Sin la menor duda, lo primero que llama la atención de esta antigua raza canina italiana son sus gruesos y enmarañados cordones de pelo, que pueden llegar a alcanzar el suelo.
Remontándonos a los orígenes de esta peculiar raza que no pasa desapercibida, hay que situarse en las regiones prealpinas y en los Alpes bergamascos, donde la ganadería ovina era abundante. El pastor de Bergamasco era el perro genérico que ayudaba a los pastores a guiar a los rebaños en los cambios estacionales, subiendo y bajando a las ovejas y a las vacas a los prados más cálidos o bien a los pastizales alpinos, donde la climatología era, y es, muy extrema.
Se desconoce cómo se desarrolló la raza en sus aisladas regiones, sin embargo, en un estudio genético realizado en razas caninas italianas, se encontró presencia de alelos compartidos con las razas europeas del pastor de Picardía, del boyero de Berna y del pastor de Brie. El primer pastor de Bergamasco presentado de forma oficial al mundo fue en la exposición canina de Milán en 1881.
En 1949, se funda el primer club italiano de la raza, la Associazione Amatori del Cane da Pastore Bergamasco, aún en activo, y donde recomendamos acudir para ampliar información y contactar con criadores oficiales y comprometidos, que garanticen una cría ética y animales equilibrados libres de enfermedades.
Guardianes, alegres y pacientes
El pastor de Bergamasco es una raza muy sociable que, tal como recoge el Kennel Club americano: “desarrolla relaciones independientes con cada persona del hogar, actuando con ellos de forma individualizada”.
Son perros cariñosos, pero no empalagosos ni dependientes. Muestran una enorme capacidad de aprendizaje y concentración, por lo que se trata de una raza altamente entrenable para la práctica de numerosas actividades caninas.
Los expertos en la raza señalan que no deben ser agresivos ni temerosos, pero que muestran una desconfianza natural hacia los desconocidos, y que tienen una gran naturaleza protectora, conservada desde sus funciones como guardianes de ganado.
El cuidado del pastor Bergamasco
El pelaje del pastor Bergamasco merece especial atención y dedicación. Poseen tres capas de pelo diferente: el subpelo, fino, corto y graso, un segundo tipo de pelo áspero y rugoso similar al de las cabras, y finalmente el pelo tipo lana, también fino, que forma las marañas largas y planas que le dan el aspecto distintivo. El aspecto del pelo de un pastor de Bergamasco es opaco, sin ningún brillo.
Estos cordones de pelo apelmazado se comienzan a formar a partir del año de edad, y no deja de crecer a lo largo de la vida del perro. No hay que peinar al pastor de Bergamasco ni se le debe pelar. Sí se pueden recortar los cordones si forman marañas demasiado gruesas y pesadas que impiden el movimiento libre del animal o afectan a su bienestar. Las pestañas de los pastores de Bergamasco son extraordinariamente largas, para mantener los ojos protegidos de la caída de los mechones de la cabeza.
Su mantenimiento, sin embargo, es bajo, y es suficiente con revisar una vez al mes que los cordones no se apelmazan en conjuntos y que la piel del pastor de Bergamasco puede respirar libremente, como se aprecia en el vídeo añadido a este artículo.
Desde Animaleros, sugerimos que se valore la adopción responsable si se desea ampliar la familia con un miembro canino, e insistimos en la importancia de acudir solo a criadores registrados y legales, en el caso de adquirir un perro de raza.
Referencias:
- Studies of modern Italian dog populations reveal multiple patterns for domestic breed evolution. Andrea Talenti y equipo. Ecology and evolution. (2018)
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