidente de la Junta y consejero de Turismo, Juan Marín, (i) durante la rueda de prensa tras Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía en el Monasterio de Santa María de la Rábida, a 8 de marzo de 2022 en Huelva (Andalucía, España)
Juan Marín y Juanma Moreno, el pasado 8 de marzo en Sevilla.
Joaquin Corchero | EP
El presidente de la Junta, Juanma Moreno, (d) junto al vicepresidente de la Junta y consejero de Turismo, Juan Marín, (i) durante la rueda de prensa tras Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía en el Monasterio de Santa María de la Rábida, a 8 de marzo de 2022 en Huelva (Andalucía, España)

Reina la satisfacción en el PP por cómo marcha la estrategia de Juanma Moreno. No importar debates nacionales y elevar a Moreno a categoría, a tenor de las encuestas, funciona. Tanto que el principal objetivo ahora es esconder cualquier muesca pública de triunfalismo, cerrar el puño en el bolsillo e incluso mirar por debajo de la parte más baja de las horquillas que arrojan los barómetros. Algo que casi ordenó Alberto Núñez Feijóo este viernes en Málaga: “No os fieis, no tenemos más que una expectativa, más que unas encuestas”.

Sondeos como el publicado este jueves por el CIS, que prevé entre 47 y 49 escaños para el PP, la "mayoría suficiente", una premisa según la cual una suma mayor que las izquierdas supondría gobernar en solitario. Moreno, parece, se encuentra en disposición de superar el listón que Javier Arenas dejó en 50 diputados en 2012. Los buenos pronósticos hacen soñar en el fuero interno de los populares andaluces con los 55 que otorgan la mayoría absoluta. Pero sobre todo activan la posibilidad de la 'vía Ciudadanos'. Y esquivar un entendimiento forzoso con Macarena Olona y a Vox, el escenario más probable. Un rejonazo trascendental a la apuesta territorial más ambiciosa de Santiago Abascal que podría lastrar la reputación política del presidente andaluz.

Porque si, lógicamente, el escenario óptimo es el de una mitad más uno de asientos en el Parlamento de Andalucía, el plan B es apostarse en los 50 y llegar con los que ponga el hasta ahora vicepresidente, Juan Marín"O no sacan ninguno o sacan tres o cuatro", vaticina un alto cargo del PP en Andalucía sobre la hipótesis. Se refiere a la Ley Electoral Andaluza, que establece un mínimo del 3% para tener representación en el Parlamento autonómico. De no alcanzarlo, los votos liberales se podrían disipar en la nada y perder la posible representación en plazas como Cádiz, Málaga, Granada y Sevilla.

Ciudadanos rechazó concurrir con el PP

Moreno reconoció este martes que ofreció a Ciudadanos negociar una lista conjunta. Una opa nada hostil y desde la "máxima honestidad", según el presidente andaluz, que fue rechazada por Inés Arrimadas y por Marín, que rechazaron porque, dijo, hubiera supuesto la desaparición del partido. "Nadie les pedía que tuvieran el carné del PP", aseguró. 

"Parte de este éxito es suyo", le reconoce a Ciudadanos el dirigente citado. Nombra al recientemente fallecido Javier Imbroda, a Rocío Blanco, a Rogelio Velasco, a Rocío Ruiz. Consejeros todos ellos de un equipo de Gobierno que aguantó hasta el final en buena sintonía. De manera "muy fluida", estima el presidente andaluz, que reivindicó que "el talento nunca se puede desaprovechar". También se refería al hasta ahora vicepresidente Marín, un socio estable e involucrado en el proyecto. Una oferta en todo caso caduca de no ser cruciales tras el 19-J.

El miedo de Marín a un "régimen" de derechas

Marín abrió la campaña este viernes en Jerez de la Frontera, un guiño a Arrimadas por tratarse de su lugar de nacimiento. "Andalucía es de los andaluces", reivindicó, en una particular adaptación de la doctrina Monroe. El discurso de Marín coincide con el del candidato socialista y ex alcalde de Sevilla, Juan Espadas, en un punto esencial: aventar el miedo a un pacto del PP con Vox. Una estrategia a modo de pinza de dos partidos, hay que recordar, gobernaron juntos la Junta entre 2015 y 2019.

"Va a volver otro régimen, pero ahora de derechas", dijo Marín, trasladando el temor a que Andalucía se "convierta ahora en el cortijo de la derecha". Si la pujanza y el crecimiento de Moreno es llamativo, no lo es menos el de Vox en la tierra donde firmó, simbólicamente, su acta fundacional con los 12 diputados que obtuvo en 2018. El CIS le otorga entre 17 y 21 de los 109 en liza. Otras encuestas los elevan a 25.

"Andalucía se ha convertido en la tierra que soñábamos", se ufanó el candidato liberal. "El cambio que funciona es de Ciudadanos y vamos a seguir trabajando para que ese cambio se siga produciendo", arengó a los suyos, reivindicando su importancia en la coalición. "No hemos cambiado nuestro voto por un puñado de lentejas, hemos demostrado honestidad, buena gestión, somos gente sensata y normal", sacó pecho. Su mensaje es que "sin liberales no hay igualdad real".

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