La picadura de pulga puede provocar dermatitis alérgica en nuestros perros y gatos: ¿cómo debemos actuar?

Un perro y un gato de pelo largo se olfatean.
Un perro y un gato de pelo largo se olfatean.
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Un perro y un gato de pelo largo se olfatean.

Ver a un perro rascarse no es algo raro aunque, si nuestro compañero de cuatro patas lo hace de forma compulsiva, entonces podemos estar ante un problema de salud como por ejemplo, una posible alergia. De hecho, con la llegada de la primavera debemos mantenernos más alerta a la hora de identificar cualquier posible parásito externo que se haya enganchado a nuestro peludo.

Tanto en perros como en gatos, las desparasitaciones son algo fundamental y una rutina básica que debe formar parte de las responsabilidades de los tutores ya que algunos parásitos pueden producir enfermedades o alergias. Un buen ejemplo es la alergia a la picadura de las pulgas.

"Las pulgas son unos parásitos de muy pequeño tamaño de tono marroncito que tienen una gran capacidad para saltar sobre sus hospedadores, de los que se alimenta", explica Laura González, veterinaria y divulgadora a través del canal de YouTube 'Tu Veterinaria'.

En este sentido, es importante saber que estos parásitos también pueden afectar a las personas, aunque suelen ir más a los animales por el tipo de piel, pelo y su temperatura corporal. "Nosotros solemos tener una temperatura más bajita a la de los perros o la de los gatos y, además, ellos tienen su piel cubierta por pelo, lo que hace que sea un ambiente muy favorable para las pulgas", detalla la experta.

Los peligros de las pulgas y sus secuelas

"Además de los rascados compulsivos, las pulgas pueden producir otros daños a nuestros perros y gatos con su picadura", añade González. "La mordedora de la pulga en la piel del animal ya de por sí genera una herida que le provoca escozor y picazón y que, en los casos más extremos (cuando están infestados), puede llegar a provocar una anemia".

La veterinaria relata que otro caso que puede ocurrir es que las pulgas pueden depositar las haces en esas mismas heridas, provocando inflamación con irritación y mucho dolor a nuestros perros. "Esto genera una dermatitis que va a provocar que el perro se rasque más fuerte e incluso se muerda para aliviarse", detalla.

"¿Qué pasa cuando un perro o gato se muerde la piel muchas veces? Que aparecen heridas secundarias y posibles infecciones bacterianas, es decir, que ya no solo tenemos el problema de la infestación de pulgas, sino que también genera una bioderma (una infección en la piel por bacterias) que puede ser incluso más grave que la propia pulga", explica González.

La saliva de la pulga tiene ciertos componentes que pueden desencadenar una reacción alérgica en nuestros perros y gatos

En este sentido, es importante recordar que las pulgas actúan como vectores, siendo capaces de transportar otro tipo de parásitos o bacterias y producir enfermedades que pueden resultar mucho más graves para nuestros perros. "Algo que puede provocar la picadura de una pulga es la dermatitis alérgica", afirma la veterinaria.

"La dermatitis alérgica a la picadura de la pulga es un tipo de alergia en la que lo que realmente ocurre es que cuando la pulga (un parásito que se alimenta de la sangre de nuestros animales) muerde al animal, a la vez que va succionando va inyectando saliva", detalla. "Ésta tiene ciertos componentes que pueden desencadenar una reacción alérgica".

Sobre esto, González cuenta que las pulgas tienen en su saliva componente que le facilitan la succión de sangre, como por ejemplo "antiagregantes plaquetarios y sustancias que son vasodilatadoras". "Es decir, que ayudan a que el riego sanguíneo de la piel sea más fácil de succionar y que no se esté coagulando".

"Además, también tienen ciertas sustancias proteicas que cuando entran en contacto con el colágeno de la dermis del animal, la cala de la piel actúa como si fuera alérgenos y es cuando se desencadena la reacción alérgica", aclara. "Se desencadena una reacción inmunitaria y se van a ir activando distintas células hasta que se termina por liberar la histamina (que produce toda la sintomatología de la alergia)"

No obstante, González recuerda que no todos los perros y gatos van a tener alergia a la picadura de la pulga, aunque sí advierte de que aquellos que sufren dermatitis atópica tienen mayor probabilidad de padecerla, así como su sintomatología.

Dónde se esconden las pulgas y cómo tratarlas

A la hora de saber si nuestro perro o gato está infestado de pulgas es importante conocer las zonas donde éstas suelen refugiarse. "En los perros, suelen estar en la zona de los pantalones, es decir, la zona cercana al ano, la dorsal del rabito y en el nacimiento en la base de la colita, así como en la zona interna de los muslos o el vientre", detalla la veterinaria.

"En cambio, en gatos se suele ver bastante en la zona del cuello, en la cara y en la cabecita", añade. "Se suelen ver las lesiones normalmente en forma de granitos rojos que con el paso del tiempo empiezan a inflamarse hasta evolucionar a costras negruzcas".

No sirve de nada si vamos a desparasitar a nuestro animal y a tratar sus heridas si se va a volver a infestar en casa

Todos estos síntomas debe tratarlo un veterinario y, lo que González siempre aconseja es que acudir a nuestra clínica de confianza para que lo traen de forma individualizada, tanto a nivel de desparasitación, como a nivel de antibióticos, si fueran necesarios.

"Además del tratamiento, es super importante que si nuestro perro o gato padece pulgas, limpiemos camisas, sofás, alfombras... todo lo que pueda tener larvas de pulga en los lugares en los que suele estar el animal", recomienda la experta. "No sirve de nada si vamos a desparasitar al animal y a tratar sus heridas si se va a volver a infestar en casa".

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