Los reyes asisten al funeral por las víctimas de la COVID-19 con la ausencia de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias

  • La vicepresidenta Carmen Calvo ha asistido en representación del presidente, que está en Lisboa de viaje oficial.

Los reyes Felipe VI y doña Letizia, acompañados de sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, presidieron este lunes la misa funeral por las víctimas de la pandemia de Covid-19 celebrada en la catedral de la Almudena de Madrid.

Este homenaje religioso a todos los fallecidos, convocado por la Conferencia Episcopal y oficiado por el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, no contó con la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de viaje en Portugal, ni la del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, aunque sí asistió la vicepresidenta primera, Carmen Calvo.

El Gobierno, no obstante, ha preferido adoptar un perfil bajo ante este primer gran homenaje a los fallecidos, a la espera de la solemne ceremonia de Estado que Moncloa prepara para el próximo 16 de julio y que tendrá un carácter estrictamente laico. Ese homenaje, al que también asistirán los reyes, tendrá lugar a escasos metros de la catedral de La Almudena, en la plaza de la Armería del colindante Palacio Real.

Sí estuvieron este lunes en la misa funeral las presidentas del Congreso y Senado, Meritxell Batet y Pilar Llop; la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso y el alcalde de la capital, Martínez-Almeida, entre otras autoridades civiles y militares del Estado. También asistieron el presidente del PP, Pablo Casado; el portavoz de Cs, Edmundo Bal; y el de Vox, Iván Espinosa de los Monteros. No hubo, en cambio, representantes de Unidas Podemos.

La familia real presidió la misa funeral por las víctimas de la pandemia de Covid-19. (ATLAS)

Con la presencia de los familiares de víctimas

La ceremonia contó, además, con la presencia de más de 70 familiares de víctimas de la pandemia, así como representantes de los agentes sociales que han desarrollado una labor especial durante la crisis sanitaria, como personal sanitario, bomberos, voluntarios de Cáritas, miembros de las Fuerzas Armadas y de los cuerpos de Seguridad del Estado.

El aforo de la catedral, de unas 900 personas, se redujo a menos de 400 como medida de precaución y todos los presentes portaron mascarillas, excepto los oficiantes.

Sobre las 19.45 horas y con las campanas doblando bajo el cielo de Madrid, llegaron a la Almudena los reyes y sus hijas, que por primera vez asistían a un funeral de carácter institucional. La familia real, de riguroso negro como todos los asistentes, fue recibida en la entrada del templo por las principales autoridades. Después, los reyes y sus hijas recorrieron la nave central mientras sonaba el himno nacional y ocuparon sus puestos en el primer banco para dar comienzo a la misa funeral, concelebrada por todos los obispos de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal.

En su homilía, Osoro recordó la pérdida de "miles de personas con nombres y apellidos, muchos mayores con sabiduría y experiencia" y subrayó que frente al "sectarismo y la crispación", la pandemia también ha aflorado la "solidaridad" de muchas personas. Instó, además, a "no dejar a nadie atrás" en la crisis económica que afronta ahora el país.

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