Ribera advierte de que la alta reserva del Tajo es de "estas últimas semanas" ante la petición de Murcia de elevar el trasvase al Segura

La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, y el presidente de Murcia, Fernando López Miras, este jueves.
La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, y el presidente de Murcia, Fernando López Miras, este jueves.
Marcial Guillén
La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, y el presidente de Murcia, Fernando López Miras, este jueves.

Ni prisas ni lecturas reduccionistas. La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, ha enviado este doble mensaje este jueves en relación con las nuevas reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura que tiene en pie de guerra por el volumen de agua que podrá transferirse a Castilla-La Mancha con el Levante. Ribera ha frenado la insistencia del gobierno de Emiliano García-Page en que se apliquen ya las nuevas reglas que eventualmente reducirían el caudal apelando a la valoración que todavía tiene que hacer de las alegaciones de las distintas comunidades y las valoraciones técnicas en una rueda de prensa en Murcia en la que su presidente, Fernando López Miras, ha pedido que no se reduzca el volumen de agua, precisamente ahora que "el Tajo tiene unas reservas de más del 80%". La vicepresidenta ha respondido puntualizando que esta capacidad es solo cosa de "estas últimas semanas".

"Hemos trasladado al Ministerio que le haremos llegar alegaciones sobre la revisión de las reglas de explotación del trasvase, trasmitiendo lo importante que es para el Levante, más ahora que vemos que la cuenca del Tajo tiene unas reservas de más del 80% frente a las escasas del 20% del Segura", ha apuntado López Miras sobre la reserva hídrica tras las abundantes lluvias en torno a la Semana Santa. Debido a tal diferencia, ha añadido sobre el trasvase, "se hace más imprescindible que nunca esta infraestructura".

Sin embargo, Ribera no ha seguido esta línea de considerar que las elevadas reservas de agua que en estos momentos tiene el Tajo deberían permitir aumentar el trasvase al Segura, algo opuesto a la actual planificación, que por primera vez establece caudales ecológicos mínimos en el Tajo y que determinará cada mes la cantidad de agua que se traspasa en función del estado de los pantanos de Entrepeñas y Buendía. El objetivo es "hacer algo enormemente complejo que es lo que ha ocurrido en los últimos años, que salvo estas últimas semanas, han sido duros desde el punto de vista de régimen de lluvias", ha apuntado tras los comentarios de López Miras, sugiriendo que las elevadas reservas del Tajo son algo más bien puntual.

Frente a la defensa que hace Murcia del trasvase como la infraestructura para que el Levante tenga agua, Ribera ha apuntado también a otro tipo de actuaciones que cuentan con financiación en el actual ciclo de planificación del agua, como las desaladoras. "[El trasvase] viene acompañado por una inversión muy importante para que el agua que se pueda requerir esté disponible en todo caso, el trasvase y las aportaciones con recursos no convencionales que estamos sumando", ha recordado Ribera a López Miras en una rueda de prensa en la que ambos han mostrado muchos puntos de encuentro y colaboración -en particular sobre la recuperación del Mar Menor a la que ha estado dedicada la jornada- que de desencuentro.

Censura la "herida" de Castilla-La Mancha

Aunque en el fondo se sitúa en la misma posición que Castilla-La Mancha en la defensa de los caudales ecológicos, Ribera se ha mantenido alejada de las formas del Gobierno de García-Page. Su portavoz, Esther Padilla, insistía este miércoles en aplicar ya las nuevas reglas del trasvase, para "revertir esa herida profunda que el trasvase Tajo-Segura ha hecho en nuestra región durante más de 40 años”. Estas declaraciones entroncan con "el gran fraude" que denunció hace unas semanas el presidente castellanomanchego sobre el trasvase a comunidades que pueden desalar  y reutilizar el agua, solo un día antes de un Consejo Nacional del Agua que quedó 'aguado' precisamente por esta cuestión y por las exigencias de Castilla-La Mancha para aplicar ya las nuevas reglas de explotación del trasvase, a pesar de que era un asunto que no estaba en la agenda de la reunión. La Comunidad de Madrid también se opone a ellas, particularmente porque las nuevas normas trasladarán la decisión sobre los desembalses de agua desde el Canal de Isabel II al Ministerio que dirige Ribera.

"Cuanto menos emoción adicional pongamos en un asunto sensible y complejo para todos, mejor", ha advertido la vicepresidenta, porque "lo que para unos es una herida para otros se puede ver como una solución y a la inversa".  Ha pedido a todas las comunidades "diálogo, solvencia y tranquilidad" para "integrar las mejores soluciones para todo el mundo", aunque "sabiendo que nunca va a ser posible la generación de un volumen infinito de agua".

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