El Govern ha anunciado la compra de 13 desalinizadoras -12 móviles en la Costa Brava y 1 fija en el Puerto de Barcelona-. Esta medida, que tiene un coste aproximado de 100 millones de euros fijos, además de los costes variables, "asegura" el acceso a agua potable a toda la ciudadanía de Cataluña durante períodos de emergencia por sequía.  

Así lo ha anunciado el conseller de Acción Climàtica, Alimentación y Agenda Rural, David Mascort, tras la Comisión Interdepartamental por la Sequía en la que han acordado la compra de estos equipamientos. Mascort ha asegurado que ocho de las desalinizadoras móviles que se instalarán en la Costa Brava empezarán a estar operativas en junio. En cambio, la desalinizadora flotante que se instalará en el Puerto de Barcelona empezaría a funcionar en octubre en caso de que los municipios del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) entren en emergencia II.

Una desalinizadora flotante en el Puerto de Barcelona

El conseller ha explicado que han iniciado los trámites para adquirir una desalinizadora flotante, que se ubicará en el muelle de la Energía del Puerto de Barcelona y que tendrá un canon de uso para los próximos cinco años. Según Mascort, la máquina extraerá 14.000 hm3 al año, lo que equivale al 6% del consumo de agua en la AMB. 

Con esta medida, el Govern pretende reducir el coste de traer agua potable, y por ello, renuncia a los barcos. El conseller ha explicado que la desalinizadora flotante es "una solución más económica y sostenible", ya que el coste se reduce de los 10 euros el metro cúbico que cuesta el transporte en barco a unos 6 euros el m3.

Además, Mascort ha afirmado que la desalinizadora flotante que se encontrará en el Puerto de Barcelona incorporará "prácticamente el doble" de agua potable a la red de distribución cada día. De hecho, según el ejecutivo, la desalinizadora produce 40.000 m³/día, mientras que las embarcaciones pueden transportar 25.000 m³/día de media.

Fuentes del Ente de Abastecimiento de Agua Ter-Llobregat (ATL) han asegurado que se han llevado a cabo diferentes analíticas para garantizar que el agua del mar de Barcelona se puede desalinizar. Además, la ATL ha indicado que no es necesario realizar un estudio sobre el impacto medioambiental de instalar la desalinizadora porqué la aprobación y la tramitación del proyecto se ha hecho por la vía de emergencia.

12 desalinizadoras móviles en la Costa Brava

Por otro lado, el conseller Mascort ha anunciado la compra conjunta de 12 desalinizadoras móviles junto al Consorcio de Aguas Costa Brava Girona (CACBG). El coste de la operación asciende hasta los 10 millones de euros -unos 400.000 euros cada desalinizadora- y la Agencia Catalana del Agua (ACA) otorgará una subvención de 5 millones de euros a la CACBG. 

Las desalinizadoras se ubicarán entre Roses y Empuriabrava - 4 de ellas en el municipio rosense, 4 en la ETAP de Empuriabrava y 4 en la playa de Empuriabrava-. Estas plantas móviles producirán 1.000 metros cúbicos al día y cubrirán cerca del 35% de la demanda de agua de la región, según ha explicado Mascort.