El BCE se resiste a bajar los tipos pese a que la economía europea lleva más de un año parada

Europa Press
Sede del Banco Centra Europeo.
EP

El Banco Central Europeo (BCE) lleva cuatro meses con los tipos de interés congelados en máximos históricos desde que existe el euro en busca del momento perfecto para declarar oficialmente la victoria sobre la inflación. Mientras la institución que imprime los euros camina con pies de plomo, con miedo a que las brasas de la inflación vuelvan a avivarse, la economía europea languidece. 

El PIB de la eurozona lleva un año en encefalograma plano. Los países del euro no ven crecimiento real de la economía desde el tercer trimestre de 2022, lastrados por una locomotora alemana que no carbura, sumida en una crisis industrial. Y aunque todavía no se conocen los datos definitivos de los tres últimos meses de 2023, los indicadores adelantados anticipan que el estancamiento se mantuvo también en el tramo final del año pasado.

El hecho de que, pese a todo, la eurozona no ha entrado todavía en números negativos —la temida recesión— o que el desempleo se mantenga en mínimos históricos da algo de margen al BCE para mantener su posición dura. Sin embargo, la inflación se sitúa cada vez más cerca del objetivo del 2% que persigue la institución —en diciembre era del 2,9%— por lo que mantener el relato de mantener los tipos tan altos se hace cada vez más difícil de sostener. 

El diagnóstico de la situación que hace el propio BCE es que la inflación seguirá reduciéndose a lo largo de 2024 hasta situarse ya en el entorno del 2% en los meses finales del año. "El proceso desinflacionario está en marcha", comentaba Lagarde en la rueda de prensa posterior al anuncio, quien añadía que las presiones sobre los precios seguirán cediendo en los próximos meses.

Con todo, todavía no ven claro que haya llegado el momento de iniciar el descenso. La presidenta del BCE se mantuvo en su posición, que ya adelantó en el foro de Davos, de que las bajadas de tipos de interés no llegarán hasta el verano. De hecho, la abogada alemana insistió en que un recorte en el precio oficial del dinero no estuvo siquiera sobre la mesa de la reunión de gobernadores en las que se optó por prolongar la pausa. 

La principal preocupación de quienes toman decisiones en el banco central es el ritmo al que suben los salarios en los países del euro. Los últimos datos sobre retribuciones negociadas apuntan a incrementos interanuales del 4,7% en el conjunto de la eurozona. Un máximo histórico que responde a la recuperación de parte del poder adquisitivo perdido durante la mayor crisis inflacionaria en 40 años. 

Lagarde quiere ver cómo las subidas salariales moderan su ritmo para asegurarse que no generan efectos de segunda ronda que puedan provocar un repunte de la inflación. El problema es que no habrá información concluyente sobre salarios hasta mediados de año, aunque los datos que llegan sobre los márgenes empresariales apuntan a que las empresas están absorbiendo el coste de las subidas salariales y no las están trasladando a los precios de los productos que venden. A esto hay que añadir también las tensiones en el Mar Rojo, que ya han elevado el coste de los fletes marítimos y están produciendo algunos retrasos en las entregas de pedidos. 

Como la amenaza de una recesión grave no parece cercana y las proyecciones del BCE apuntan a que el crecimiento volverá a coger vuelo en los próximos meses el BCE no se ve presionado para reaccionar con una bajada rápida en los tipos de interés, reflexionan los analistas de ING.

Los tipos de interés funcionan como una especie de termostato que regula la temperatura de la economía. Cuando están altos, como ocurre en la actualidad, tomar dinero resulta más caro. Esto disuade la inversión de las empresas, encarece la compra de bienes duraderos como la vivienda y eleva las cuotas de las hipotecas a tipo variable. Todo ello se traduce en un menor gasto, que reduce la demanda y acaba por arrastrar consigo a los precios. La economía se enfría, de tal forma que la inflación se reduce, pero el crecimiento económico, el empleo y las finanzas públicas se resienten.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento