El año 2024 ha comenzado con un repunte en el ritmo de subida de los precios. Según los datos provisionales del Índice de Precios de Consumo (IPC) adelantado este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación creció en enero tres décimas hasta alcanzar una tasa interanual del 3,4%, empujada especialmente por el alza en la factura de la luz, que perdió con el cambio de año parte de su bonificación fiscal.
El indicador se mantiene por quinto mes consecutivo por encima del 3%, un umbral en torno al que se ha estabilizado en los últimos meses. El IPC cerró 2023 con una tasa de variación interanual en diciembre del 3,1%, una marca que supuso una leve moderación respecto al 3,2% de noviembre, tras dos meses instalada en el 3,5%. En enero el indicador se ha mantenido contenido en esos niveles, aunque ha vuelto a subir por primera vez en cuatro meses. En términos mensuales, en el último mes los precios han crecido un 0,1% con respecto a diciembre.
La lectura provisional del INE achaca el repunte de la inflación de enero principalmente al alza de los impuestos a la electricidad, lo que hace que actualmente es más cara que hace un año, frente al abaratamiento experimentado por aquel entonces. Así, los consumidores han sufrido el efecto de la subida del IVA de la luz del 5% al 10% desde el inicio del año. En cambio, los precios de los carburantes habrían descendido en enero -al contrario de lo ocurrido a principios de 2023-, aunque habrá que esperar a mediados de febrero para conocer los datos definitivos y el detalle por categorías.
El alivio en el precio de los carburantes se refleja en el comportamiento de la inflación subyacente, que ha continuado su senda descendente. Este indicador, que descuenta del cálculo el precio de la energía y de los alimentos no elaborados por su alta volatilidad, se ha moderado por sexto mes consecutivo hasta situarse en una tasa interanual del 3,6%, su nivel más bajo desde marzo de 2022. "Sigue esta senda de moderación de la inflación, que está siendo compatible con el mantenimiento de las medidas de apoyo a los hogares y empresas más afectados por la subida de los precios", ha valorado el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo.
De este modo, la inflación general y la subyacente acortan distancias, con apenas dos décimas de diferencia. Ambos indicadores no estaban tan cerca desde principios de 2021. La brecha llegó a ser de más de cuatro puntos en marzo del año pasado, justo después de que la inflación subyacente tocara techo. La contención de este índice se ha producido en un contexto marcado por la resistencia de la economía española. Según los datos avanzados este martes por el INE, el PIB creció un 2,5% en 2023 y aceleró en la recta final del año, pese al estancamiento europeo.
"Estamos demostrando desde el Gobierno que es posible conjugar crecimiento económico, creación de empleo y medidas destinadas a la protección social y al bienestar de ciudadanos, hogares y empresas", ha defendido Cuerpo. La prórroga de algunas de las medidas anticrisis, como la rebaja del IVA a los alimentos de primera necesidad y las ayudas al transporte público, motivó la semana pasada la revisión de las previsiones macroeconómicas por parte de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que ha rebajado su estimación de inflación media para 2024 al 3,3%.
La evolución de los precios a lo largo del año será determinante para el Banco Central Europeo (BCE) a la hora de dibujar la hoja de ruta de la política monetaria. En su última reunión, celebrada la semana pasada, el organismo decidió mantener inmóviles los tipos en el 4,5% por tercera vez consecutiva. La presidenta de la autoridad monetaria, Christine Lagarde, explicó ante los medios que es todavía prematuro discutir una bajada de los tipos, aunque ella misma reconoció hace unas semanas que es "probable" que el primer alivio llegue en verano.
A la espera de conocer este jueves el dato de enero, la inflación de la eurozona ya repuntó cinco décimas en diciembre hasta situarse en una tasa media del 2,9%, por debajo de la marca española. El alza llegó tras siete meses de moderación en los precios y supuso alejarse del objetivo del 2% al que el BCE pretende devolver la inflación.
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