Tras el fallido intento de la semana pasada, las formaciones más pequeñas del Congreso siguen explorando fórmulas para dividir el Grupo Mixto y evitar que esté compuesto en esta legislatura por en torno a una decena de partidos distintos. Desde el lunes se están produciendo reuniones, y este jueves hay una nueva cita prevista para intentar alcanzar un acuerdo antes del viernes, cuando finaliza el plazo para constituir los grupos parlamentarios. La discusión se centra en quién debe compartir espacio con JxCat, que con sus ocho diputados va a abarcar una parte mayoritaria del tiempo y los recursos del grupo en el que esté.

Una vez rechazada la creación de los grupos Múltiple y España Plural por parte de la Mesa el viernes pasado, toma fuerza la propuesta que defendió Compromís desde el primer momento: la de que los 16 diputados que suman JxCat, Más País, Compromís, BNG, Teruel Existe, Coalición Canaria, Nueva Canarias y el PRC formen grupo parlamentario. Esa fórmula, a priori, superaría cualquier escollo reglamentario, y una vez constituido este grupo una parte de los diputados se disgregarían y volverían al Mixto para que ambos grupos estuvieran equilibrados. 

La Mesa rechaza dividir el Grupo Mixto en tres pero da tiempo para un nuevo acuerdo que lo aligere

Allí se encontrarían con Foro, UPN y CUP, los tres partidos excluidos de las negociaciones para formar un nuevo grupo. En el caso de los dos primeros, porque se presentaron en coalición con el PP, y el reglamento del Congreso impide que quienes han formado parte de la misma candidatura formen parte de grupos parlamentarios separados. Y en el caso de los independentistas catalanes, porque ellos mismos han rechazado participar en el acuerdo.

Esta fórmula permitiría desahogar ambos grupos y que los partidos tuvieran más tiempo para hablar en cada debate, además de tener derecho a una mayor proporción de los recursos. Pero el escollo que dificulta el pacto es, precisamente, quién debe irse y quién quedarse una vez constituido el grupo. Y lo es, fundamentalmente, porque nadie quiere compartir espacio con JxCat, que con sus ocho diputados (el resto de partidos tiene entre uno y tres) va a abarcar una parte mayoritaria del tiempo y los recursos del grupo en el que esté.

Dejar solo a JxCat no parece una opción

Técnicamente, el reglamento permitiría que JxCat pudiera quedarse solo en el nuevo grupo, ya que cuenta con ocho diputados y, aunque todo el resto de partidos volverse al Mixto, el grupo no se vería reducido a menos de la mitad de su tamaño original de 16 diputados. Eso serviría para evitar que el partido independentista prácticamente monopolizase el grupo, y permitiría una distribución mucho más homogénea de los recursos y el tiempo en los debates entre el resto de partidos.

Pero la fórmula de dejar a JxCat solo en el nuevo grupo implicaría que el Mixto, aunque se libre de ocho diputados, seguiría estando repleto de formaciones pequeñas: hasta nueve de ellas. Y, en los debates parlamentarios, el tiempo para las intervenciones aún tendría que distribuirse entre todas, lo mismo que ocurriría con el presupuesto: serían nueve los partidos entre los que repartir. Aún demasiados.

Baldoví apela al "sentido común" e insiste en dividir el Grupo Mixto para "poder trabajar con unas mínimas condiciones"

Por tanto, la discusión actual entre los minoritarios estriba en cómo repartir lo más equitativamente posible el número de partidos entre el Grupo Mixto y el de nueva creación y, especialmente, en quién se va a ver obligado a compartir espacio con JxCat, aunque se vea opacado por la formación independentista.

Las fuentes consultadas confirman que, hasta este miércoles, apenas había habido avances en la negociación, ya que nadie quiere ceder y asumir el coste de estar en un grupo en franca minoría. Pero solo quedan dos días, hasta este viernes, para llegar a un acuerdo. Y, de no haberlo, los 21 diputados de los diez partidos diferentes se irán al Grupo Mixto. "Esta puerta, si se cierra ahora, ya no se puede abrir", resumió el martes gráficamente el portavoz de Compromís, Joan Baldoví.