El PP exigió este lunes a la ministra de Igualdad, Irene Montero, que comparezca en el Congreso de los Diputados para aclarar “qué es lo que sabía” el Gobierno el 9 de marzo, día posterior a las manifestaciones del 8-M. Además, la formación de Pablo Casado consideró que “la Fiscalía tendrá que llamarla para que sea testigo en las causas que se estén instruyendo” sobre la gestión del coronavirus.

Así lo demandó la vicepresidenta segunda del Congreso y portavoz del PP en la comisión de reconstrucción, Ana Pastor, en la rueda de prensa que ofreció junto a la vicesecretaria Cuca Gamarra en la sede nacional del PP. Lanzó esta petición después de que hayan trascendido unas palabras pronunciadas por Montero el 9 de marzo creyendo que no le estaban grabando.

A la ministra de Igualdad se le preguntó a qué atribuía el descenso de la afluencia en las manifestaciones feministas y contestó que "al coronavirus", pero apostilló que eso "no lo iba a decir (en público)". Tras salir a la luz estas valoraciones, Pastor sostuvo que “ahora hemos constatado que el Gobierno de España sabía que había un riesgo y por motivos políticos no puso en marcha medidas adecuadas para la contención de la pandemia”.

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Pastor destacó que Montero “dice claramente lo que hay” en esas declaraciones que se han hecho públicas. Por ello, reclamó su comparecencia en la Cámara Baja para “dar explicaciones a todos los españoles de qué es lo que sabía la autoridad sanitaria única al respecto”. También indicó que “la Fiscalía tendrá que llamarla para que sea testigo en la causa o en las causas que se están instruyendo” para poder “clarificar qué sabía el Gobierno”.

A este respecto, Gamarra llegó a decir que “está claro que estas declaraciones son una confesión de un miembro del Gobierno”. Por ello, estimó que el Ejecutivo “era consciente de la situación y por motivos ideológicos permitió que se celebraran esas manifestaciones y otro tipo de actos en nuestro país”.

“Esas declaraciones que hace la ministra Montero lo que dejan claro es que el Gobierno perfectamente era consciente de la situación y, conociendo el peligro de que evidentemente la distancia de seguridad no se podía respetar, no se evitó”, volvió a quejarse Gamarra, para quien este testimonio tiene “un valor incalculable” y por eso el PP lo comenta.

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“Lo que reconoce es durísimo”, insistió, refiriéndose a que “sabían la situación que se estaba viviendo en España” y su “peligro” y aun así se alentó la participación en las movilizaciones feministas. “Las valoramos por la gravedad”, se reafirmó cuando fue preguntada por el hecho de que estas declaraciones se enmarquen en un ‘off the record’.

Preguntada por las razones por las que el PP no reclama directamente la dimisión de Montero, ambas dirigentes recordaron que han pedido su comparecencia y que la Fiscalía llame a la ministra como testigo en las causas por el 8-M. Eso sí, Gamarra dijo que “podemos no parar” de hablar de “motivos para que dimita” la también dirigente de Unidas Podemos. A su juicio, hay “cuestiones y motivos” que le podrían haber llevado a dimitir “hace mucho tiempo” incluso.

Por su parte, el portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados, Edmundo Bal, aseguró este lunes en una rueda de prensa telemática que la ministra debería pensar en dimitir tras la "irresponsabilidad manifiesta" de defender la manifestación del 8-M pese a reconocer que ya existía un "miedo generalizado" al contagio entre la población.

De esas declaraciones, Bal deduce que el Gobierno se comportó de manera “imprudente” autorizando ese tipo de concentraciones. Sugirió que ese miedo podía conocerlo también el día antes de esa manifestación y denunció por ello la “irresponsabilidad manifiesta” de no haber prohibido a tiempo comportamientos que con mucha probabilidad facilitaron el aumento de contagios.