"Con un poco es suficiente. Unos centímetros de menos. Un despiste. Una palmadita en la espalda, un saludo más afectuoso, una carcajada inocente, un choque de manos, un ligero olvido y... todo volverá a pararse". Es el mensaje duro pero real que lanza Véneto (Italia), la región de Venecia, Padua y Verona para prevenir de los riesgos de relajar las precauciones en la desescalada. "La Covid-19 se combate en el hospital, pero sobre todo fuera", sentencia.  

Italia comenzó hace unas semanas su ansiado proceso de desescalada tras una intensa lucha contra el coronavirus. Para evitar más daños, las autoridades quieren remarcar a sus ciudadanos que la lucha no ha terminado. A partir de este lunes los italianos pueden ir a playas y piscinas sin ninguna restricción, próximamente viajarán entre regiones y ya pueden pasear con más libertad, tomar algo en establecimientos de restauración y comprar en tiendas. 

Pero las autoridades, en concreto la región de Véneto, no quieren que esta  restauración de libertades suponga que los ciudadanos bajen la guardia y aumenten de nuevo los contagios. Es por ello que lanzaron un duro vídeo en el que se ve a personas bebiendo en la calle, sacándose la mascarilla, saludándose sin respetar la distancia y con contacto físico. De fondo comienza a sonar el pitido de las constantes vitales y se muestra a un paciente de coronavirus en el hospital, para confrontar las dos escenas y que no se olvide la realidad.

El vídeo se hizo viral en redes sociales y circuló por diferentes países europeos. El fuerte mensaje que transmite avivó la preocupación de la población por un posible rebrote, y se compartió por redes a modo de advertencia. La región de Véneto se sitúa al noroeste de la península y limita con Austria por el norte. Durante la pandemia registró cerca de 20.000 contagios y 1800 fallecidos. 

Italia fue uno de los países más afectados del mundo por el coronavirus, lo que provocó la aplicación de medidas muy restrictivas debido a unas preocupantes cifras. Actualmente, el país cuenta 229.858 contagiados y 32.785 muertes, números que lo colocan como el sexto país del mundo más afectado, por debajo de España según datos de la Universidad John Hopkins.