Silvia Barquero: "No podemos dejar la protección de los animales en manos de los alcaldes de los pueblos"

Silvia Barquero, presidenta de Pacma.
Silvia Barquero, presidenta de Pacma.
Pacma
Silvia Barquero, presidenta de Pacma.

Miles de personas salieron a la calle el año pasado pidiendo "valentía política" para prohibir la tauromaquia convocados por Pacma, el partido animalista que lucha por los derechos de los animales. Un año después, tras difundir un vídeo que denuncia las becerradas -un festejo taurino en el que se acaba con la vida de becerros de no más de dos años-, Silvia Barquero, la presidenta del partido, pide a la gente que vuelva a acudir a la Puerta del Sol para protestar contra la "tortura a animales" y para demostrar que no son cuatro gatos los que reclaman estos cambios, sino "una corriente imparable de gente".

En una etapa decisiva para el partido, marcada por un incremento en la intención de voto que ya ronda el 2% según el CIS, unas Elecciones Europeas a la vuelta de la esquina en las que parece que tienen "posibilidades reales" de obtener un escaño y un verano agitado por una crisis de reproches internos, hablamos con la presidenta del partido:

¿Han propuesto al Gobierno de Pedro Sánchez alguna medida contra los festejos taurinos?

Sí. En mayo de 2017 presentamos a todos los grupos políticos del Congreso una propuesta de Ley General de Bienestar y Protección Animal. Entre las grandes ideas que trasladamos a los partidos se encontraba el fin de los circos con animales, el sacrificio cero en perreras y, por supuesto, el fin de todos los festejos taurinos.

Ahora hemos lanzado una campaña para visibilizar lo que sucede en las becerradas de San Rafael, que se podrían prohibir ya. Entiendo que otras cuestiones sean más complicadas pero, en general, solo hace falta voluntad política para llevarlo adelante. Le propondría ahora mismo al Gobierno de Sánchez que se prohibieran las becerradas. Sin embargo, nos encontramos con que la alcaldesa del pueblo segoviano, que es socialista, no solo no quiere prohibirlas, sino que nos quiere denunciar por haber sacado a la luz imágenes.

Esa dicotomía entre lo que puede querer el Gobierno central frente a las autoridades locales, ¿cómo se puede solucionar?

Nos sucedió lo mismo con el Toro de la Vega. Por un lado Pedro Sánchez tenía buena voluntad para acabar con el festejo, pero por el otro el alcalde de Tordesillas se atrincheró en la defensa de la celebración. Quien terminó prohibiéndolo fue el Partido Popular de Castilla y León.

Fue una oportunidad perdida que el PSOE no se puede volver a permitir. No podemos dejar la protección de los animales en manos de los alcaldes de los pueblos, quienes actúan con total impunidad permitiendo becerradas en las que se cometen terribles barbaridades como apuñalar al toro cuando todavía está plenamente vivo y consciente, algo que ni si quiera permite el reglamento taurino.

Por eso presentamos la Ley Cero, que homogeneizaría la legislación en materia de protección animal en todo el Estado. No puede ser que lo que está sancionado con cientos de miles de euros en Aragón apenas suponga 300 euros de multa en Castilla-La Mancha.

¿Realmente creen que el Gobierno va a utilizar esa ley o que por el contrario nos vamos a quedar como estamos?

Uno nunca pierde la esperanza. Es una ley en la que hemos trabajado durante más de seis meses. Es completa y factible. Se podría llevar adelante desde hoy mismo. Por eso, creo que es voluntad política lo que necesitamos. Cuando le presentamos la ley a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, sí que demostró interés. Esperamos que por lo menos algunas de las propuestas que contiene salgan a la luz. Las becerradas se podrían prohibir ya, simplemente eliminando un artículo del reglamento taurino que las permite. Me dirijo a Pedro Sánchez y a Teresa Ribera: tienen ustedes en su mano prohibir esta barbarie.

Sin embargo la tauromaquia sigue siendo competencia del Ministerio de Cultura y su ministro, José Guirao, ha dejado claro que él respeta tanto el "pensamiento de los animalistas como de los que no lo son" y que su ministerio "va a ser absolutamente respetuoso con las competencias autonómicas".

Volvemos otra vez a tirarnos la pelota de un tejado a otro. Pero la tauromaquia y las becerradas se pueden solucionar modificando el reglamento taurino -que es de competencia estatal-. El juego político está en desviar la atención y enviar la pelota a otros tejados para no asumir la responsabilidad de poner fin a la tortura de los animales.

Con figuras como Grande-Marlaska o Teresa Ribera en el Gobierno, ¿se podría afirmar que estamos ante el Gobierno más animalista hasta la fecha?

En el Gobierno hay personas con sensibilidad animalista, pero lo tienen que demostrar. De nada sirve que Ribera o Marlaska tengan esa sensibilidad si no le ponen fin a las becerradas o no ponen marcha las propuestas de la Ley Cero. Si Pedro Sánchez tiene voluntad, que demuestre que el gobierno socialista ha dado un paso adelante a favor de los animales, porque la opinión particular de los ministros no significa ningún cambio. Las intenciones se tienen que trasladar al plano legal y les hemos dejado el texto articulado encima de la mesa. ¿A qué esperan para ponerlo en marcha? ¿A qué esperan para que no tengamos que ver la semana que viene otra becerrada idéntica en todos los medios de comunicación? Es el momento de ponerle fin a la barbarie en este país.

Las buenas intenciones de Teresa Ribera, ¿no se parecen un poco a las del ahora exministro francés, Nicolas Hulot?

Esperemos que antes de que suceda algo tan drástico, pueda llevar adelante alguna medida a favor de los animales. Creo que los partidos ahora mismo están desaprovechando una oportunidad: ver que hay un gran interés en cambiar las leyes en favor de los animales. En este país, el país de la tauromaquia donde se torturan toros y se ahorcan galgos, tenemos que romper con esa imagen. Lo que ha sucedido en Francia está a otro nivel. A nuestro país le queda tanto por hacer para igualarse al resto de países europeos que el partido que lleve adelante medidas a favor de los animales va a contar con la simpatía de los ciudadanos. Están desaprovechando una corriente imparable de gente que está a favor de los derechos de los animales.

Si el PSOE finalmente tomase medidas a favor de la protección animal, ¿estarían dispuestos a brindarles su apoyo en el caso de que lo necesitase?

Sí. Nosotros nos hemos puesto a su disposición y le hemos dicho a Teresa Ribera que estamos ahí para lo que nos necesite. Pero nosotros no estamos casados con nadie, estamos comprometidos con los animales.

Podemos presentó en el Parlamento de Andalucía una reforma de la Ley de Protección Animal y el resto de los partidos la tumbaron, incluido el PSOE-A.

En España existe el juego político de: "Si tú presentas esta ley, yo no la apruebo". Pero la defensa de los animales tiene que estar libre de signos políticos y tener una voluntad real que no pretenda colgarse medallas. La propuesta de Podemos en Andalucía no recogía nada en lo referente a la tauromaquia. Andalucía es una comunidad donde el maltrato animal se ceba especialmente en cuanto a abandono y festejos taurinos crueles. Podemos a nivel estatal ni si quiera ha querido hablar con nosotros. Hemos solicitado reuniones con ellos por escrito, por registro, por correo electrónico... y no nos han respondido. Sería una lástima que la protección animal en este país se enquistara en peleas entre grupos políticos.

¿Creen que al final conseguirán representación en el Parlamento Europeo el año que viene?

Con esa ilusión trabajamos. Tenemos posibilidades reales de tener representación en el Parlamento Europeo. Estamos trabajando ya con todos los partidos animalistas que tienen representación en Europa. Con el partido animalista alemán, que tiene ya un eurodiputado; con el holandés, que tiene una diputada que ha conseguido recientemente eliminar las subvenciones a la tauromaquia; y con el partido animalista portugués, que tiene representación en el parlamento de su país y posibilidades de obtener un escaño en las próximas Elecciones Europeas. Vamos a trabajar por conseguirlo porque estamos a punto de hacer realidad ese sueño.

¿Cuál sería el primer asunto que abordarían?

Hay muchísimo trabajo que hacer. Primero habría que actualizar el convenio europeo de protección a los animales para acabar con el tráfico de especies que se crían en Europa. En España se están vendiendo en tiendas de animales ejemplares que, por ejemplo, son criados en Europa del Este y llegan enfermos aquí. También trabajaremos para poner fin al transporte de animales en jornadas de mucho más de 24 horas. Me refiero a esos camiones terribles que vemos recorriendo toda España camino del matadero. Muchas veces van a otros países y el viaje en el camión dura no solo 24 horas, sino días.

Otras prácticas contra las que lucharemos son las que se están llevando a cabo en granjas industriales y mataderos, como puede ser la amputación sin anestesia del rabo, los testículos e incluso los colmillos de cerditos de menos de siete días de vida. También trabajaremos contra la matanza de los pollitos macho que descarta la industria -a la que solo le interesan las gallinas ponedoras o las hembras para la cria de carne-. El 50% de los ellos pasan por una cinta transportadora y terminan siendo triturados vivos.

Asimismo trataremos de poner fin al sacrificio de animales sin aturdimiento que se permite en los rituales religiosos. Muchas de estas prácticas crueles son invisibles para los ojos de la ciudadanía porque están ocultas tras los muros de las granjas industriales o mataderos. En Europa se dictan el 80% de las leyes en materia de bienestar animal, por eso vamos trabajar por obtener representación en Europa.

¿Qué resultados esperarían si se celebrasen ahora unas elecciones en España?

Muy buenos. Sabemos que la oportunidad de oro la tenemos en Europa, pero algunas encuestas nos están dando uno o dos diputados en España. Tenemos muchas expectativas y creo que hay un futuro muy prometedor para la defensa de los animales. Conscientes de ello, estamos trabajando de una manera incesante. De hecho este verano no me he ido de vacaciones. Me reúno permanentemente con todos los partidos políticos para trasladarles la Ley Cero. Tenemos toda una batería de abogados trabajando y, el día que obtengamos representación, lo único que tendremos que hacer será negociar con el resto de partidos políticos la puesta en marcha de estas leyes.

¿No cree que les pueden afectar negativamente las acusaciones de haber hecho de Pacma una especie de 'chiringuito familiar'?

Para nada. Se trata de una persona concreta que tiene intereses ocultos a quien le han dado cancha en algún medio de comunicación y sectores interesados en hundirnos como el cinegético, muy amenazado por las propuestas de Pacma en contra de la caza. Me parece interesante destacar que cuanto más cerca estamos de obtener representación, más gente está interesada en poner una nota discordante. Son intereses ajenos a la defensa de los animales que no me preocupan para nada. Tenemos una trayectoria intachable. Mi compromiso, mi corazón y mi cabeza están puestos al servicio de los animales.

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