La España vaciada se queda sin alumnos: el desplome de la natalidad agrava la despoblación en las zonas rurales

Nadela, Lugo. Comienzo del curso escolar en infantil y primaria en el CEIP Manuel Mallo Mallo de Nadela, Lugo. El Colegio es el unico en entorno rural situado dentro del Concello de Lugo. Hasta cuatro lineas de transport
Comienzo del curso escolar en infantil y primaria en el CEIP Manuel Mallo Mallo de Nadela, el unico en entorno rural situado dentro del Concello de Lugo.
Carlos Castro/Europa Press
Nadela, Lugo. Comienzo del curso escolar en infantil y primaria en el CEIP Manuel Mallo Mallo de Nadela, Lugo. El Colegio es el unico en entorno rural situado dentro del Concello de Lugo. Hasta cuatro lineas de transport

En 30 años, España tendrá unos 800.000 estudiantes menos de entre 3 y 14 años. La drástica bajada de la natalidad de las últimas décadas augura un futuro en el que cada vez haya menos alumnos y, por ende, menos colegios. Un panorama que afectará a todo el territorio, pero que tendrá especial incidencia en las zonas rurales, donde la despoblación también está jugando su papel. Si en las ciudades este descenso puede verse como una oportunidad para reducir las ratios; los pueblos corren el peligro de ver cómo cierra su única escuela, que, paradójicamente, es también un factor determinante para atraer a población.

Actualmente hay por lo menos 1.109 municipios en los que no vive ningún niño de entre 0 y 4 años, según el informe España 2050: Fundamentos y propuestas para una Estrategia Nacional. El estudio prevé de aquí a 2050 el cierre de unas 33.000 aulas de 24 alumnos. Una "fuerte contracción de la población estudiantil" que, incide, "obligará a cerrar varios colegios, sobre todo en la España rural, y a reducir el tamaño de otros muchos". 

El origen reside en la caída de la natalidad, la cual se ha desplomado un 21,9% en apenas siete años y sitúa a España como el segundo país con la natalidad más baja de la Unión Europea (UE). Una tendencia que continuará en los próximos años, según el INE, que prevé que entre 2022 y 2036 habrán nacido 5,5 millones de niños, un 13,2% menos respecto a los 15 años previos.

Si nacen menos niños, hay menos alumnos, y así se refleja también en las estadísticas. Los datos del Ministerio de Educación revelan que en los últimos años —de 2012 a 2022—, la matriculación en Educación Infantil ha bajado un 21,5% en todo el país. Si en el curso 2012/2013 empezaron las clases de segundo ciclo de Infantil 1.462.918 estudiantes; en 2022/2023 lo hicieron 1.148.901. Esto es, 314.017 niños menos de 3 a 6 años en las escuelas en tan solo una década, de los cuales 41.061 se perdieron en el último año (-3,5% de 2021 a 2022).

La situación se agrava en las comunidades autónomas con más población rural, que en la mayoría de ocasiones son las que mayores bajadas de matriculación en Infantil han experimentado. Superan la media nacional Ceuta (-28,6%), Asturias (-26,9%), Cantabria (26,1%), Canarias (24,4%), Castilla y León (24,1%), Andalucía (-23,1%), Extremadura (-23,4%), Castilla-La Mancha (23%) y País Vasco (-22,2%). 

La pérdida de alumnos rurales es evidente. Según avanzan fuentes sindicales a 20minutos, los últimos datos —todavía sin publicar— revelan que se han perdido 20.000 estudiantes en tan solo dos años: de los 73.000 alumnos de la escuela rural que había matriculados en 2020; a los 60.809 de 2022. 

Kilómetros sin escuelas

El cierre de escuelas en las zonas rurales depende de la comunidad autónoma. En Aragón, por ejemplo, se deja abierto un centro siempre que mantenga tres alumnos. Cuatro es el tope de Castilla-La Mancha, que puede hacer una excepción con tres si hay perspectivas de que al curso siguiente aumente la matriculación. En Galicia, con que haya menos de seis alumnos ya vale para cerrar una escuela. Una opción que, para los vecinos de un pueblo, implica acelerar el proceso de despoblación en esa localidad. 

"Podemos recorrer kilómetros y kilómetros y ver solo dos escuelas"

"Cualquier administración tiene que ser consciente de que ha de mantener la educación rural, porque si una escuela desaparece... poco futuro tiene esa zona", subraya a 20minutos Pilar Gredilla, presidenta de ANPE en Castilla y León. Según cuenta, en su comunidad han notado como, año a año, la despoblación va haciendo mella en los centros educativos. "Podemos recorrer kilómetros y kilómetros y ver solo dos escuelas", asegura. Para Gredilla, la solución pasa por garantizar los servicios básicos, mejorar las condiciones laborales del profesorado y "dar oportunidades atractivas a la gente que pueda llegar a asentarse en el ámbito rural"

Lo mismo opina Juan Antonio Rodríguez, maestro rural en Alpartiz (Zaragoza), y miembro de la Asociación de Equipos Directivos de Infantil y Primaria de Aragón (AEDIPA): "Es un fallo estructural del sistema, no es algo que nos repercuta solo en el ámbito educativo, ocurre también en el sanitario con la falta de médicos", asevera. La situación actual responde a un conjunto de factores que abarca desde las condiciones laborales de los profesionales, hasta la falta de servicios, de alternativas culturales o incluso del acceso a la vivienda. 

"En Aragón, de media se cambia el 60% de las plantillas docentes todos los años. La inestabilidad es tal que en algunos pueblos provoca que las familias lleven a los niños a las cabeceras de las comarcas, aunque tengan colegio en su pueblo, porque se garantiza una continuidad", explica Rodríguez a este periódico. Lo mismo ocurre con el tema de la conciliación. Si en el colegio de la localidad no tienen comedor, deciden matricular a los niños en municipios que tengan más servicios para poder conciliar. 

"Y luego está la hemorragia que estamos sufriendo en el mundo rural. Hace falta un pacto nacional sobre despoblación. No solamente con medidas para atraer a gente, sino para arreglar otros problemas como la vivienda", defiende el docente.

"Que el que está, no se vaya"

En el colegio de Rodríguez hay matriculados un total de 42 niños, pero cuenta que en este año se interesaron por el centro una docena de familias de fuera del pueblo y se encontraron con que no había vivienda disponible. "Y esto ocurre en todas las comunidades. Hay casas que heredan los nietos, que igual no venden o no alquilan, y las que están libres quizás sí que están acondicionadas para un temporero, pero no para una familia", detalla. 

Y lo mismo se puede trasladar al propio cuerpo docente. Esa rotación de plantillas responde a una falta de expectativas en las zonas más despobladas. A los profesores les destinan a un pueblo, pero en cuanto pueden vuelven a la capital de provincia o a los municipios más grandes en los que se aseguran un mínimo de recursos.

Al final, se trata de garantizar un mínimo de oportunidades y servicios (farmacias, transporte público, ocio, etc.) en las zonas rurales para que las familias y los jóvenes vean en los pueblos un lugar en el que asentarse a largo plazo. "No es tanto atraer a nueva población, sino también que el que ya está, no se vaya. Pero, si no hay trabajo ni vivienda... no hay niños", afirma Rodríguez.  

"Los extranjeros sostienen la escuela rural"

En ese plan nacional que reivindica el docente podrían contemplarse medidas de discriminación positiva, tanto para los profesionales de la educación como para las propias familias que vivan en las zonas rurales.  "Que tengan una fiscalización distinta, por ejemplo. O un incremento en las becas... incentivos, al fin y al cabo", detalla. 

Esta dinámica se sostiene también por un círculo vicioso: si no hay niños, no hay colegios; pero si no hay colegios, hay muy pocas probabilidades de que una familia decida asentarse en el pueblo. "Si cierra una escuela, el pueblo muere", asevera Rodríguez. Ahí juega igualmente un papel crucial toda la población inmigrante. "El 50% de nuestra población son extranjeros. Ellos son los que están sosteniendo la escuela rural. Es la gente que trabaja en el campo y en aquellos sectores donde no quiere trabajar nadie. La mayoría de los niños que se están matriculando ya son inmigrantes de segunda generación".

Las conclusiones son las mismas para todos los profesionales: hay que impulsar medidas y políticas integrales para frenar esa despoblación, porque, como asevera Maribel Loranca, secretaria del Sector de Enseñanza de UGT, "el tema de la España vaciada excede el ámbito educativo". "La escuela es siempre un motor de los pueblos y ayuda a fijar población. Un pueblo vive como un drama cada vez que va a cerrar un colegio", concluye.

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