Cuando el cuñado negacionista que no se ha vacunado viene a cenar por Navidad: "Hacer test" y "evitar hablar del tema"

Medidas a seguir en las reuniones en interiores con personas no vacunadas de la covid-19.
Medidas a seguir en las reuniones en interiores con personas no vacunadas de la covid-19.
Medidas a seguir en las reuniones en interiores con personas no vacunadas de la covid-19.

La nueva variante del coronavirus denominada ómicron, que se propaga más rápido que la delta, según ha confirmado la OMS, ha vertido incertidumbre sobre las próximas fiestas navideñas. Por el momento, el Ministerio de Sanidad se ha limitado a recomendar reducir "el número de participantes en eventos públicos y sociales". Muchas cenas de empresa se han cancelado para intentar minimizar el riesgo de cara a las reuniones familiares en Navidad. Sin embargo, la situación se complica cuando en la familia hay alguien que ha decidido no vacunarse. En España serán pocas en comparación con otros países, pues el 89,6% de la población a vacunar ha recibido ya las dos dosis y el 91,5% ha recibido al menos el primer pinchazo. Pero aún quedan unos 3,5 millones de adultos residentes en España que no han querido o no han podido ir a poner el brazo.

Si una de estas personas se encuentra en su familia o entre sus amigos más cercanos y va a coincidir con ella en las próximas reuniones navideñas (habitualmente en interiores), los expertos recomiendan hacerse una prueba diagnóstica el mismo día de la comida o la cena

Desde el punto de vista médico, "lo más seguro es no celebrar esa cena". Y desde una perspectiva más psicológica (también necesaria cuando la pandemia está pasando factura a la salud mental), se recomienda realizar un balance del afecto que se tiene a esa persona y el riesgo que se está dispuesto a asumir. Y un consejo más: "evitar hablar del tema". Como la política y la religión, la vacunación es un tema a rehuir con personas negacionistas si se quiere tener la comida en paz.

El portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), Juan Antonio Pineda, reconoce que se trata de una situación "complicada". Y sentencia: "Desde el punto de vista médico, lo más seguro sería no tener esa cena". Aún así, si se quiere celebrar el encuentro familiar, "habría que exigir una prueba diagnóstica a la persona que no se ha querido vacunar hecha ese mismo día. Y tendría que ser una PCR, no un antígeno", indica.

Coincide con Pineda la inmunóloga del Instituto de Salud Global de Barcelona Adelaida Sarukhan. "Obviamente es una situación un poco delicada, sobre todo en este momento cercano a las fiestas y con la incidencia claramente al alza". Recomienda "al menos exigir que se haga una prueba antigénica rápida el mismo día o, incluso, el mismo día y dos días antes para al menos saber que en ese momento no es infeccioso". 

Así deberían ser las cenas de empresa y familiares. (ATLAS)

Medidas generales

Ambos científicos añaden que la mascarilla, la distancia de seguridad (de dos metros) y la ventilación del espacio donde se celebra la comida o la cena son medidas de prevención que hay que seguir aplicando, con la presencia o no de una persona no vacunada. "Aunque estas son difíciles de llevar a cabo en una cena o comida de Navidad", asume Pineda. "Limitar el tiempo en el que estamos todos reunidos, mantener la mascarilla puesta todo el tiempo que sea posible -quitársela solo para comer y beber- y ventilar todo el tiempo o el máximo posible el espacio en el que estamos cenando", comenta Sarukhan.

Por su parte, el epidemiólogo Pedro Gullón también cree que es "un tema nada fácil de tratar" y sugiere "intentar conocer las razones por las que no se ha vacunado e intentar motivarle a que se vacune (a no ser que no lo haya hecho por razones clínicas)". 

"Hay que saber que vacunarse no significa que todo se ha acabado. Reduce mucho el riesgo, pero no acaba todo"

El profesor de la Universidad de Alcalá y coautor de Epidemiocracia (Capitán Swing) cree que "no hay que mantener una actitud especialmente diferente" con los allegados no vacunados e insta a todos, inmunizados o no, a seguir las recomendaciones generales. "Veremos con qué tasa de transmisión llegamos a Navidades, pero en todo caso hay que mantener medidas de seguridad como intentar no juntarse mucha gente, que las reuniones sean en lugares abiertos y mantener la mascarilla. Pero no haría guetos dentro de la familia entre vacunados y no vacunados. Hay que saber que vacunarse no significa que todo se ha acabado. Reduce mucho el riesgo, pero no acaba todo", concluye.

¿Cenaría en Navidad con un familiar que no se ha vacunado?

Menores de 12 años

Los menores de 12 años han empezado a vacunarse este miércoles en España. Si no les ha llegado el turno para cuando se produzcan las comidas familiares navideñas, o sus progenitores han declinado la vacunación, son también familiares que aún estarían sin protección vacunal contra el SARS-CoV-2, el virus que causa la covid-19, en las reuniones. ¿Habría que hacerles un test también antes de los encuentros? Sarukhan señala que "depende de si hay personas mayores, vulnerables, o que no han recibido aún la tercera dosis. En ese caso, sí valdría la pena hacerles un test de antígenos a los menores de 12, a pesar de que no sea muy agradable meterles un hisopo por la nariz".

Lo mismo opina Pineda: "Si hay gente sin vacunar o personas mayores de 60 años, es muy recomendable" que los menores sin vacunar pasen por una prueba antes de asistir a las reuniones familiares. En cambio, si a estos no acuden mayores de 60 años o personas sin vacunar, "no es tan importante, pues el riesgo de enfermedad grave entre los demás es muy bajo o inexistente", agrega el también director del Grupo de Investigación de la Unidad de Enfermedades Infecciosas y Microbiología del Hospital Universitario Virgen del Valme de Sevilla.

Por salud mental: "Evitar el tema de conversación"

Puesto que la pandemia está afectando a la salud mental de la población y que los conflictos familiares pueden agravarla, este tema también conviene abordarlo desde la psicología. La doctora Silvia Álava subraya que "todos tenemos derecho a decidir", tanto si se vacuna como si no quiero invitar a algún familiar a cenar o comer en mi casa por no estar vacunado. "Y todas las decisiones han de ser respetadas".

Desde el Centro Álava Reyes, la psicóloga recomienda plantearse "¿cuánto nos importa la persona que no está vacunada?" para realizar un balance entre el vínculo y afecto que le tenemos y el riesgo que percibimos y estamos dispuestos a asumir. "¿Qué te importa más: la vacuna o la persona?", invita a cuestionarse. "Si no nos compensa, no hay que tomar el riesgo. Se trata de pasar un rato agradable".

"Con las personas que no creen en la ciencia y tienen posiciones extremistas como los negacionistas es difícil dialogar"

La doctora en Psicología añade otra recomendación: evitar el tema de conversación. "Con las personas que no creen en la ciencia y tienen posiciones extremistas como los negacionistas es difícil dialogar. Intenta no sacar el tema ni intentar convencerles de que se vacunen porque lo más probable es que terminéis discutiendo". Así pues, la vacuna de la covid-19 y el negacionismo se suma a la lista de temas de conversación que se aconsejan evitar para tener una reunión familiar en armonía, junto a la política o la religión.

Por otra parte, abunda Álava, las personas que han decidido no vacunarse han de aceptar y respetar que un familiar prefiera no invitarle a su cena o comida de Navidad o que le pida hacerse un test diagnóstico de covid-19 antes de asistir. "Es una situación incómoda y difícil, pero podría ocurrir y hay que aceptarlo. Igual que se exige para entrar en restaurantes y discotecas, no supone una discriminación, sino una recomendación de las autoridades sanitarias", concluye.

El pasaporte covid, que acredita bien que se está vacunado, bien que se dispone de un test negativo o que se ha superado recientemente la enfermedad, se exige ya en once Comunidades Autónomas para acceder a diferentes servicios como por ejemplo hostelería, ocio nocturno, gimnasios o residencias. Desde que está en vigor esta medida, en Andalucía y Cataluña, por ejemplo, se han multiplicado el número de personas no vacunadas que han acudido a ponerse la primera dosis.

En la misma línea que Álava se pronuncia la psicóloga Cristina Andrades, que propone hacer uso de "nuestras mejores habilidades sociales y respetar nuestras necesidades a través de un discurso asertivo donde no entremos en conflictos ni conversaciones que puedan resultar tensas o agresivas".

"Es interesante que no olvidemos que tenemos la capacidad de poder tomar nuestras propias decisiones a la hora de como compartir ese espacio con nuestro familiar, quizás necesitamos adaptar el entorno para sentirnos más seguros, usar mascarilla o realizar las reuniones al aire libre. El respeto mutuo permitirá que se puedan negociar la forma en la cual se llevará a cabo la reunión y de esta forma poder tener mayor comodidad", concluye.

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