Un "río atmosférico", arrastrado por la borrasca que afecta a España, junto a un sistema de bajas presiones muy profundo, favorecerán abundantes lluvias a partir de este jueves. Así lo ha señalado Rubén Del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), quien ha explicado que estas precipitaciones tendrán mayor intensidad en puntos del oeste y centro peninsular. Aun así, lo peor se espera para este fin de semana, especialmente el sábado, con la llegada de otro nuevo frente.
De esta manera, amplias zonas de Andalucía, Extremadura, mitad occidental de Castilla-La Mancha, norte de Castilla y León, Comunidad de Madrid y oeste de Galicia se verán alimentadas por la llegada de este "río atmosférico" a partir de este jueves. Este se trata de un flujo de vapor de agua procedente desde el otro lado del Atlántico.
Ante esta situación, la Aemet ha activado el aviso amarillo en doce comunidades por lluvias que acumularán más de 40 litros por metro cuadrado en 12 horas, nevadas en zonas de montaña, además de vientos de hasta 90 kilómetros por hora.
Así, desde primeras horas de este jueves, el primer frente frío, ha barrido ya la Península de oeste a este, dejando precipitaciones más abundantes en el oeste peninsular. En el levante y en Baleares no se esperan lluvias hasta la madrugada del viernes.
Asimismo, se producirá un descenso térmico generalizado, con cota de nieve descendiendo hasta unos 1.000 metros, por lo que solo se darán acumulaciones en los principales sistemas montañosos, donde también se esperan rachas de viento muy fuertes, predominantemente de componente sur.
Heladas débiles en zonas de montaña
Este jueves los valores máximos tenderán a descender en la mitad oeste peninsular, y se mantendrán con pocos cambios en el resto. Las mínimas han ascendido en la mayor parte de la península. Las heladas débiles se concentran en montañas y en zonas aledañas de la mitad norte peninsular, aunque más intensas en los Pirineos.
Por capitales de provincia, Alicante, San Sebastián, Almería, Córdoba, Granada, Jaén, Girona y Zaragoza, entre otras, registrarán entre 18 y 20 grados de máxima, mientras que el día más frío lo pasarán en Ávila y León con 8 grados.
Para este viernes, el viento del suroeste muy húmedo favorecerá que continúen las precipitaciones, más intensas y persistentes en la mitad occidental peninsular y Pirineos, con nevadas más abundantes que el día anterior en el entorno de los sistemas montañosos. No se descarta tampoco que afecten a la meseta norte, debido a que la cota de nieve podría descender hasta unos 700 metros.
Con el centro de la borrasca estacionario al noroeste de la Península, se espera además un temporal costero que se iniciará este jueves en Galicia y se intensificará el viernes, llegando a alcanzar también zonas del Mediterráneo.
El sábado, el día más complicado
El sábado será el día más adverso de este episodio por la llegada de una nueva borrasca, "más profunda", que reemplazará a la anterior y que se situará también al noroeste. Esta dejará precipitaciones más intensas, que serán generalizadas en la península y Baleares y que estará acompañada en ocasiones de tormentas. La cota de nieve descenderá hasta unos 800 metros, con "nevadas copiosas" en los principales sistemas montañosos y también en los aledaños de la meseta norte, al igual que en el resto de la meseta norte y meseta sur, aunque con acumulados más discretos.
El viento continuará por su parte siendo del suroeste, con rachas muy fuertes aumentando incluso su alcance y siendo probable que se den fuertes corrientes también en Andalucía y Baleares. Para el domingo, la borrasca se desplazará hacia el norte, por lo que se espera una progresiva estabilización atmosférica en la península, que continuará los siguientes días. Pese a ello, en esta jornada aún podrá llover de forma generalizada, pero con menos intensidad que en días anteriores. En la costa gallega, las precipitaciones seguirán siendo persistentes e incluso fuertes.
Para los primeros días de la próxima semana, se espera que las precipitaciones sean progresivamente más débiles y menos generalizadas, con el viento perdiendo intensidad, salvo en la zona media y baja del valle del Ebro.
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