Abidin y Hasan, la vida de dos chicos tras su salto a Canarias: "Si haces las cosas bien... vas a conseguir un buen futuro"

  • "Solo bebí agua durante los diez días que duró el viaje", cuenta a 20minutos uno de estos dos jóvenes inmigrantes.
  • En 2020 se produjeron 45 naufragios en la ruta migratoria canaria, una de las más peligrosas del mundo.
Hasán y Abidin mirando hacía el puerto de Las Palmas de Gran Canaria durante la entrevista.
Hasán y Abidin mirando hacía el puerto de Las Palmas de Gran Canaria durante la entrevista.
Carlos Pérez Palomino
Hasán y Abidin mirando hacía el puerto de Las Palmas de Gran Canaria durante la entrevista.

Abidin y Hasán son solo dos jóvenes más de los miles que viven hoy en centros de menores inmigrante en toda España, los llamados MENA (menores extranjeros no acompañados). Dos chicos que antes de cumplir la mayoría de edad decidieron arriesgar sus vidas lanzándose al mar en precarias embarcaciones, y lo hicieron, además, a través de una de las rutas migratorias más mortíferas para llegar a Europa, la canaria, donde solo el año pasado las olas se tragaron el futuro de 1.851 personas.

Abidin llegó a España desde el Sáhara hace ya más de dos años. El joven, decidido y elocuente en su forma de expresarse, cumplió hace escasos días la mayoría de edad, lo que significa dejar de estar tutelado y afrontar solo su futuro en Gran Canaria, donde reconoce haberse enamorado de una sociedad de la que no quiere marcharse. 

Por su parte, Hasán llegó a Canarias desde Senegal hace escasos meses y todavía requiere de la ayuda de un traductor para comunicarse. Tímido y educado, el adolescente de 15 años sueña con conseguir un trabajo que le permita ganar dinero y volver a su Dakar natal, al que le gustaría regresar para darle una mejor vida a su madre. 

Aunque en otras circunstancias estos dos jóvenes nunca hubieran cruzado sus vidas, la pobreza y el sueño de escapar de un lugar que no les ofrecía la dignidad que ambos creen merecer, les ha hecho conocerse en un país y un continente ajeno. En Gran Canaria, en la sala de reuniones de una asociación de menores, cuentan hoy a 20minutos su historia.

Embarcar a Europa, una decisión peligrosa

Los días en el mar, el hambre, la sed y el recuerdo de una vivencia traumática son complicados de explicar para dos jóvenes que todavía tratan de encontrarse a sí mismos. Sin embargo, la dureza de esta experiencia, que narran con naturalidad, aparece desde la primera pregunta sobre su llegada a España. A pesar de que el trayecto de ambos fue diferente, coinciden en que la decisión la tomaron al margen de la familia; que fue meditada; y que, pese a su juventud, conocían sobradamente lo que arriesgaban.

"Un día me preguntó mi madre, me dijo que iba a morir en el mar, pero le dije que no me iba a quedar allí"

"En el Sáhara tengo cuatro hermanos, pero solo uno de ellos está trabajando, es militar. Aunque yo estudiaba, no conseguía trabajo, al igual que mis hermanos. Saber que no iba a encontrar trabajo y que no iba a tener futuro es lo que me hizo intentarlo. Junto a dos amigos que estaban en la misma situación tomé la decisión de viajar a Canarias. Trabajé en lo que pude durante un tiempo, en una finca junto a mi padre, hasta que ahorré los 500 euros que cuesta pagar a un "capitán" para que te traiga", relata Abidin, que reconoce haber tomado la decisión ocultándoselo a su familia aunque intuye posible que alguien ya lo sospechara. "Un día me preguntó mi madre, me dijo que iba a morir en el mar, pero le dije que no me iba a quedar allí".

El viaje de Abidin duró tres días a bordo de una pequeña zódiac, junto a 36 personas más. "Tuve que llevar mi comida, almendras, un poco de agua y dátiles. Cuando estaba en el trayecto, pfff, solo veía agua y más agua, pensaba que no iba a llegar y en algún momento pensé en bajarme”, narra el joven, que cuando realizó la travesía contaba con escasos 15 años. “Hay gente que sabe que va a morir en el mar", zanja Abidin.

"Solo veía agua y más agua, pensaba que no iba a llegar y en algún momento pensé en bajarme"

Con la misma edad llegó Hasán a Canarias. Pese a haber vivido la travesía hace escasos meses, prefiere no dar excesivas explicaciones de un recuerdo todavía fresco en su memoria. "En Senegal vivía solo con mi madre. Tomé la decisión sin que nadie lo supiera", explica. Como polizón de un barco tardó 7 días en llegar desde Senegal a la costa de Gran Canaria. "Traté de esconderme de la tripulación".

El subdirector del centro donde vive Hasán, presente en la charla para ejercer de traductor del chico, pregunta interesado cómo se alimentó durante el viaje. “No”, responde cortante el chico. “Solo bebí agua durante los 7 días”.

El joven Abidin durante la entrevista
El joven Abidin durante la entrevista
Carlos Pérez Palomino

Ya en España, ¿ahora qué?

Abidin y Hasan repasan sus vivencias en Canarias y aseguran que tienen claras sus perspectivas de futuro. "Desde que llegué he estudiado español, he hecho tres cursos de peluquería, uno de camarero y ahora estoy haciendo otro de manipulador de alimentos", cuenta Abidin; "hay que aprovechar el tiempo".

"Todavía no he vuelto a casa, cuando tenga trabajo volveré, pero solo de vacaciones. Mi idea es venir para trabajar, me gusta Canarias, la gente es buena y me gustaría vivir mi vida aquí", explica.

Pese a que reconoce gustarle la peluquería y cortarle el pelo a sus amigos, Abidin desvela que su deseo es "trabajar ayudando a los niños como él". El camino para conseguirlo lo tiene muy claro, y dice tener suerte en haber encontrado una familia que "ha querido acogerle", ahora que tras cumplir 18 años deja de depender de las instituciones públicas. “El año que viene voy a estudiar integración social. Me quedaré con ellos mientras estudio hasta que pueda alquilar una casa y trabajar”, dice mientras recuerda que, para él, Gran Canarias es ya su hogar.

Hasán, sin embargo, asegura haber venido para trabajar unos años y volver: “Yo quiero trabajar, pero cuando tenga dinero me voy a Senegal con mi madre, me gusta Dakar”. Como ocurre con muchos chicos de su edad, su sueño es ser jugador de fútbol, “estoy jugando en un equipo de aquí, de mediocentro, me gusta el fútbol”. 

“Tienes que estudiar y estudiar, hacer las cosas bien... si haces las cosas bien vas a conseguir un buen futuro”

Abidin aprovecha el momento para decirle a Hasán que seguro que es del Madrid, a lo que este responde entre risas que sí. Aclara, eso sí, que su jugador favorito es Sergio Busquets. “Me gusta mucho, aunque sea del Barcelona es un jugador muy inteligente”.

"Si haces las cosas bien vas a conseguir un buen futuro”

La presencia de cualquier persona ajena a ellos dos es meramente testimonial; la distensión que crea la conversación sobre fútbol abre la puerta a la interacción entre ambos.

Hasán en primer plano tras finalizar la entrevista
Hasán en primer plano tras finalizar la entrevista
Carlos Pérez Palomino

Con un tono casi paternalista y una madurez impropia de su edad, Abidin explica a Hasán que “lo primero que hay que hacer es aprender español bien" para estudiar. "En el centro nos dan siempre clases de español y hablar con la gente ayuda para practicar”, afirma. “Tienes que estudiar y estudiar”, repite casi como un mantra, “hacer las cosas bien. Si haces las cosas bien vas a conseguir un buen futuro”.

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