El término husky tiene su origen, como muy pronto, en el siglo XVIII, y se utilizaba, de forma peyorativa, para los habitantes nativos del Ártico y América del Norte (y que acabaría formando la acepción de esquimal). Esta expresión se amplió para los característicos perros de trineo que utilizaban estas poblaciones, y de “perros de los huskies” acabó derivando simplemente a perro husky.
Lo que mucha gente es posible que no sepa es que hay otras razas o grupos caninos de perros de trineo husky, además del siberiano, como el husky labrador, el husky del río Mackenzie o el husky de Sajalín.
El linaje de la raza que nos ocupa hoy, se originó por el pueblo chuchki en el este de Siberia, desde el tradicional perro de trineo chukotka, que desde finales del siglo XIX se exportó a Alaska debido a las condiciones de resistencia y fuerza que mostraban y que despertó gran interés entre los colonos y exploradores que, en oleadas, se acercaban a aquellos territorios.
La forma específica en la que se desarrolló el husky siberiano como tal es confusa, dado que en aquella época los perros de trineo se entremezclaron sin control ni registro que se haya conservado.
Sin embargo, un estudio genético de 2015, que puede leerse aquí, revela que el husky siberiano y el alaska malamute (del que os hablaré el próximo domingo) tienen una estrecha relación genética entre sí y a la vez con el chukotka. Los tres, como razas primitivas, han mostrado más cercanía con el ADN del extinto lobo Taimyr, o lobo siberiano, que otras razas. Otro fascinante estudio genómico al que podéis acceder desde aquí.
Su despegue definitivo vino con la edad dorada de las carreras de trineo, donde llamaron la atención del público por su ligereza y velocidad, y en 1930 se creó el primer registro de la raza como tal — a los que llamaban entonces artic husky— en Canadá, que, recordemos, en realidad hasta esa época eran todos perros esquimales sin entrar a valorar las características físicas o de comportamiento que reunía cada conjunto canino y los diferenciaba de los demás.
Gregarios y enérgicos
Los husky siberianos son una raza de tamaño mediano, que no grande, y que ha pasado, lamentablemente, por diversas épocas de popularidad desmedida que ha llevado a que personas sin escrúpulos criaran de forma descontrolada para atender la demanda de cachorros. En la actualidad son numerosos los mestizos de husky siberiano que aún siguen acabando en albergues o protectoras.
Pero la realidad es que hay muy pocos criadores especializados en España, y por lo tanto, es importante evitar los anuncios y ofertas online demasiado rebajadas de camadas entre particulares que no cumplen con la legislación. Un criador debe ofrecer pruebas por escrito con certificación oficial de que sus perros están libres de enfermedades oculares como la atrofia de retina, de glaucoma y de displasia de cadera, sea un ejemplar para exposiciones caninas, de trabajo o una línea de compañía.
En el hogar, el husky siberiano es un perro muy activo y entusiasta con propios y extraños. Hace gala de un alto nivel de energía que demanda una estimulación mental apropiada y una actividad de ejercicio elevada.
Se debe valorar que fue un perro creado para tirar de trineos y toda consideración sobre su crianza y necesidades tiene que sostenerse en esta información a la hora de incorporar un ejemplar a nuestra vida.
Son muy cariñosos con la familia, con los niños y absolutamente compatibles con la presencia de otros perros o animales, ya que, y me veo obligada a volver a mencionarlo, por su origen de tirador de trineos conviviendo en manadas, les gusta la compañía y no es un perro apto para vivir solo en un jardín.
Tienen una merecida fama de escapistas que exige, también, una educación básica desde el comienzo y prestar atención a que puedan correr y quemar su abundante energía en lugares seguros para ellos.
En cuanto a su manto y color, posee una doble capa de pelo espeso que admite todos los colores, desde el blanco puro hasta el negro, y no solo el patrón más común que solemos observar con patas blancas y marcas faciales. Por supuesto, todos pensamos en los ojos azules que asociamos a esta raza y están totalmente admitidos, junto con el marrón, sea en ambos ojos o mostrando heterocromía.
Para localizar, informarse y conocer a criadores oficiales, tenemos la Asociación española de perros nordicos y akita (CEPN), o bien podemos adoptar a un husky siberiano o un mestizo desde Nórdicos en adopción o a través de SOS-Nórdicos.
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