¿Por qué aumentan ahora las muertes por covid a pesar de la vacunación? Los expertos recomiendan una tercera dosis

Datos de nuevos casos y mortalidad por covid-19 en agosto de 2021 en España.
Datos de nuevos casos y mortalidad por covid-19 en agosto de 2021 en España.
Datos de nuevos casos y mortalidad por covid-19 en agosto de 2021 en España.

Con la quinta ola de covid-19 ya remitiendo en número de contagios en España, la curva de fallecimientos (el último indicador en alcanzar su máximo) ha aumentado en la última semana. Algo "esperable" según los expertos tras una quinta ola explosiva marcada por la variante delta.

Pese al descenso en la incidencia, según los últimos datos de Sanidad, en la última semana ha habido 663 decesos -a la espera de que las comunidades comuniquen todos los datos de esta semana-. Además, el número diario de muertes no ha bajado del centenar: este martes se alcanzó el registro más alto con 194 decesos y el viernes el más bajo, con 139. Por la experiencia ya adquirida durante el año y medio que llevamos de pandemia, sabemos que el pico de decesos es el último en registrarse en cada oleada, pues primero llegan los contagios, luego las hospitalizaciones y, en último lugar, las muertes.

Por ello, estas cifras son "perfectamente esperables" para Jesús Molina Cabrillana, secretario de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (Sempsph). "Ahora es cuando estamos viendo el efecto de la quinta ola, pero de ni de lejos son las cifras que vimos en enero", sostiene. Tras las últimas Navidades, en enero y febrero de 2021, el pico de fallecimientos llegó a los 766 en un día, mientras que en abril y mayo el máximo rondó los 600 decesos, según los datos de Worldometers. 

El coordinador del Grupo de Investigación de la Unidad de Enfermedades Infecciosas y Microbiología del Hospital Universitario de Valme de Sevilla, Juan Antonio Pineda, corrobora a 20minutos que las actuales cifras de fallecimientos en España son "consecuencia de la quinta ola, causada por la variante delta, que es más transmisible y agresiva desde el punto de vista clínico. Lo esperable es empiecen a bajar en unas dos semanas tras el pico de casos, como ha pasado anteriormente", añade.

"Si no vacunamos (con la tercera dosis) a los mayores y el porcentaje de la población general sin vacunar es mayor del 10% creo que puede haber una sexta ola muy parecida a la quinta"

Su colega la inmunóloga del CSIC Matilde Cañelles, agrega que el decalaje que existe habitualmente entre el récord de nuevos contagios y de fallecimientos en cada ola "es aún más acusado" en esta quinta oleada porque "como la gente mayor está vacunada, los que entran en el hospital son más jóvenes y los que acaban muriendo pasan más tiempo en la UCI". 

Esto se traduce en que las cifras de fallecimientos "probablemente seguirán subiendo durante un poco más de tiempo mientras los contagios siguen disminuyendo", abunda la científica, que reconoce que al principio de la quinta ola, cuando los nuevos diagnósticos se desbocaron, "estábamos con las manos en la cabeza porque ya veíamos cómo se vería en muertes".

Nuevos focos de atención

Ante esta nueva realidad pandémica y con cerca del 70% de la población vacunada completamente en España, los expertos consultados coinciden en que ahora hay que fijarse en indicadores como la incidencia entre los colectivos más vulnerables al virus (mayores de 65 años y personas inmunocomprometidas), en las residencias de ancianos, en las hospitalizaciones y en los fallecimientos

Molina suma otro: "El porcentaje de mortalidad entre el número total de casos" En su opinión, "deberíamos ir olvidando un poco la incidencia acumulada, que cada vez tiene menos trascendencia porque muchos casos son muy leves o asintomáticos". De hecho, prosigue, "en esta quinta ola habrá muchos casos que no se habrán detectado porque la vacuna ha conseguido que no desarrollen síntomas, a no ser que se hayan hecho cribados masivos".

Otro punto en el que focalizar la atención para el control de la pandemia son "las bolsas de población sin vacunar", añade Cañelles. "Ahí es donde se puede descontrolar el virus, aparecer nuevas variantes, aumentar las hospitalizaciones, saturar las UCI..." Y no solo se refiere a la población en edad de vacunación que haya decidido retrasar o rechazar el pinchazo, a quienes la investigadora recuerda que "la variante delta aumenta el doble la probabilidad de hospitalización", sino también a los menores de 12 años para quienes la vacuna aún no se ha aprobado y además están a punto de volver a las aulas.

Tercera dosis

Para evitar una sexta ola, los tres científicos recalcan la prioridad de administrar una tercera dosis a los más vulnerables al virus antes de finales de año. Para Molina, es "lo primero que cabe esperar" para las próximas semanas, "porque vamos perdiendo inmunidad y de hecho en esta quinta ola también hay que tener en cuenta que ya habían pasado seis meses del inicio de la vacunación… ya vamos perdiendo inmunidad todos y máxime las personas mayores, es lo que se llama la inmunosenescencia, que con la edad avanzada la respuesta inmunitaria se debilita".

La imnunóloga Cañelles, también partidaria de administrar una tercera dosis para reforzar la respuesta inmunológica de los más vulnerables, explica que la vacuna en menores de 65 años produce anticuerpos que, aunque decaigan con el tiempo, han creado células de memoria que protegerían en caso de una infección posterior. Pero en el caso de las personas mayores de 65 años, estas "tienen muchos problemas para crear esa memoria".

Pineda destaca igualmente la urgencia de una dosis de refuerzo para los más mayores o personas con comorbilidades que sean de riesgo alto para la covid-19: "Si no vacunamos (con la tercera dosis) a los mayores y el porcentaje de la población general sin vacunar es mayor del 10% creo que puede haber una sexta ola muy parecida a la quinta", augura.

Este lunes la ministra de Sanidad, Carolina Darias, se ha referido a este asunto. Si bien a finales de julio dio por hecho que "sin duda" habría que vacunarse cada año y habría dosis de refuerzo para los más vulnerables, esta vez se ha ceñido a esperar a la "decisión" del Consejo Interterritorial y a la evidencia científica obtenida por la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Horas más tarde, en Onda Cero, ha concretado que propondrá a las Comunidades poner una tercera dosis a personas inmunodeprimidas por haberse sometido a un trasplante o en tratamiento oncológico

Israel fue el primer país en comenzar a inocular el refuerzo en los más vulnerables y esta semana ya lo ha ampliado a la población general -algo que los expertos consultados por este periódico todavía dudan, pues "no hay datos suficientes aún"-. Países europeos como Francia, Alemania o Portugal sí han seguido la política de la tercera dosis. Según Pineda, es la línea "correcta" y "la que se acabará aplicando en España". 

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