Sánchez y Calviño se reúnen con Díaz para intentar pactar la reforma laboral antes de negociar con sindicatos y patronal

El presidente Pedro Sánchez, junto a las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz.
El presidente Pedro Sánchez, junto a las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz.
EFE
El presidente Pedro Sánchez, junto a las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz.
El presidente Pedro Sánchez, junto a las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz.
EFE / Atlas

Tras siete meses de conversaciones con los agentes sociales, y dos semanas después de la mayor crisis que ha sacudido la coalición de Gobierno desde que se conformó, PSOE y Unidas Podemos se sientan este martes para comenzar su propia negociación sobre el diseño de la reforma laboral que el Ejecutivo se ha comprometido a aprobar antes de fin de año. Este martes, el presidente Pedro Sánchez se reunirá con la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, para intentar pactar una posición común de cara a la habitual reunión de los miércoles entre el Ministerio de Trabajo, la patronal y los sindicatos, a los que ahora se sumarán también Economía y Seguridad Social. 

Se trata del primer encuentro para discutir esta cuestión que se celebrará entre Sánchez, Calviño y Díaz después de que, hace unos días, la coalición se viera inmersa en un importante choque por la intención de la vicepresidenta primera de pasar a coordinar la negociación sobre la reforma laboral, apoyada por el presidente. Tras el enfado de Unidas Podemos, Sánchez y las dos vicepresidentas acordaron reunirse este martes, junto a los ministerios de Hacienda, Seguridad Social y Educación, para "fijar la posición del Gobierno en la mesa de diálogo social, en los términos del acuerdo de coalición".

Tal y como plantean esas palabras, las que utilizó la propia Moncloa al anunciar la reunión, en el encuentro se discutirán los contenidos de la reforma laboral, pese a que la parte socialista del Ejecutivo había sostenido –y, de hecho, sigue insistiendo en ello– que no había choque con Unidas Podemos en cuanto al diseño que el Gobierno propone para el mercado de trabajo. Díaz, por el contrario, ha sido muy tajante al asegurar que las discrepancias tienen que ver con los contenidos de la reforma laboral y no por la "metodología" que se sigue para negociarla con patronal y sindicatos. Y el jueves pasado exigió al PSOE que "explicite" cuáles son sus "diferencias".

Para empezar, en los últimos días se ha hecho evidente una discrepancia retórica: la parte socialista Gobierno rechaza hablar de "derogar" la reforma laboral, mientras los morados se refieren precisamente con esa palabra a las medidas que Díaz lleva desde marzo negociando con patronal y sindicatos. Este mismo domingo, de hecho, el presidente Sánchez rehusó hablar de derogación y afirmó que el objetivo del Ejecutivo es "modernizar nuestras relaciones laborales" y "que algunas de las cosas que se hicieron mal en 2012", cuando el PP aprobó la legislación laboral ahora mismo vigente, "se reconstruyan". El pacto de coalición firmado por PSOE y Unidas Podemos es mucho más tajante: "Derogaremos la reforma laboral. Recuperaremos los derechos laborales arrebatados por la reforma laboral de 2012".

Los pilares de la reforma laboral, a discusión

Apenas un día antes, el sábado, Calviño explicitó cuáles son los cuatro asuntos en los que el Gobierno tendrá "que llegar a un acuerdo en las próximas semanas" para cerrar la recta final de la negociación con patronal y sindicatos: "La simplificación de contratos y la reducción de la temporalidad, que es excesiva; una adecuada regulación de las subcontratas; un reequilibrio de las partes en la negociación colectiva; y un mecanismo de flexibilidad inspirado en el ejemplo positivo que hemos tenido con los ERTE". Es decir, que prácticamente todos los temas importantes de cara a la reforma laboral se reabrirán en la negociación entre PSOE y Unidas Podemos que comienza este martes.

Lo cierto es que todos esos asuntos se abordan en el pacto de coalición entre PSOE y Unidas Podemos, y ambas formaciones incluyeron en ese acuerdo una relación detallada de medidas, que son las que Díaz ha estado llevando a la mesa de negociación con patronal y sindicatos. Ese documento, por ejemplo, incluye la promesa de derogar "la prioridad aplicativa de los convenios de empresa sobre los convenios sectoriales"; así como el compromiso de recuperar la ultraactividad de los convenios; el de "limitar la subcontratación a servicios especializados ajenos a la actividad principal de la empresa"; o la promesa de "generalizar" el "contrato indefinido", lo que implica que la contratación temporal esté limitada a a una "causalidad" determinada.

Habida cuenta de que PSOE y Unidas Podemos ya acordaron estas medidas a principios del año pasado, Díaz se quejó la semana pasada de que el PSOE quiera volver a negociarlas. "Yo pensaba que las diferencias estaban cerradas, las hemos discutido dos veces en el seno del Gobierno", una para cerrar el pacto de coalición y otra en diciembre del año pasado, lamentó la vicepresidenta segunda hace unos días. De hecho, Trabajo lleva más de medio año negociando con patronal y sindicatos en base a estas medidas pactadas con el PSOE, por lo que abordarlas de nuevo podría provocar que se dieran pasos atrás en asuntos en los que ya se ha alcanzado un principio de acuerdo con los agentes sociales.

Podemos sospecha del PSOE

Pero lo cierto es que, a pesar de las protestas de los morados, la negociación sobre los contenidos de la reforma laboral se va a reabrir, lo que para la dirección de Podemos supone una prueba evidente tanto de que el PSOE quiere rebajar la profundidad de los cambios en la reforma laboral como de que busca atar en corto a Díaz, que en los últimos meses se ha disparado en las encuestas. De hecho, los morados consideran que la mera entrada de Calviño en la negociación dificulta a Díaz llegar tan lejos como quisiera en la reforma laboral, porque la patronal tendrá ahora más sencillo apretar en los asuntos más espinosos para los empresarios teniendo en la mesa una ministra más próxima a sus posiciones.

Podemos, además, cree que los movimientos de la parte socialista del Gobierno en las últimas semanas para hacerse con el liderazgo de la negociación de la reforma laboral responden a un cambio de su estrategia a la hora de tratar con sus socios de coalición. Para los morados, que el PSOE haya conseguido tener representación en la mesa de la reforma laboral es una vía mucho más efectiva para descafeinar la nueva norma que haberse opuesto públicamente a ella. Y, a juicio de Podemos, eso se debe a que "ciertos sectores del PSOE empiezan a sentir nerviosismo por el liderazgo" de Díaz, tal y como afirmó hace unos días su portavoz adjunto en el Congreso, Jaume Asens.

Por su parte, varios de los socios parlamentarios del Gobierno también han mostrado su descontento con lo que consideran que es un paso atrás de Sánchez en su promesa de derogar la reforma laboral. Es el caso, por ejemplo, de EH Bildu, cuya portavoz parlamentaria, Mertxe Aizpurua, afirmó este lunes que "es hora de abandonar los eufemismos y las ambigüedades y derogar la reforma laboral como se comprometió el Gobierno con EH Bildu". Y también se ha quejado el líder de Más País, Íñigo Errejón, que recordó a Sánchez que "se comprometió en el Congreso" a derogar la reforma laboral "y no puede quedarse a medio camino".

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