España escapa del repunte de la inflación en la eurozona, aunque los precios crecen en diciembre por encima de la media al 3,3%

Compradores hacen cola y observan productos en un supermercado de Barcelona.
Compradores hacen cola y observan productos en un supermercado de Barcelona.
David Airob / EP
Compradores hacen cola y observan productos en un supermercado de Barcelona.

La eurozona cerró 2023 con un repunte de la inflación al 2,9%, un alza que llega tras siete meses de moderación en los precios. El IPC español escapó del acelerón, aunque mantuvo su avance a un ritmo constante del 3,3%, por encima de la media de los socios de la moneda única. La subida aparca la posibilidad de que el Banco Central Europeo (BCE) baje los tipos de interés de forma inmediata, aunque Christine Lagarde ya ha reconocido que el cambio de rumbo en la política monetaria podría llegar en verano.

Diciembre rompió la senda de desaceleración emprendida por la inflación en la eurozona casi un año antes -interrumpida en abril con un ligero repunte de una décima al 7%-. El IPC armonizado subió en el área supervisada por el Banco Central Europeo (BCE) cinco décimas con respecto a la tasa del 2,4% anotada en noviembre, volviendo así al nivel de octubre. El comportamiento de los precios en el conjunto de la Unión Europea fue similar. La inflación repuntó en diciembre tres décimas hasta una tasa interanual del 3,4%, tras catorce meses a la baja.

Entre los veintisiete Estados miembros de la UE, la inflación creció en el último mes de 2023 en una decena de países. Destaca, por ejemplo, el repunte de Alemania, donde el encarecimiento de los precios aceleró del 2,3% en noviembre al 3,8% en diciembre. El repunte fue más moderado en Francia, donde la tasa de variación anual del IPC creció dos décimas hasta el 4,1%. En cambio, España escapó del acelerón en los precios. En el país ibérico la inflación se mantuvo en el 3,3% en diciembre. De este modo, de las cuatro grandes economías europeas, solo Italia se sitúa por debajo de la media. El país dirigido por Giorgia Meloni registró en el último mes de 2023 una inflación del 0,5%, una décima por debajo del dato de noviembre.

En concreto, los precios en España llevan tres meses creciendo en España a mayor ritmo que en la eurozona, desde que en octubre la media bajara al 2,9% y el dato español repuntara dos décimas hasta el 3,5% desde el 3,3% de septiembre, nivel en el que se ha estancado en los últimos meses. De hecho, en tasa mensual, los precios se mantuvieron estables en diciembre, sin subidas ni bajadas, con respecto al mes de noviembre, frente al alza del 0,2% medio de la eurozona.

En el conjunto de la UE, el país europeo que anotó la tasa de inflación más bajas en diciembre fue Dinamarca, con un incremento de los precios de un 0,4% con respecto al cierre de 2022. En el extremo opuesto, las mayores subidas de precios se registraron en República Checa, Rumanía y Eslovaquia, con tasas interanuales del 7,6%, 7% y 6,6%.

Pendientes de los tipos

Según los datos de Eurostat, el repunte de la inflación en la eurozona se debió principalmente al menor abaratamiento de la energía, cuyo coste bajó un 6,7% en diciembre con respecto al nivel de un año antes, frente a la caída del 11,5% registrada en noviembre. También el encarecimiento de los alimentos no procesados aceleró en el último mes de 2023 al 6,8%, desde el 6,3% anotado un mes antes. Al excluir del cálculo estos componentes, la evolución de los precios fue positiva. Si se descuenta el impacto de la energía, la inflación bajó en la eurozona en tasa interanual tres décimas hasta el 4,3% en diciembre.

El efecto de la energía y los alimentos no elaborados sobre los precios alejan la posibilidad de una inmediata bajada de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE), que pausó las alzas en octubre. Con el objetivo de devolver la inflación al 2%, la autoridad monetaria ha situado los tipos de interés en la eurozona en un acota sin precedentes del 4,5%. 

Aunque la meta parece todavía lejana, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha admitido este miércoles que las primeras bajadas en los tipos de interés podrían llegar en verano. "Es probable", se ha limitado a decir en una entrevista en Bloomberg, donde ha recalcado la importancia de tomar decisiones apoyadas en los datos. "Dependemos de los datos y que todavía hay un nivel de incertidumbre y algunos indicadores que no están anclados en el nivel en el que nos gustaría verlos", ha matizado.

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