El impacto del coronavirus en la economía española va a ser enorme. La caída anual del Producto Interior Bruto (PIB) de España, a raíz de la crisis del coronavirus, podría rebasar el 11%, según las estimaciones del Banco de España, y el paro rondará el 20%. 

Con estas cifras tan dramáticas es indudable que el déficit se disparará, ya que caerán los ingresos al quebrar miles de empresas y aumentará de forma muy considerable el desempleo. 

Además, el Gobierno impulsó los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTES), que afectaron a más de 3 millones de trabajadores, con el consiguiente gasto para las arcas públicas. 

En medio de este panorama, y a falta de concretar cómo será el fondo de reconstrucción europeo, tanto en volumen de ayuda como en condiciones exigidas por la Comisión Europea, economistas consultados por 20minutos ya pronostican que España sufrirá recortes y subida de impuestos.

Valentí Pich, presidente del Consejo General de Economistas de España, habla claro: "Es un insulto no reconocer que habrá que hacer sacrificios, habrá que hacer recortes. Es evidente. El gasto social se va a disparar, habrá que invertir en más cobertura de desempleo, en más gasto en prevención sanitaria y por otro lado vamos a una caída muy importante de la recaudación".

Por todo ello, y preguntado por si podría afectar al Estado del Bienestar, el presidente de los economistas españoles, contesta: "Habrá que escudriñar qué es lo esencial. Será necesaria la máxima eficiencia en la gestión de lo público. Una caída del 11% del PIB en un país de mucha pequeña empresa implica que habrá que gastar mucho más y aumentará el déficit. Por tanto, los impuestos subirán, después de agosto llegará la realidad". 

Sobre el fondo de reconstrucción europeo, Valentí Pich responde: "Es absurdo creer que nos darán dinero a cambio de nada. La prima de riesgo es una condicionalidad. Si no transmites capacidad de gestión, la prima de riesgo subirá. La gestión eficiente se traduce en todo, en retocarlo todo". 

Es absurdo creer que nos darán dinero a cambio de nada. La prima de riesgo es una condicionalidad

EUROPA PRESS - Archivo

Respecto a las pensiones, afirma: "Ya teníamos problemas con la sostenibilidad de nuestro sistema de pensiones. Debemos ir trabajando hacia uno que prime más lo que se cobra en función de lo que se recibe. Tenemos que alargar la esperanza de vida y también la jubilación. La pensión máxima son 2.400 euros, habrá que dar incentivos a quienes no quieran jubilarse. Cobrar en función de lo que pague y separar la cuestión asistencial". 

Valentí Pich agrega: "Una parte de las pensiones se financia con los Presupuestos Generales y seguirá siendo así, pero habrá que ir haciendo otras cosas como que la gente se jubile lo más tarde posible e interiorizar que cobras en función de lo que hayas pagado".

Por su parte, Jorge Hernando, profesor de Economía en la Universidad Nebrija, considera que "el Estado de Bienestar se verá influido por esta crisis, es probable que haya recortes, el problema va a ser el gran endeudamiento público que va para largo". 

Sobre la política fiscal, el profesor Hernando tiene claro que "los impuestos subirán para hacer frente al creciente gasto público por la crisis y esto afectará en el futuro tanto a la educación como a la sanidad y a las pensiones".

Los impuestos subirán para hacer frente al creciente gasto público por la crisis

Francisco Avia / ACN

Pedro del Pozo, director de inversiones financieras de Mutualidad de la Abogacía recalca que "un tema absolutamente vital para España es mantener los niveles de déficit dentro de las directrices europeas". 

Al respecto, alerta: "El no cumplimiento de estos baremos podría llevar aparejados episodios extraordinariamente peligrosos de ataques a nuestra deuda pública y posibles subidas de prima de riesgo, encareciendo notablemente nuestra capacidad de financiación nacional". 

Por todo ello, considera "Indispensable una buena relación con los organismos europeos evitando la confrontación, como ocurrió en Italia en 2018 o en Grecia en 2015". 

"De ello se deduce -añade- que cualquier incremento de gasto debe estar correctamente financiado con ingresos (impuestos) o bien por medio de las ayudas europeas aprobadas". 

No obstante, advierte Pedro del Pozo, "una subida de impuestos desequilibrada puede tener un efecto negativo a corto y medio plazo sobre la recaudación final y el crecimiento futuro, por la vía del menor consumo e inversión. En ese sentido, es de prever que deberán existir ajustes en el gasto de distintas partidas, no solo en España, para evitar deslizar al país por la pendiente de una deuda descontrolada".

Josep Lladós, profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) responde, preguntado por posibles recortes, que "esto es justamente lo que deberíamos definir como sociedad". 

"Hay que tomar decisiones importantes sobre las prioridades del gasto público porque habrá más déficit y endeudamiento y habrá que devolver esa deuda", augura. Según el profesor Lladós, "a una sociedad la identifica la sanidad y la educación pública. Colectivamente tendremos que decidir qué queremos".

Se debería recortar gasto superfluo: duplicidades en la administración entre el Gobierno central y las CCAA, también habría que recortar en Ministerios, hacer auditorías, rendir cuentas...

El economista recuerda: "Después de la crisis financiera de 2008 cortamos gasto y ahora nos encontramos en una situación de dificultad". Por ello, se muestra partidario de "recortar el gasto superfluo: muchas duplicidades en la administración entre el Gobierno central y las CCAA, también habría que recortar en Ministerios, hacer auditorías y controlar el gasto. Habría que presionar socialmente para que hubiera una mayor rendición de cuentas".

Sobre la vía de los ingresos, Josep Lladós considera que "ya tenemos una presión fiscal alta, pero tenemos un fraude fiscal muy elevado. Hay que subir la recaudación, recaudamos 6 puntos menos que los países del entorno en cuanto a control del fraude".